Un soldado fue asesinado y otro resultó herido en un ataque del Clan del Golfo a una patrulla que desarrollaba labores de registro y control en Tierralta, en el departamento colombiano de Córdoba (norte), informó este sábado el Ejército.
El ataque, que se produce en medio de la arremetida de esa banda criminal de origen paramilitar contra la Policía, ocurrió el viernes en el caserío Limón, en donde estaban tropas del Batallón de Infantería No.46 Voltígeros.
«Producto de esta acción terrorista fue asesinado el soldado Blas Andrés Soto Carrascal y uno más resultó herido, quien fue atendido de inmediato por socorristas militares. Posteriormente, fue trasladado a un centro hospitalario, donde a esta hora se recupera satisfactoriamente», dijo el comando de la Décima Séptima Brigada del Ejército en un comunicado.
Por su lado, el presidente colombiano, Iván Duque, condenó «tajantemente el asesinato» del soldado Soto y aseguró que las autoridades y la fuerza pública son efectivas y darán con los «criminales que no tienen guarida».
El Gobierno colombiano desplegó el viernes más de mil hombres de la fuerza pública para reforzar la seguridad en cinco departamentos ante la amenaza de un posible «paro armado» del Clan del Golfo.
Los refuerzos serán para los departamentos de Sucre, Bolívar, Córdoba, Antioquia y Cesar, según dijo el ministro de Defensa, Diego Molano.
Desde que el Gobierno colombiano extraditó al máximo líder del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga, alias «Otoniel», en mayo pasado, este grupo empezó una campaña de retaliación.
La embestida incluyó una semana de paro armado que puso en jaque el norte y noroeste del país en mayo pasado y un «plan pistola» contra la Policía y el Ejército.
Durante los seis días de paro armado se produjeron 145 afectaciones en nueve departamentos, sobre todo del Caribe y el noroeste, que incluyeron 22 asesinatos, cuatro bloqueos de vías y tres enfrentamientos armados, según la Fundación Paz & Reconciliación (Pares).
De acuerdo con cifras de la Policía, este año han sido asesinados 36 agentes en todo el país tras el recrudecimiento del llamado «plan pistola» de algunos grupos armados contra ellos.
De los 36 asesinatos, según recordó el ministro Diego Molano, al menos 18 son responsabilidad del Clan del Golfo.
En el llamado «paro armado» la población se ve afectada porque en ellos se impide la movilidad de las personas, el desplazamiento de vehículos por carreteras y se obliga al cierre de los negocios y en general de cualquier actividad comercial.
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