Varios iraquíes murieron el lunes después de que el poderoso clérigo musulmán chiíta Moqtada al-Sadr dijera que abandonaría la política, lo que llevó a sus seguidores a atacar el complejo presidencial de Bagdad.
Un video subido el lunes parecía mostrar a los empleados de la embajada estadounidense en Bagdad siendo evacuados en un helicóptero militar. Sin embargo, la Casa Blanca desmintió esos reportes durante una sesión informativa el lunes.
«No hay ninguna evacuación en curso en la embajada y ningún indicio de que vaya a ser necesaria en este momento», dijo a los periodistas el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
Los jóvenes leales a Sadr atacaron la sede del gobierno en la segura Zona Verde de Bagdad, otrora palacio del dictador Saddam Hussein, y salieron a las calles fuera de la zona donde se enfrentaron a los partidarios de los grupos rivales apoyados por Teherán. Además de los cinco muertos, varias docenas de personas resultaron heridas, según la policía y el personal médico, según The Associated Press.
El lunes, el ejército iraquí declaró el toque de queda en todo el país e instó a los manifestantes a abandonar la Zona Verde. Sin embargo, fotos y videos subidos a Internet muestran que algunos manifestantes han permanecido en la Zona Verde, y algunos han utilizado la piscina del palacio presidencial.
Sadr, que ha atraído un amplio apoyo al oponerse a la influencia tanto de Estados Unidos como de Irán en la política iraquí, fue el mayor ganador de las elecciones de octubre, pero retiró a todos sus legisladores del parlamento en junio, después de que no lograra formar un gobierno que excluyera a sus rivales, en su mayoría partidos chiíes respaldados por Teherán.
Sadr ha insistido en la celebración de elecciones anticipadas y en la disolución del parlamento. Afirma que ningún político que haya estado en el poder desde la invasión estadounidense en 2003 puede ocupar el cargo.
La semana pasada, la embajada de Estados Unidos en Irak instó a la calma a todas las partes en medio de la preocupación por un aumento del conflicto.
«Estamos siguiendo de cerca los informes de disturbios en Bagdad hoy en el Consejo Judicial Supremo», dijo la embajada en un comunicado.
«Instamos a todas las partes a mantener la calma, abstenerse de la violencia y resolver cualquier diferencia política a través de un proceso pacífico guiado por la constitución iraquí. También pedimos a los manifestantes que respeten los procedimientos y la propiedad de las instituciones gubernamentales iraquíes que pertenecen y sirven al pueblo iraquí», añadió.
Los disturbios iraquíes se producen un año después de que el ejército estadounidense se retirara de Afganistán tras 20 años, lo que llevó a los talibanes a tomar rápidamente el control del país.
Más tarde, en 2021, Estados Unidos puso fin formalmente a su misión de combate en Irak, dejando unos 2500 soldados en el país para servir como asesores y entrenadores. Pero en la cercana Siria, Estados Unidos mantiene algunas tropas, que la semana pasada llevaron a cabo un contraataque contra supuestos grupos de milicianos respaldados por Irán cerca de Deir ez-Zor.
Con información de Reuters.
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