La policía arrestó a algunos alborotadores en Portland la noche del jueves después que se dirigieran a una oficina del sheriff e ignoraran las advertencias de no entrar en la propiedad.
El grupo se reunió en el parque antes de marchar hacia Penumbra Kelly Building al sudeste de Portland alrededor de las 9:30 p.m. El evento fue organizado por grupos vinculados a Antifa, una red de extrema izquierda anarcocomunista.
La gente bloqueó la calle frente al edificio de la Oficina del Sheriff del Condado de Multnomah y entró a la propiedad a pesar de las advertencias de enfrentarse al arresto o al control antidisturbios si invadían la propiedad privada.
Otros en la muchedumbre arrojaron piedras y otro proyectiles al edificio, los policías y los vehículos policiales. Alguno hicieron grafitis en el edificio.
Justo antes de la medianoche, los policías finalmente enfrentaron a la muchedumbre, arrestando a quienes lanzaron piedras, de acuerdo con un resumen de los incidentes de la Oficina de la Policía de Portland. Dos personas fueron arrestadas: Sean Devlin O’Neill, de 29 años, por vandalismo y conducta desordenada, y Amanda Lundbom, de 37 años, por interferir con un policía y no mostrar su licencia de conducir.
Un video mostró un auto pasando a toda velocidad entre la multitud, encendiendo la furia. Los policías encontraron el auto y citaron al conductor.
Los oficiales se dirigieron a los llamados vehículos de apoyo, los cuales incluían vehículos sin placa o con cinta adhesiva cubriendo las placas que estaban colocados transversalmente en las calzadas para ayudar a los alborotadores a cerrar las calles. Varios fueron citados y uno fue remolcado.
La mayor parte de la multitud se esfumó para las 2 a.m.
La multitud lamentaba la muerte de Michael Reinoehl, asesinado por agentes de policía en el estado de Washington la noche del jueves. Reinoehl era sospechoso del asesinato de un hombre en el centro de Portland durante el fin de semana.
«Justo esta noche ellos mataron a nuestro hermano Mike», dijo un hombre.
Reinoehl era partidario de Antifa y Black Lives Matter, dijo a inicios del verano que estaba preparado para ir a «la guerra». En una entrevista grabada en los últimos días, el hombre afirmó que mató de un tiro a Aaron «Jay» Danielson el sábado en «defensa propia».
Protestas y disturbios han tenido lugar todas las noches en Portland desde el 28 de mayo.
El jueves pasado, la policía anunció el arresto de Bryan Michael Kelley, de 36 años, quien, según dijeron, estuvo involucrado en actividades delictivas alrededor del ayuntamiento la semana pasada.
Kelley supuestamente dirigió la luz de un láser a los ojos de un policía. Fue fichado por los cargos de agresión, uso ilegal de un arma y apuntar ilegalmente la luz de un apuntador láser.
«Una agresión a la policía es una agresión a la comunidad que hemos jurado proteger. Felicito a los oficiales ahí afuera cada día y noche, y a los detectives cuyo seguimiento hace posible arrestos como este. Cualquiera que se esconda detrás de protestas legítimas para cometer actos de violencia debe saber que las investigaciones siguen adelante incluso si se le libera después de su arresto inicial», dijo el jefe de policía Chuck Lovell en una declaración.
El FBI recientemente cambió su personal para hacer frente a la continua violencia en la ciudad más grande de Oregon.
Las investigaciones de la oficina han dado lugar a cinco cargos por desorden civil, incluido uno contra un hombre que había sido arrestado durante cuatro noches de disturbios pero que solo fue acusado una vez por los fiscales locales.
Las tropas de la Policía Estatal de Oregon (OSP) regresaron a la ciudad después de la muerte de Danielson.
El Servicio de Alguaciles de EE.UU. delegó a muchos de ellos como alguaciles federales en otro aparente esfuerzo por eludir un reciente cambio de política del fiscal de Distrito del Condado de Multnomah, Mike Schmidt.
Schmidt anunció el mes pasado que su oficina probablemente no perseguirá varios cargos, incluyendo los disturbios y la conducta desordenada.
«Esta política reconoce que los factores que llevan a perpetrar actividad criminal durante una protesta son increíblemente complejos. Los manifestantes están enojados, sí, profundamente frustrados con lo que perciben como desigualdades estructurales en nuestras estructuras sociales básicas. Y esta frustración puede escalar a niveles que violan la ley», dijo Schmidt a los periodistas.
«La OSP no critica a ningún funcionario y respetamos la autoridad del fiscal de Distrito, pero para cumplir con el encargo de la gobernadora de poner fin a la violencia utilizaremos todos los métodos legales a nuestra disposición», dijo un portavoz de la policía estatal a The Epoch Times esta semana.
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