Asociaciones de profesionales instan al gobierno de Australia a investigar la controvertida exhibición ‘Real Bodies’

Por Mimi Nguyen Ly - La Gran Época
04 de septiembre de 2018 3:22 PM Actualizado: 04 de septiembre de 2018 5:45 PM

Asociaciones de profesionales y especialistas de Australia instan al gobierno de Nueva Gales del Sur (NSW) a investigar una controvertida exhibición en Sydney que expone cadáveres humanos desollados y plastinados procedentes de China. Alegan que los cadáveres humanos y partes del cuerpo exhibidas pueden ser los restos de prisioneros ejecutados, incluidos prisioneros de conciencia.

Abogados Australianos por los Derechos Humanos (ALHR), la Asociación de Colegios de Abogados de Nueva Gales del Sur, junto con otras organizaciones académicas, civiles y de profesionales médicos enviaron una carta abierta (pdf) a la primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, solicitando una investigación inmediata sobre la exhibición ‘Real Bodies’ que se está presentando en el Entertainment Quarter de Sydney hasta el 16 de septiembre.

La exhibición ‘Real Bodies’, que presenta veinte cadáveres humanos reales  plastinados junto con otras doscientas partes de cuerpos también plastinadas, sigue generando indignación pública por la preocupación ética de que los restos puedan ser de ciudadanos chinos que no dieron su consentimiento. La plastinación es el proceso de reemplazar los fluidos corporales de cadáveres con silicona líquida para preservarlos.

“Le solicitamos a usted ahora, como Primera Ministra de Nueva Gales del Sur, una investigación inmediata y completa sobre si la exhibición cumple con las leyes, directivas y estándares éticos de Australia”, declara la carta. Entre los firmantes se encuentran Madeleine Bridgett, abogada internacional de derechos humanos, el profesor de bioética y medicina Ian Kerridge de la Universidad de Sydney, y la profesora de ética clínica Wendy Rogers de la Universidad Macquarie.

La carta menciona “graves preocupaciones éticas en materia de derechos humanos” respecto de cómo y dónde se obtuvieron los cuerpos y órganos de la exhibición. Además señala que Tom Zaller, presidente y CEO de Imagine Exhibitions –la compañía detrás de la exhibición– ya admitió públicamente que no tenía documentos de consentimiento ni de identificación para confirmar el origen de los cuerpos.

“No queda claro, sin esta documentación, si la exhibición cumple con las leyes australianas y con las normas legales y éticas internacionalmente reconocidas con respecto al uso de órganos y especímenes”, dice la carta.

¿Cuerpos de prisioneros de conciencia de China?

Zaller negó anteriormente las afirmaciones de que el origen de los cuerpos no era ético, sosteniendo que eran cuerpos “no reclamados” suministrados por su socio comercial, el Dr. Sui Hongjin, de Dalian, China. Sui es director del departamento de anatomía de la Universidad de Medicina de Dalian y gerente general de Dalian Hoffen Bio-Technique.

Sin embargo, según expertos legales y médicos, “evidencias creíbles sugieren que lo exhibido pueden ser cuerpos y órganos de prisioneros de conciencia ejecutados, incluyendo practicantes de Falun Dafa y uigures, de los que actualmente hay más de un millón detenidos en China”, informa la carta mencionando la actualización de dos meticulosas investigaciones independientes sobre las acusaciones de sustracción forzada de órganos de prisioneros de conciencia en China.

La carta también menciona un informe de ABC de agosto, cuando un panel de derechos humanos de la ONU concluyó que un millón de uigures podrían estar detenidos en los campos de trabajo de China por sus creencias religiosas.

“Es sabido que en estos campos de trabajo y “cárceles negras”, el tráfico de órganos ocurre a una escala sin precedentes a través de la sustracción de órganos y tejidos de los prisioneros de conciencia ejecutados”, agrega la carta.

Al exponer los cuerpos, la exhibición puede estar violando la práctica ética y legal, destaca la carta.

