NUEVA YORK—Una asesora de arte neoyorquina que llegó a tener al actor Leonardo DiCaprio entre sus acaudalados clientes se declaró culpable el jueves de fraude electrónico, admitiendo haber estafado a una docena de clientes por valor de 6.5 millones de dólares en la venta de 55 obras de arte.
Lisa Schiff, de 54 años y residente en Manhattan, se declaró culpable ante una corte federal, aceptando que desvió dinero de clientes desde 2018 hasta mayo de 2023 para pagar gastos personales y de negocios.
Mientras declaraba ante el juez J. Paul Oetken en Manhattan, Schiff aceptó renunciar a 6.4 millones de dólares. La sentencia fue fijada para el 17 de enero. Aunque el fraude electrónico conlleva una condena potencial de 20 años de prisión, un acuerdo de culpabilidad con los fiscales recomienda un rango de sentencia de 3 1/2 a 4 1/4 años de prisión.
Su abogado, Randy Zelin, dijo que Schiff «trabajará ahora para demostrar a la corte y al mundo que no solo acepto su responsabilidad, sino que se encuentra arrepentida. Se siente humilde. Está dispuesta a hacer todo lo posible para corregir sus errores».
Schiff defraudó a los clientes de su empresa de asesoramiento artístico, Schiff Fine Art, embolsándose los beneficios de la venta de sus obras de arte o de los pagos que hacían para comprar arte, dijo el fiscal federal Damian Williams en un comunicado.
«En lugar de utilizar los fondos de los clientes como había prometido, Schiff utilizó el dinero robado para financiar un lujoso estilo de vida», dijo.
Según los documentos judiciales, Schiff estafaba a sus clientes vendiéndo obras de arte que les pertenecían sin avisarles o aceptando su dinero para comprar obras que ella no había comprado.
Para ocultar el fraude, mentía a los clientes y a veces adjudicaba los retrasos en los pagos que debía a las galerías a clientes que supuestamente aún no habían enviado su dinero, aunque sí lo habían hecho, según las autoridades.
Mientras tanto, vivía opulentamente y acumulaba importantes deudas estafando al menos a 12 clientes, a un artista, a la herencia de otro artista y a una galería por valor de 6.5 millones de dólares.
En una presentación ante la Corte de Quiebras de EE.UU. en Manhattan a principios de esta semana, los abogados de varias víctimas dijeron que un ingreso anual de siete cifras para Schiff aparentemente no era suficiente para cubrir «un estilo de vida aún más extravagante que ella simplemente no podía permitirse».
Los abogados dijeron que vivía en un apartamento de 25,000 dólares al mes, gastó 2 millones de dólares en alquilar un espacio innecesario para su negocio y se fue de compras por Europa a boutiques de diseño mientras se alojaba en hoteles de lujo. En unas vacaciones, dijeron, alquiló una villa griega, un yate y un helicóptero.
«Todo ello se financió con dinero robado», escribieron los abogados, que afirmaron que engañaba a sus clientes diciéndoles que los consideraba de su familia y que les decía repetidamente que los quería, mientras trataba su dinero como “su alcancía personal”.
Finalmente, escribió a al menos siete de sus clientes, diciendo que había «caído en tiempos financieros increíblemente difíciles», dijeron los abogados, llamándola «un fraude y nada más que una ladrona común».
El fraude fue revelado en mayo de 2023 cuando Schiff, incapaz de ocultarlo a medida que crecían las deudas, confesó a varios clientes que les había robado su dinero, dijeron los fiscales.
Zelin dijo que él y su cliente explicarán las causas del fraude cuando presente sus argumentos antes de la sentencia.
Schiff quedó en libertad bajo fianza de 20,000 dólares tras su declaración de culpabilidad.
Zelin dijo que su cliente trabajará con los fiscales federales, la Corte de quiebras y cualquier otra persona para recuperar el dinero y poder «sacar algo bueno de todo esto para todos».
En cuanto a las víctimas, dijo: «Lisa está de su lado, pero Lisa no busca que nadie esté de su lado».
«Aprovecharemos esta oportunidad para un segundo acto en la vida de Lisa», dijo Zelin.
El abogado dijo que los abogados de Schiff originalmente dijeron a los fiscales estatales en Nueva York sobre el fraude antes de que las autoridades federales se involucraran porque Schiff quería «tomar un desastre y tratar de hacer lo correcto».
En el juicio, dijo Zelin, su cliente admitió haber mentido a los clientes, ya que el dinero que se les debía por la venta de obras de arte no les fue entregado. Dijo que también admitió haber dicho mentiras a los clientes para que no preguntaran dónde estaban sus obras de arte.
Por Larry Neumeister
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