Texas se ha convertido en el último estado en romper sus lazos con la Asociación Nacional de Juntas Escolares (NSBA) después de que una investigación interna revelara más detalles sobre el esfuerzo del grupo nacional para trabajar con la Administración de Biden para centrarse potencialmente a los padres preocupados.
La Asociación de Consejos Escolares de Texas (TASB) dijo el lunes que había estado «supervisando activamente» la forma en que la NSBA manejó las repercusiones causadas por una carta (pdf) enviada al presidente Joe Biden el 29 de septiembre de 2021, en la que se calificaban las interrupciones en las reuniones de los consejos escolares como «una forma de terrorismo doméstico y crimen de odio».
En la carta, la NSBA alegaba además que «las escuelas públicas y sus líderes educativos están bajo una amenaza inmediata», e instaba al gobierno federal a invocar las leyes antiterroristas para sofocar las «turbas enfurecidas» de padres que pretendían responsabilizar a los funcionarios de las escuelas por la enseñanza de la teoría crítica de la raza y otras formas de marxismo y por imponer a sus hijos los mandatos de uso de mascarillas por el COVID-19.
La carta también sirvió de base para un memorándum del Departamento de Justicia, que ordena a las fuerzas del orden federales que colaboren con las autoridades locales para hacer frente a un presunto «aumento preocupante» de las amenazas de violencia contra maestros y directivos escolares.
El 20 de mayo, tras casi ocho meses de controversia, la NSBA publicó finalmente un informe sobre las circunstancias que rodearon la famosa carta sobre «terrorismo doméstico». La sección de Texas, sin embargo, dijo que no solo no estaba impresionada por el informe, sino que decidió poner fin a su pertenencia a la NSBA debido a lo que el informe revelaba.
«Con este informe ahora disponible, está claro que los procesos y controles internos de la NSBA no cumplen con las prácticas de buena gestión que la TASB espera y requiere en una organización miembro», dijo el director ejecutivo de la TASB, Dan Troxell.
Según el informe de 55 páginas (pdf) elaborado por investigadores externos, un primer borrador de la carta llegaba a pedir al gobierno de Biden que llamara a la Guardia Nacional para que vigilara las reuniones de los consejos escolares.
«Pedimos que la Guardia Nacional del Ejército y su Policía Militar se desplieguen en ciertos distritos escolares y eventos relacionados donde los estudiantes y el personal de la escuela han sido objeto de actos y amenazas de violencia», decía en parte el borrador, según el informe.
El informe también incluye una cronología detallada de cómo se elaboró la carta, incluyendo qué funcionario de la NSBA, en qué momento, hizo qué comentarios o ediciones con respecto al contenido de la carta. Según el informe, el entonces jefe interino Chip Slaven se refirió originalmente a los padres que expresaban su oposición a las políticas escolares como «conspiradores». El término fue sustituido por «individuos y grupos de odio» en el borrador final.
Además, el informe confirmó que Mary Wall, una asesora principal de Biden, tenía «conocimiento previo de la carta prevista y de su contenido específico» y siguió manteniendo conversaciones con Slaven sobre la carta durante su redacción.
Según el informe, Slaven habló con Wall sobre sus preocupaciones y pidió ayuda a la Casa Blanca ya el 9 de septiembre de 2021, el mismo día en que dirigió a algunos ejecutivos de la NSBA para que trabajaran en lo que sería la carta sobre «terrorismo doméstico». El 21 de septiembre, Slaven, a petición de Wall, le proporcionó una lista de «ejemplos atroces» de presuntas amenazas e interrupciones de los consejos escolares, para que los funcionarios de la Casa Blanca pudieran «incluir» el contenido previsto de la carta en las conversaciones con los funcionarios del Departamento de Justicia el 22 de septiembre.
Mientras tanto, los miembros de la NSBA no sabían de la confabulación entre sus dirigentes y la Casa Blanca, según el informe.
«Las pruebas revelaron un conocimiento limitado sobre la redacción y la existencia de la carta antes de que fuera enviada oficialmente a la Casa Blanca», concluyó el informe. «La revisión no encontró pruebas de que la mayoría de los funcionarios, miembros de la junta, personal superior o ejecutivos de la NSBA contribuyeran o tuvieran conocimiento de la carta mientras ésta se estaba redactando».
Incluyendo a la TASB, 23 grupos de consejos escolares han dado por terminada hasta ahora su pertenencia a la NSBA. Muchos de ellos citaron desacuerdos sobre la caracterización de las interrupciones de las reuniones de los consejos escolares, la idea de que la intervención federal es necesaria en el manejo de esas interrupciones, o ambos.
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