En la dinastía Qing, había una persona que vivía en el estado de Chiayi en Taiwán. Su nombre era Lin Dengzhang y era muy amable y honesto. Pero desafortunadamente, fue falsamente acusado y encarcelado. Su esposa vendió todas sus propiedades e incluso a su hijo para tener suficiente dinero para sacar a su marido de la cárcel. Tomó 40 taeles de plata para pagarle al funcionario del gobierno del condado por la liberación de su esposo, pero perdió todo el dinero en el camino.
El dinero fue recogido por un discapacitado llamado Xu Liangsi. Xu, no podía estar de pie y solo podía usar sus manos para arrastrarse. Después de encontrar la plata, pensó: “Quién haya perdido una cantidad tan grande de dinero podría suicidarse. Aunque soy pobre y realmente podría usar este dinero para comprar algo de comida y llenar mi estómago, esto está relacionado con la vida de alguien; es realmente un asunto importante. Prefiero morir de hambre que quedarme con el dinero”.
Con este pensamiento en su mente, estaba decidido a quedarse y esperar a que regrese el dueño del dinero.
Después de un rato, efectivamente la esposa de Lin Dengzhang regresó buscando con desesperación y con cara de preocupación. Xu Liangsi la vio y se arrastró para preguntarle si había perdido algo. Después de verificar los hechos, estaba seguro que era esa señora la que había perdido el dinero y se lo devolvió todo.
El mismo día que Xu Liangsi devolvió la plata a la señora, durmió en el templo de Taigong. Esa noche tuvo un sueño en el que se le acercaron dos dioses con armadura de oro. Sin ninguna explicación, uno sostuvo su cuerpo y el otro tomó sus pies. Los dos lo estiraron vigorosamente. Liangsi de repente sintió un dolor agudo y sudor en todo su cuerpo. Gritó fuerte y despertó de su sueño. También despertó a dos monjes.
A la mañana siguiente, Xu se sorprendió al ver que podía estirar las piernas y caminar normalmente. Desde entonces, nunca mendigó por comida y cargó agua para otras familias. Aunque estaba haciendo un trabajo duro, su corazón estaba lleno de alegría porque podía vivir normalmente como todos los demás.
Traducido por Dora Li, este relato fue reimpreso con permiso del libro “Cuentos valiosos de China”, Vol. 1, disponible en Amazon.
Descubre a continuación
«Monje tibetano sufre las formas más brutales de tortura a manos del régimen chino. Esta es su conmovedora respuesta»
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.