Arabia Saudí dijo el lunes que no se responsabiliza de una escasez en el suministro mundial de petróleo después de que un presunto ataque de los rebeldes yemeníes afectara a la producción del país.
Un comunicado del gobierno de Arabia Saudita dijo «que no asumirá ninguna responsabilidad por cualquier escasez en el suministro de petróleo a los mercados mundiales a la luz de los ataques a sus instalaciones petroleras por parte de las milicias terroristas hutíes respaldadas por Irán», según la Agencia de Prensa Saudita estatal.
El país culpó además a Irán de presuntamente haber equipado a los militantes hutíes «con la tecnología de los misiles balísticos» y de los drones que tienen como objetivo las refinerías de petróleo saudíes, «lo que ha provocado graves consecuencias en los sectores de producción y de transformación que afectan» a sus exportaciones de petróleo.
«La comunidad internacional debe asumir su responsabilidad para preservar el suministro de energía», dice además el comunicado saudí, sin dar más detalles.
Los militantes hutíes, respaldados por Irán, se apoderaron de la capital de Yemen, Saná, en 2014, tras varios años de disturbios desencadenados después de las protestas vinculadas a la Primavera Árabe en el país contra el líder veterano yemení Ali Abdullah Saleh. Arabia Saudí y sus aliados respondieron a la guerra de Yemen lanzando una campaña aérea para desalojar a los hutíes, que han lanzado misiles y ataques con drones contra los centros de producción de petróleo saudíes en los últimos años.
El anuncio se produce mientras los dirigentes de Arabia Saudí se mantienen en pie de guerra con la OPEP y otros países productores de petróleo en un acuerdo que limita el aumento de la producción. Los productores de petróleo de los países del Golfo se han resistido hasta ahora a las presiones del gobierno de Biden para que bombeen más crudo y ayuden a bajar los precios del petróleo, que se han disparado en medio de la guerra de Rusia contra Ucrania.
Los hutíes se reivindicaron la responsabilidad de un sofisticado ataque en septiembre de 2019, que Estados Unidos y Riad atribuyeron posteriormente a Irán. Incluso después de que una metralla atravesara la crítica instalación de procesamiento de petróleo de Abqaiq, Arabia Saudí no lanzó una advertencia similar sobre su responsabilidad en el suministro mundial de petróleo y los precios oscilantes. En su lugar, el país subrayó que volvería rápidamente a los niveles normales de producción.
Hasta el lunes por la tarde, los precios de la gasolina en Estados Unidos se mantenían en niveles históricamente altos, según los datos publicados por el grupo automovilístico AAA. El precio promedio del galón en todo el país se sitúa en torno a los 4.25 dólares.
Los medios de comunicación estatales saudíes afirmaron que los militantes hutíes atacaron la planta de Aramco en Jeddah, sin causar víctimas. El alcance global de los daños en las instalaciones seguía sin estar claro. El Ministerio de Energía saudí reconoció un descenso temporal de la producción de petróleo en la planta de Yanbu, de 400,000 barriles diarios, sin dar más detalles.
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional del presidente Joe Biden, condenó los ataques en un comunicado el domingo.
«Los hutíes lanzan estos ataques terroristas con la ayuda de Irán, que les suministra componentes de misiles y vehículos aéreos no tripulados, entrenamiento y experiencia», dijo Sullivan, refiriéndose a los vehículos aéreos no tripulados, también conocidos como drones.
Con información de The Associated Press.
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