La Asociación Nacional del Rifle (NRA) presentó una demanda contra la fiscal general de Nueva York, Letitia James, alegando que está tratando de disolver la NRA por «razones de motivación política».
James había presentado una demanda en agosto contra la NRA alegando que el grupo de derechos de armas desvió millones de dólares para financiar viajes y para otros fines supuestamente inapropiados.
La NRA presentó su demanda en la Corte Suprema del estado de Nueva York esta semana y dijo que eso «responde a la narrativa artificial de la Fiscal General de Nueva York, y alega que el caso que presentó es parte de una cruzada para silenciar a un poderoso oponente político y su compromiso con la defensa de la Segunda Enmienda”, dijo William A. Brewer III, abogado de la NRA, en un comunicado al Washington Examiner.
La demanda del grupo también acusó a James de llevar a cabo una “campaña de represalia descarada y maliciosa” en su contra porque no le gusta lo que la asociación representa. «James inició sus investigaciones y esta acción contra la NRA con el único propósito de buscar disolver un enemigo político», agregó la NRA.
La NRA afirmó que James inició una “aplicación selectiva” de las leyes estatales sin fines de lucro violando sus derechos constitucionales a la libertad de expresión y la igualdad de protección. Asimismo, acusó a James de perseguir a la NRA para ganar puntos políticos antes de las elecciones de 2020.
The Epoch Times se ha comunicado con la oficina de James para solicitar comentarios. La fiscal general, en respuesta a la contrademanda de la NRA, le dijo a The Hill que «mientras revisamos esta demanda, no permitiremos que la NRA use esta o cualquier otra táctica para evadir la responsabilidad y la supervisión de mi oficina».
A principios de este año, la NRA anunció que se declarará en bancarrota del Capítulo 11 y trasladará su sede del estado de Nueva York, donde fue autorizada, a Texas.
En agosto, James alegó que la NRA supuestamente estuvo involucrada en el «desvío de millones de dólares de la misión caritativa de la organización para uso personal por parte de los altos directivos, otorgando contratos para la ganancia financiera de asociados cercanos y familiares, y aparentemente llevar a cabo contratos lucrativos con exempleados, donde no se presentaron, para comprar su silencio y su continua lealtad».
La demanda nombró al CEO de la NRA, Wayne LaPierre, así como a los ejecutivos de la NRA, John Frazier, Woody Phillips y Joshua Powell, como acusados.
Aproximadamente al mismo tiempo, James anunció que quería que el grupo de lobby de armas se disolviera.
“La influencia de la NRA ha sido tan poderosa que la organización no fue controlada durante décadas mientras los altos ejecutivos canalizaban millones hacia sus propios bolsillos”, afirmó. “La NRA está plagada de fraudes y abusos, por lo que hoy buscamos disolver la NRA, porque ninguna organización está por encima de la ley”.
Con información de Reuters.
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