Hace dieciséis años, el maestro de artes marciales Youfu Li empezó a presidir la Competencia Internacional de Artes Marciales Tradicionales Chinas NTD, en una misión compartida de revivir una forma de arte que quedó reducida a cenizas. Este año, se observó un nuevo crecimiento y una visión de lo que algún día puede dar frutos.
NTD, un canal de televisión fundado por estadounidenses de origen chino que huyeron del comunismo, son las siglas de Nueva Dinastía Tang, una referencia a la edad de oro de China. El concurso pretende revivir las artes marciales tradicionales chinas, que prácticamente se perdieron cuando China cayó en el comunismo y luego fueron destruidas deliberadamente por el Partido Comunista Chino (PCCh) durante y después de la Revolución Cultural.
Desde el 30 de agosto hasta el 2 de septiembre, 91 artistas marciales se reunieron en Waldwick, Nueva Jersey, en la 8ª Competencia Internacional de Artes Marciales Tradicionales Chinas NTD.
Lo que queda hoy son alguno de los movimientos físicos y rutinas de algunos estilos tradicionales, pero existen muy pocos maestros que puedan enseñar la forma original de ejecutarlos junto con el componente mental y espiritual y la filosofía que hay detrás de los movimientos, y mucho menos las técnicas secretas de esos estilos, que nunca se escribieron.
«Hoy en día, las artes marciales tradicionales están completamente perdidas y ya nadie las practica en su forma original», afirma Li.
Pueden parecer palabras duras de un juez de competencia cuya misión es revivir el arte, pero, dice, «si aún tuviéramos estas artes, bueno, entonces no necesitaría hacer esto para intentar revivirlas».
Un ejemplo: en 2022, Li dejó atónitos a los participantes al anunciar que no habría ganador del premio de oro. Los artistas marciales habían viajado desde muy lejos para participar, y no era típico que una competencia de artes marciales dejara su premio principal desierto.
Lo más destacado de las semifinales de la competencia de artes marciales tradicionales chinas del NTD
Li explicó sus normas y su visión, e imploró al público que se esforzara por alcanzar la esencia de las verdaderas artes marciales tradicionales chinas.
Este año, la competencia concedió dos medallas de oro.
Virtud marcial
La esencia de las artes marciales tradicionales es la «virtud marcial», que, según Li, proporciona a los artistas marciales una hoja de ruta que puede guiar su práctica de las artes marciales a reinos superiores, incluso superando algún día las formas originales perdidas.
«La virtud marcial es prevenir el mal y promover el bien», dijo Eike Opfermann, que ganó el oro en la categoría de armas masculinas con la espada qimen. «También es no tener miedo ante el mal, no engañar ante el bien, y ser humilde».
«Estos son como los términos generales, te dan aquello por lo que debes esforzarte. Luego intentas encarnarlo en toda tu vida diaria», dijo. «Se trata de lealtad, se trata de compasión, se trata de tolerancia, verdad, todos estos valores reales y tradicionales».
Opfermann creció en un hogar de artes marciales y empezó a practicar artes marciales chinas tradicionales a los 8 años, pero lo dejó a los 18 para practicar otros deportes. Sus compañeros le preguntaban cómo era capaz de rendir tan bien en un nuevo deporte, y Opfermann se dio cuenta de la sólida base que le habían proporcionado las artes marciales. Los estilos tradicionales chinos de artes marciales son métodos de movimiento basados en un profundo conocimiento del cuerpo humano, y cada estilo tiene una filosofía detrás de los movimientos.
«En realidad, es algo que te entrena y te desarrolla», afirma. «El wushu [artes marciales] en realidad me da la libertad más sensacional; me siento libre en mis movimientos, y eso se refleja en mi mente y mi cuerpo».
Opfermann volvió a las artes marciales con un nuevo aprecio por el arte y por la virtud marcial.
«Eres un artista marcial no solo cuando estás en el escenario, no solo cuando estás practicando, eres un artista marcial todo el tiempo», dijo. «Cuando duermes eres un artista marcial, si estás en el trabajo eres un artista marcial, si entrenas eres un artista marcial».
Sophie Li participa en la final de la Competencia Internacional de Artes Marciales Tradicionales Chinas de NTD en Waldick, Nueva Jersey, el 2 de septiembre de 2024. (Larry Dye/The Epoch Times)
Efectuar un renacimiento
«En realidad, no solo buscamos recuperar estas artes. Intentamos crear un renacimiento», afirma Li.
