Asesores científicos del Presidente advierten: China supera a EE.UU. en investigación científica

Por BONNIE EVANS
18 de febrero de 2020 6:25 PM Actualizado: 18 de febrero de 2020 6:25 PM

WASHINGTON D.C.—La Dra. Julia Philips, integrante del Consejo Nacional de Ciencias (NSB, por sus siglas en inglés), dijo que «durante 70 años nosotros [los Estados Unidos] hemos sido el líder indiscutible en la ciencia y la tecnología (C&T)».

Ahora eso está cambiando, continuó.

Durante una reunión en la Casa Blanca en el Consejo Presidencial de Asesores en Ciencia y Tecnología (PCAST, por sus siglas en inglés) y la NSB el 4 de febrero, Phillips dijo: «Debemos aceptar estos cambios o corremos el riesgo de quedarnos atrás».

Calificando la reunión como un «momento histórico», el Dr. Kelvin Droegemeier, Presidente del PCAST, Director de la Oficina de Política Científica y Tecnológica, y en ese papel, también Asesor Científico del presidente de Estados Unidos, destacó otra diferencia entre el PCAST y el NSB.

«El PCAST no tiene dinero», dijo. Los miembros del PCAST son todos voluntarios nombrados por el presidente.

En contraste con el Consejo Nacional de Ciencias, que tiene un presupuesto de 8.200 millones de dólares para administrar investigaciones y premios del NSF.

China supera a Estados Unidos en investigación

No solo tiene más actores a nivel mundial en la ciencia y la tecnología (C&T), sino que Estados Unidos ha sido víctima de la complacencia.

Es probable que China ya supere a Estados Unidos en gastos de ciencia y tecnología. El punto de cruce se produjo en 2019, según los datos disponibles.

No es que el gasto de Estados Unidos en ciencia y tecnología haya disminuido; de hecho, está creciendo, dijo Phillips.

El gasto global, sin embargo, «está creciendo mucho más rápido y, por lo tanto, nuestro porcentaje está disminuyendo».

Estados Unidos, en todos los sectores, gasta 548.000 millones de dólares al año en investigación científica y tecnológica. Pero China puede estar gastando hasta 200 mil millones más.

De hecho, China ha sido responsable de casi un tercio del crecimiento mundial total de la investigación en ciencia y tecnología. «Han aprovechado los resultados positivos de nuestra inversión» en su país, dijo Phillips.

«Reconocen una cosa buena cuando la ven», añadió.

Sin embargo, al desglosar las pautas de gasto entre los diferentes tipos de investigación que se realizan a nivel mundial, Estados Unidos gasta más que ningún otro país en investigación «fundamental», un término utilizado por la comunidad científica estadounidense que abarca tanto la «investigación básica» como la «investigación aplicada».

La investigación básica se realiza para adquirir conocimientos puramente nuevos.

La investigación aplicada se dirige no sólo a adquirir nuevos conocimientos sino también a dirigir esos conocimientos a una aplicación específica, como la creación de un nuevo producto.

En 2017, Estados Unidos gastó 92.000 millones de dólares solo en investigación básica, según Phillips.

China, en cambio, gastó solo en investigación básica 27.000 millones de dólares. La RPC está centrando su inversión en la investigación experimental y de desarrollo, dijo Phillips.

Estas cifras sugieren que el objetivo de China es tomar los conocimientos existentes y los nuevos desarrollados en otros países, para luego desarrollarlos, mejorarlos y convertirlos en aplicaciones prácticas para su propio uso.

Publicaciones y patentes

Sin embargo, China no solo supera a Estados Unidos en el gasto total en investigación y desarrollo.

Las pautas de publicación muestran que la contribución de China a los trabajos de investigación se ha multiplicado por más de diez desde 2000, superando a Estados Unidos en «cantidad absoluta», informa Phillips.

«La cantidad no es toda la historia. Estados Unidos tiene una ventaja significativa en términos de la mayoría de las investigaciones citadas, dijo.

Pero incluso dentro del conjunto de investigaciones publicadas en Estados Unidos, Phillips dijo que el 26% fue en colaboración con investigadores chinos.

Sin embargo, las actividades de investigación y desarrollo de China no se limitan solo al gasto y las publicaciones.

