El padre de un niño de 14 años acusado de matar a tiros a cuatro personas y herir a otras nueve en un instituto de Georgia el 4 de septiembre fue detenido y se enfrenta a múltiples cargos, anunció la Oficina de Investigación de Georgia.
Colin Gray, el padre de 54 años del sospechoso, Colt Gray, fue acusado de cuatro cargos de homicidio involuntario, dos cargos de asesinato en segundo grado y ocho cargos de crueldad hacia los niños, según informaron las autoridades en una publicación en X el 5 de septiembre.
En una publicación de seguimiento, la policía dijo que el padre del sospechoso «permitió a sabiendas que su hijo, Colt, tuviera el arma».
«Este es un momento muy difícil para los estudiantes y los padres y muchos tienen miedo», dijo la policía. «Es probable que hayan visto informes de incidentes de otros estudiantes que hicieron amenazas hoy en escuelas alrededor de GA. En cada uno de estos incidentes, la policía tomó cargos e hizo arrestos ya que tomamos cada asunto en serio.»
En Georgia, asesinato en segundo grado significa que una persona ha causado la muerte de otra cometiendo crueldad en segundo grado contra niños, independientemente de la intención.
Se castiga con penas de 10 a 30 años de prisión. El homicidio doloso y el asesinato con alevosía conllevan una pena mínima de cadena perpetua.
El homicidio involuntario significa que alguien causa involuntariamente la muerte de otra persona.
No está claro si Colin Gray tiene representación legal.
Los cargos contra el padre se producen después de que su hijo fuera acusado de cuatro cargos de delito grave de asesinato en relación con el tiroteo en la Escuela Secundaria Apalachee en Winder en el que murieron dos estudiantes y dos profesores.
Las cuatro víctimas fueron identificadas como Richard Aspinwall, de 39 años, Christina Irimie, de 53 años, Mason Schermerhorn, de 14 años, y Christian Angulo, de 14 años.
Al menos otras nueve personas resultaron heridas en el ataque y fueron trasladadas al hospital para recibir tratamiento, pero se espera que se recuperen, según la policía.
El sospechoso «hizo amenazas» en internet
Hasta el momento, no se ha establecido el motivo del tiroteo, y la policía no ha dicho cómo el sospechoso obtuvo el arma.
Según la policía, el sospechoso entró en la escuela por la mañana y empezó a abrir fuego antes de rendirse cuando se enfrentó al oficial de recursos escolares de la Oficina del Sheriff del Condado de Barrow.
La policía ha dicho que planea procesar como adulto al menor de los Gray, que está detenido en un centro de detención juvenil regional.
En mayo de 2023, la oficina del sheriff del condado de Jackson entrevistó a Colt Gray y a su padre después de que el Centro Nacional de Operaciones de Amenazas del FBI recibiera múltiples pistas anónimas sobre publicaciones en internet en las que se amenazaba con cometer un tiroteo en una escuela y a una hora no identificadas, según un comunicado del FBI del 4 de septiembre.
Las amenazas en línea contenían fotografías de armas, y las amenazas fueron publicadas en un sitio de juegos, dijo el FBI.
Los agentes del FBI determinaron que la publicación se originó en Georgia, y la oficina del sheriff del condado de Jackson localizó al menor que creían que podía haber realizado las amenazas.
Durante la entrevista con el menor y su padre, el chico -que tenía 13 años en ese momento- negó haber hecho las amenazas en línea, dijo el FBI. El padre del menor también dijo que había armas de caza en el domicilio familiar, pero afirmó que su hijo «no tenía acceso a ellas sin supervisión».
En ese momento, la policía no encontró ninguna causa probable para la detención o para tomar cualquier acción adicional de aplicación de la ley a nivel local, estatal o federal, dijo el FBI.
Los cargos contra Colin Gray se producen después de que Jennifer y James Crumbley, padres de Michigan, se convirtieran en los primeros progenitores de Estados Unidos considerados penalmente responsables de un tiroteo escolar cometido por su hijo, tras ser condenados en abril por homicidio involuntario.
Su hijo mató a cuatro de sus compañeros en el instituto de Oxford en 2021.
Los padres fueron condenados a entre 10 y 15 años por no tomar las medidas adecuadas para asegurar un arma de fuego en su casa e ignorar las señales del deterioro de la salud mental de su hijo.
Con información de Associated Press
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