Si Li lo consigue, habrá hecho historia.
Nacido en la década de 1960, el primer maestro de artes marciales de Li le enseñó mientras estaba bajo arresto domiciliario por los comunistas. Durante su estancia en China, Li vio —y practicó— la clase de artistas marciales que podían realizar proezas aparentemente imposibles. Pero también fue testigo de la destrucción del arte, ya que el PCCh se apropió de estas formas antiguas y utilizó las técnicas físicas para entrenar a luchadores y atletas, afirmando que estas formas contemporáneas eran verdaderas artes marciales.
Las artes marciales contemporáneas no enseñan la virtud marcial y, en consecuencia, carecen también de la base mental y espiritual que hace de las artes marciales tradicionales un estudio del potencial del cuerpo humano. A estos practicantes no se les inculca ni la obligación de no dañar nunca a un inocente, ni el conocimiento de cómo prevenir sus propias lesiones.
Tras varias violentas campañas comunistas para acabar con todas las artes tradicionales chinas, quedaron pocos artistas marciales tradicionales, y aún menos conocedores de esas técnicas secretas transmitidas de maestro a discípulo durante milenios. Algunos huyeron a las montañas con la esperanza de guardar sus secretos para una generación posterior, dijo Li, pero en los últimos años, estos artistas marciales de 80 años o más fueron falleciendo uno a uno.
Li, médico de medicina tradicional china de profesión, dedicó muchos años a su misión de revivir las artes marciales tradicionales chinas, dando charlas sobre la virtud marcial a comunidades de artes marciales de todo el mundo.
En 2008, encontró un socio en la NTD. La competencia proporciona una plataforma que reune artistas marciales de todo el mundo, y los inspira hacia el camino de la tradición.
Ta-yen Liu ganó el oro en la categoría de armas masculinas en 2019, lo que significó que ya no volvería a competir en esa categoría en futuras competencias. En 2022, participó en la categoría sin armas y ganó una medalla de bronce.
Ese año, cuando Li dijo que no habría premio de oro, tuvo el efecto deseado en Liu. Aunque sorprendido al principio, Liu se sintió inspirado por las altas expectativas que Li tenía para todos y se propuso mejorar aún más de lo que se había propuesto en un principio. El 2 de septiembre, Liu ganó el oro en la categoría masculina sin armas usando el estilo xingyi.
«Mi objetivo es alcanzar los niveles de esos legendarios maestros antiguos, y luego nuevas cotas», dijo Liu.
Liu es de Taiwán, donde las artes marciales chinas se practican ampliamente; creció leyendo populares historias de ficción sobre antiguos héroes de las artes marciales y recibió clases de artes marciales en un programa extraescolar. No fue hasta que conoció a un profesor que se había criado en una aldea Shaolin y que impresionó a Liu por su habilidad y su carácter reservado, que Liu pensó en tomárselo en serio. Fue más tarde aún cuando Liu asistió a una charla de Li y comprendió mejor la pérdida de las artes marciales tradicionales y la misión de revivirlas.
Hoy, Liu también es profesor de artes marciales y atiende a alumnos de todas las edades. La gente suele venir a aprenderlas como una forma de ejercicio, o porque tienen algún interés en las artes marciales, dijo, pero a medida que practican y ven beneficios en su forma física, fortaleza mental, estabilidad emocional y muchas otras cosas, la gente suele interesarse también por la virtud marcial, o por aprender más profundamente sobre la cultura tradicional china.
Un renacimiento llevará tiempo, gente que quiera aprender, suficientes profesores adecuados, instalaciones y muchos recursos, dijo Liu. Pero Li y el concurso NTD como plataforma sentaron las bases para hacerlo posible, afirmó, y él se compromete a contribuir a ello.
Hacia la tradición
Shao-Hsuan Chen ganó el bronce tanto en la competencia de 2019 como en la de 2022 en la categoría de armas masculinas, y esta vez fue galardonado con la plata.
En esas dos competencias anteriores, Chen dijo que había añadido algunos movimientos a sus rutinas para que su actuación fuera más entretenida. En 2022, Li le dijo después de la competencia que el NTD valora las artes marciales tradicionales y la fidelidad a la forma. Eso fue como una llamada de atención para Chen.