La actividad de patentes es otra medida. Las solicitudes de patentes chinas a la Oficina de Patentes de Estados Unidos «crecieron explosivamente en la última parte del siglo XX», informa el NSB.

Y del conjunto de patentes chinas, el 63% se refiere a la ingeniería eléctrica, lo que indica que China se centra en el desarrollo de aplicaciones y productos para maquinaria, radares y sistemas de navegación y sistemas de comunicaciones, entre otros.

Hoy en día, China tiene el mayor número de patentes internacionales, según informaron los miembros del NSB.

Lo que el NSB no dijo directamente, sino que dio a entender en gran medida, es que el gasto en Investigación y desarrollo tecnológico y la actividad de patentes de China se orienta al desarrollo de productos que se pueden utilizar no solo en aplicaciones civiles sino también militares.

Un miembro del PCAST, sin embargo, comentó abiertamente la posición en la que se encuentra Estados Unidos.

«Cuando veo la inversión en otros países, me pregunto cuánto de esa inversión se dirige hacia nosotros como un ataque», dijo Cathy Bessant.

Bessant es la directora de tecnología del Bank of America, con sede en Charlotte, Carolina del Norte. Es una integrante de PCAST.

Bessant continuó diciendo, «tenemos que pensar en la defensa».

«El conocimiento de lo que defiendo cada día en nombre de nosotros y de los clientes» me mantiene despierta en la noche, dijo.

«¿Cuánto de su dinero vendrá a atacarnos?» Bessant preguntó a los principales asesores de política científica del gobierno de Estados Unidos.

Iniciativa Cinturón y la Ruta

A partir de los datos sobre China «vemos claramente una tremenda inversión en la construcción y propiedad de su propia infraestructura de tecnología de la información», dijo Shannon Blunt de la Universidad de Kansas.

«Desde los sistemas, el software y la inteligencia artificial», China ha estado funcionando a «un ritmo y aceleración asombrosos, y lo sentimos directamente en la industria», añadió.

La cuestión no es solo lo que se está construyendo, sino las políticas que China está estableciendo, dijo.

«Por medio de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta, China tiene 69 países involucrados, y los tiene desarrollando diferentes estándares» de los que se encuentran en Estados Unidos y otros países occidentales, dijo Blunt. Eso significa que «ahora vendemos en dos estándares y sistemas diferentes».

Blunt se refiere a la iniciativa de la «Ruta de la Seda Digital», un subprograma del Cinturón y la Ruta que apoya la exportación de la infraestructura digital a los países involucrados en toda Asia, el Oriente Medio y África.

Esa infraestructura es desarrollada y producida por China, escribe Clayton Cheney, en una publicación sobre Asuntos Exteriores. China está «utilizando instituciones multilaterales para establecer normas tecnológicas relacionadas con la infraestructura de las telecomunicaciones y promover el principio de la cibersoberanía en los foros de las Naciones Unidas».

Blunt continuó diciendo que además, estamos «obligados a transferirles nuestro software y códigos fuente» cuando vendemos tecnología en China.

En el mundo del fondo de capital de riesgo, Blunt dice, «CFIUS [El Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos] ha ayudado a minimizar» la inversión china en Estados Unidos, pero «también la ha empujado a las sombras».

«Lo que encontramos», dijo, es que para cuando se solicita el capital de riesgo en estas nuevas empresas, «múltiples inversiones chinas ya están allí».

«Sugiero», añadió, «que los valores sobre los que estamos construyendo son la colaboración abierta, y un enfoque abierto de la ciencia, y eso no puede cambiar. Eso nos mantiene más fuertes».

«Pero tenemos un adversario que toma un enfoque completamente diferente. Están trabajando en un mundo coordinado y colaborativo. Mattis dijo que es una guerra fría económica», refiriéndose a James Mattis, el exsecretario de Defensa de EE.UU. y general retirado del Cuerpo de Marines.

«Así que cuando hablamos de asociaciones, tenemos que superar esto. La industria, las universidades, los laboratorios federales, la Fundación Nacional de Ciencias… tenemos que experimentar con una estructura donde todos estos puedan colaborar de manera abierta».

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