Apple ha retirado la aplicación de Parler de su App Store por no tomar «medidas adecuadas» para hacer frente a las supuestas «amenazas de violencia y actividad ilegal» de sus usuarios.
«Siempre hemos apoyado que se representaran diversos puntos de vista en la App Store, pero no hay lugar en nuestra plataforma para las amenazas de violencia y actividad ilegal», escribió la compañía tecnológica en un comunicado a los medios de comunicación. «Parler no ha tomado las medidas adecuadas para hacer frente a la proliferación de estas amenazas a la seguridad de las personas. Hemos suspendido a Parler de la App Store hasta que resuelvan estos problemas».
La prohibición de Apple se produce después de que Google eliminó la aplicación de la red social, que ha atraído a un gran número de usuarios de tendencia conservadora, de su Play Store, diciendo que la aplicación permanecerá suspendida hasta que sus desarrolladores se comprometan a una política de moderación que pueda manejar «contenido atroz».
Apple no respondió inmediatamente a las solicitudes de comentarios de The Epoch Times sobre la decisión de prohibir la aplicación de la red social.
John Matze, el fundador de Parler, publicó un comunicado después de la prohibición, diciendo que no está de acuerdo con las afirmaciones de Apple. Añadió que Apple no se comportó de la misma manera cuando un hashtag sugirió que la violencia contra el vicepresidente Mike Pence, «Hang Mike Pence», estaba de moda en Twitter.
«Apple prohibirá a Parler hasta que renunciemos a la libertad de expresión, instituyamos políticas amplias e invasivas como Twitter y Facebook, y nos convirtamos en una plataforma de vigilancia que persigue la culpabilidad de quienes usan Parler con inocencia», dijo Matze en su comunicado sobre Parler.
«Afirman que se debe a la violencia en la plataforma. La comunidad no está de acuerdo, ya que hoy llegamos al número 1 en su tienda. El mismo día ‘Hang Mike Pence’, una repugnante sugerencia violenta, estaba de moda a nivel nacional en Twitter. Esto mostró el horrible doble estándar que Apple y su gran grupo tecnológico aplican a la comunidad».
«Apple, un monopolio de software, no ofrece alternativas a la instalación de aplicaciones en sus teléfonos que no sean las de su tienda. No somos dueños de nuestros teléfonos, Apple simplemente nos los alquila. Apple, Google y el resto de los grandes tiranos de la tecnología coordinan sus acciones y trabajan juntos para sofocar la competencia en el mercado», añadió.
Las medidas de Apple y Google para apuntar a Parler se aplicaron cuando Twitter y otras compañías de Silicon Valley aumentaron su vigilancia a las declaraciones y comentarios del presidente Donald Trump y otros conservadores. Twitter, el viernes, eliminó permanentemente la cuenta de Trump en su plataforma y justificó su censura diciendo que el presidente había violado su «Política de glorificación de la violencia».
La moderación dirigida por estas empresas parece deberse a los disturbios civiles y actos de violencia que ocurrieron el miércoles en el Capitolio de los EE. UU. Un grupo de alborotadores y una minoría de manifestantes que agitaban banderas estadounidenses y de Trump irrumpieron ilegalmente en el edificio del Capitolio mientras los legisladores contaban los votos electorales durante una sesión conjunta del Congreso. El caos dejó cinco personas muertas y decenas de policías heridos.
Los medios de comunicación, varios legisladores, exfuncionarios y otros críticos han culpado a Trump del incidente del miércoles y han pedido su destitución. Ese mismo día, el presidente se dirigió a una multitud en Washington D.C. donde reiteró sus acusaciones de fraude e irregularidades electorales, y su insatisfacción con la prensa y con varios legisladores. A las 12:16 p.m., animó a los manifestantes a «hacer oír sus voces de forma pacífica y patriótica» en la protesta prevista a las afueras del Capitolio.
Cuando miles de manifestantes trasladaron su manifestación al Capitolio de los Estados Unidos, se informó de pequeños focos de violencia durante algunos enfrentamientos con la policía y los medios de comunicación, aunque la gran mayoría de los manifestantes permanecieron pacíficos. A las 2:15 p.m., un pequeño subgrupo comenzó a provocar disturbios, rompiendo varias ventanas para intentar entrar en el edificio del Capitolio mientras otros manifestantes trataban de detenerlos. Poco después, a las 2:38 p.m., Trump comenzó a tuitear, instando a sus seguidores a «mantenerse en paz». Continuó abogando por la paz y el respeto a las fuerzas de seguridad durante toda la tarde.
Los alborotadores terminaron entrando al edificio del Capitolio, y otros manifestantes los siguieron. Trump ha condenado desde entonces el «atroz ataque» de los intrusos al Capitolio, diciendo que «los manifestantes que se infiltraron en el Capitolio han profanado la sede de la democracia estadounidense».
«A aquellos que participaron en actos de violencia y destrucción, ustedes no representan a nuestro país. Y a aquellos que violaron la ley, ustedes pagarán», dijo.
La medida de Twitter de eliminar la cuenta de Trump ha sido objeto de un amplio escrutinio. El secretario del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos, Ben Carson, el secretario de Estado Mike Pompeo y la exembajadora de las Naciones Unidas Nikki Haley, compararon la actuación de Twitter con la conducta del partido comunista que gobierna China.
“Silenciar a la gente, por no mencionar al presidente de los EE. UU., es lo que sucede en China, no en nuestro país”, escribió Haley.
“Quieren prohibir a @realDonaldTrump, está bien si son una compañía privada, pero que @Twitter borre la cuenta del presidente, que destaca a su administración y su historia no está bien. @Facebook e @instagram han prohibido todas las imágenes de los disturbios en el Capitolio, eso sienta un peligroso precedente. No estamos en China”, escribió Carson.
El desequilibrio en el control de los contenidos de los usuarios y ciertas opiniones políticas ha suscitado preocupaciones sobre los derechos a la libertad de expresión y la falta de controles y equilibrios en las grandes tecnológicas. Los debates sobre la limitación o eliminación de las protecciones de responsabilidad en virtud del artículo 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996 para las empresas de tecnología que se han dedicado a la censura o a la conducta política fueron un tema de debate recurrente el año pasado.
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