La candidata al Senado de Estados Unidos, Kelly Tshibaka, contrató a cuatro exaltos cargos de la campaña de Trump como parte de su reto en las primarias republicanas contra la senadora Lisa Murkowski (R-Alaska).
Tshibaka, excomisionada del Departamento de Administración de Alaska, contrató a National Public Affairs, una consultoría política dirigida por los exmiembros de la campaña de Trump, Bill Stepien, Justin Clark y Nick Trainer. Tim Murtaugh, que fue director de comunicaciones de la campaña del presidente Donald Trump en 2020, fue incorporado como director de comunicaciones de Tshibaka.
Murtaugh confirmó la lista en un correo electrónico a The Epoch Times. Politico fue el primero en informar sobre los detalles.
Mary Ann Pruitt, de PS Strategies en Alaska, se unió a Tshibaka como consultora, según Murtaugh. En 2016, ella trabajó como consultora de medios para la campaña de Murkowski.
Tshibaka renunció a su puesto como directora del Departamento de Administración de Alaska para hacer campaña contra Murkowski. En un vídeo de la campaña, se describió a sí misma como «conservadora, provida, pro-Segunda Enmienda y Estados Unidos Primero, siempre».
Murkowski está entre un puñado de republicanos que critica frecuentemente a Trump y se pone del lado de los demócratas en votaciones clave. Club for Growth, un grupo de defensa que rastrea los votos de los legisladores sobre la legislación relacionada con la libertad económica, la clasifica por debajo de algunos demócratas de extrema izquierda. Ella es una de los únicos dos senadores republicanos que reciben una calificación deficiente en la tarjeta de puntuación provida mantenida por la Lista Susan B. Anthony.
«Ha habido un Murkowski en el Senado desde 1981», dijo Tshibaka, refiriéndose al mandato en el Senado del padre de Murkowski, Frank Murkowski, que nombró a su hija para ocupar su escaño en el Senado de EE.UU. después de ser elegido como gobernador de Alaska.
«¿Entonces qué ha estado haciendo en Washington, D.C.? Bueno, ha estado votando con todos esos iniciados de D.C., especialmente los liberales. Ha estado perjudicando nuestro estilo de vida. Se ha vuelto más parecida a ellos que a nosotros».
Murkowski estuvo entre los siete republicanos del Senado que votaron a favor de condenar a Trump durante el segundo juicio de impeachment en el que Trump fue finalmente exonerado. El expresidente prometió desde entonces trabajar para que Murkowski sea derrotada en las primarias republicanas de 2022. Trump no ha respaldado a ningún candidato en la carrera.
A principios de este mes, los líderes del Partido Republicano estatal votaron para censurar a Murkowski por su voto de impugnación. Los líderes del partido en otros estados tomaron medidas similares contra los republicanos que votaron como ella.
Todos los republicanos de la Cámara de Representantes que votaron a favor de la destitución del expresidente, excepto dos, también se enfrentan a desafíos en las primarias. Trump ya lanzó su apoyo a Max Miller, un exfuncionario de la Casa Blanca durante su mandato, que está retando al representante Anthony Gonzalez (R-Ohio).
Trump ganó en Alaska en 2016 y 2020.
Murkowski presentó una declaración de candidatura ante la Comisión Federal de Elecciones el 9 de marzo.
En 2018, la presentadora de Fox News, Laura Ingraham, y la exgobernadora de Alaska, Sarah Palin, también expresaron su interés en postularse para el escaño de Murkowski.
Tshibaka supervisó para el poder ejecutivo estatal un vasto departamento, con agencias que incluyen la División de Vehículos Motorizados, Personal y Relaciones Laborales, además de la oficina que mantiene la infraestructura tecnológica. En ocasiones, Tshibaka se enfrentó a los sindicatos y a los legisladores por cuestiones de contratación o por una propuesta de cierre de algunas oficinas de la División de Vehículos de Motor.
Su currículum incluye trabajos en las oficinas de los inspectores generales del Servicio Postal de Estados Unidos, la Comisión Federal de Comercio y el Departamento de Justicia, antes de incorporarse a la administración del gobernador Mike Dunleavy.
El año pasado, Alaska instituyó una reforma electoral que eliminó las primarias de los partidos en favor de un sistema en el que los cuatro candidatos más votados pasan a las elecciones generales. El estado también instituyó un sistema de votación por orden de preferencia para las elecciones generales.
The Associated Press contribuyó a este informe.
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