“El asesinato extrajudicial de presos de conciencia por sus órganos viola las leyes fundamentales de derechos humanos y las leyes que rigen los crímenes de lesa humanidad, el tráfico de órganos y el turismo de trasplantes de órganos”, añade la carta.

Departamento de Salud de Nueva Gales del Sur viola sus propias leyes al aprobar la exhibición

“Todavía no está claro si la exhibición cumple con las leyes de licencias de anatomía de Nueva Gales del Sur”, alega la carta enviada a la Primera Ministra de Nueva Gales del Sur.

“A pesar de las repetidas peticiones, [el Departamento de] Salud de NSW no ha investigado la exhibición para asegurarse de que cumpla [con sus políticas]. Le solicitamos que ordene a Salud de NSW que lleve a cabo dicha investigación”.

En julio, el Real Colegio de Médicos de Australasia (RACP) descubrió que el Departamento de Salud de Nueva Gales del Sur violó sus propias políticas cuando aprobó la exhibición.

De acuerdo con la Ley de Anatomía de 1977 de Nueva Gales del Sur, los donantes o sus parientes más cercanos deben dar su consentimiento por escrito para permitir el “examen anatómico” de los cuerpos después de la muerte. El documento de procedimiento del Departamento de Salud de NSW también confirma que se necesita el consentimiento y la autorización del donante para cualquier procedimiento que retenga tejido humano de forma permanente.

En respuesta a la carta del RACP, el Departamento de Salud de Nueva Gales del Sur remarcó que la Ley de Anatomía no se aplicaba a la exhibición, ya que esta solo se refiere “al examen anatómico de los cuerpos humanos fallecidos” y no a su exhibición.

El profesor Ian Kerridge, presidente del comité de ética del RACP, comunicó que la respuesta de Salud de NSW era preocupante.

“Hay legislación, hay regulaciones y hay políticas que se aplican al movimiento de células, tejidos, partes del cuerpo y cuerpos a través de las fronteras”, reportó Fairfax.

“En cualquier caso lo que preocupa aquí no son simplemente las leyes que rodean este tipo de actividades sino la ética de hacerlo, y sobre esto, el Estado y los gobiernos de la Mancomunidad guardan silencio”.

El legislador por los Verdes de Nueva Gales del Sur, David Shoebridge, declaró en abril: “Todos creemos en la dignidad de los seres humanos y en tratar a las personas con dignidad y respeto tanto en la vida como en la muerte. Esta exhibición viola gravemente ese principio. […] Indigna gravemente que no se pueda probar […] [que] dieron su consentimiento previamente informado para hacer esto”.

Preocupación internacional

Preocupaciones éticas y legales han llevado a la prohibición de exhibiciones similares de cadáveres humanos en otros lugares, incluyendo Hawai, Francia, Seattle e Israel, así como en Vietnam más recientemente. Las exhibiciones fueron suspendidas porque los organizadores no pudieron proporcionar información sobre la procedencia de los cuerpos.

En la carta dirigida a la Primera Ministra de Nueva Gales del Sur se señala que el comercio de tejidos humanos y el tráfico de órganos constituyen graves delitos modernos de esclavitud en Australia y en todo el mundo.

“El 6 de junio de 2018, el Parlamento de Nueva Gales del Sur aprobó la Ley de Esclavitud Moderna de 2018, que prohíbe el comercio de tejido humano. Esta disposición tiene efecto extraterritorial. La Ley del Código Penal de Australia de 1995 también contempla los delitos de tráfico de órganos”, detalla la carta.

“La utilización de órganos y tejidos humanos sin consentimiento con fines de lucro es la antítesis de la práctica ética y legal internacional establecida en la Declaración de Estambul sobre el Tráfico y Trasplante de Órganos y el Convenio del Consejo de Europa contra el Tráfico de Órganos Humanos”.

El Departamento de Salud de Nueva Gales del Sur fue contactado para hacer comentarios.

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