«Reflexioné sobre la influencia de estos estilos modernos y lo mucho que me había desviado de mi camino original», dijo Chen.
Chen dijo que era un niño un poco travieso que se metía en peleas, pero eso le llevó a matricularse en clases de artes marciales, lo que provocó un cambio en su forma de ver el uso de la fuerza. Lo que le atrajo de las artes marciales chinas tradicionales fue el estado de paz que requerían, sin que ello fuera en detrimento de otros aspectos, como la fuerza, la agilidad o la contundencia.
Pero las competencias de artes marciales chinas actuales diluyeron el valor de las artes marciales chinas tradicionales, dijo Chen. Participó en competencias grandes y pequeñas, por todo Taiwán y China. De todas ellas, la de NTD es la única que se mantuvo firme en su misión de revivir la tradición, dijo.
«Este es el camino correcto», dijo. «Y utilizar una forma de competencia para hacerlo, esto tiene un impacto en nosotros los artistas marciales y cambia la dirección para nosotros».
Chen dice que es el camino correcto porque las artes marciales tradicionales hacen hincapié en la virtud marcial. Desde la perspectiva de un artista marcial, que en la antigüedad fuera un soldado, el saber que tienes la capacidad y la fuerza para quitar una vida te muestra lo frágil que es la vida humana, lo que lleva a uno a tener la determinación de proteger, dijo. Y cuando te das cuenta de que tienes la fuerza y la capacidad de protegerte, también adquieres la conciencia de que nunca te pueden acorralar y, por tanto, no necesitas tener miedo, afirmó.
Chen explicó que no hace mucho se produjo un incidente en Taiwán, un asaltante sacó un cuchillo en un lugar público y un hombre intentó detenerlo desarmado. Al final, un grupo de personas desarmó al agresor y nadie resultó herido. Después, algunos miembros de la comunidad de las artes marciales pidieron a los que podían que ayudaran de forma proactiva a los que no podían defenderse. Esto provocó división, con reacciones en línea de quienes pensaban que era un consejo peligroso.
«Por supuesto, nadie está diciendo a la gente que vaya por personas con armas a mano limpia», dijo Chen. «Pero en Taiwán hay tanta gente que sabe artes marciales… ¿dónde está la voluntad de detener el mal? ¿de proteger a los inocentes?».
«Espero que todos los que estudian artes marciales puedan tener algún efecto positivo», dijo Chen.
Puede que pasen varias generaciones antes de que se pueda mirar atrás y declarar sin lugar a dudas que se produjo un renacimiento, pero por muchos años que pasen antes de que un artista marcial alcance o supere el nivel de los antiguos maestros u obtenga esas técnicas perdidas, está claro que Li ya creó un efecto dominó positivo.
El año pasado, el Fuxin College abrió sus puertas en el sur de California con la misión de revivir las artes marciales tradicionales chinas, y Li desempeñó un papel decisivo.
Wendy Wang, medalla de bronce en la categoría de armas femeninas con la espada qimen, dijo que se enteró de la existencia de la escuela de forma fortuita un día antes de su apertura. Inscribió a su hija, a su hijo pequeño y a ella misma, y lleva practicando artes marciales aproximadamente un año.
«La transformación es enorme», afirma.
Wang dijo que quería que sus hijos participaran porque quería que se beneficiaran de la cultura tradicional, y por su propia forma física. Esos beneficios se manifestaron rápidamente. En el caso de sus hijos, el cambio es evidente en su fuerza, movilidad y franqueza, tanto en su porte físico como en su carácter. En ella misma, los problemas hepáticos y renales se resolvieron, su postura cambió y pudo sentir cómo un nervio que va de la cabeza al intestino se activaba y funcionaba óptimamente.
«Es completamente diferente de las artes marciales contemporáneas. Se trata de un estudio holístico del cuerpo humano, también relacionado con el estudio de la vida, la naturaleza y el universo», afirma. «Es recto y adquieres la capacidad de aprender y comprender muy rápidamente incluso cosas muy complejas. Mental, espiritual y físicamente, hay un rejuvenecimiento evidente.
«Estás muy alerta. Creo que se debe al entrenamiento de la quietud en medio del movimiento», afirma Wang. «En realidad creo que es extremadamente relevante para nosotros que vivimos en este mundo moderno».
Con informacion de Sarah Lu y Juliet Song
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