Un ataque militar estadounidense con aviones no tripulados terminó con la vida de un alto dirigente de Hurras al-Din, un grupo alineado con Al Qaeda en Siria, informó el viernes 23 de agosto el Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM, por sus siglas en inglés) en un comunicado.
El objetivo del ataque era Abu Abd al-Rahman al-Makki, una figura destacada del Consejo de la Shura del grupo, responsable de supervisar las actividades terroristas desde Siria, según el comunicado.
Hurras al-Din es una fuerza con base en Siria alineada con Al Qaeda que comparte el objetivo del grupo terrorista de atacar intereses estadounidenses y occidentales, según el CENTCOM.
Al-Makki conducía una motocicleta al momento del ataque de alta precisión, que puso fin a su prolongado papel en las redes yihadistas de la región, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La operación pone de relieve el compromiso permanente de Estados Unidos de eliminar las amenazas que representan las organizaciones terroristas en Oriente Medio, en particular las alineadas con Al Qaeda.
«El CENTCOM sigue comprometido con la derrota permanente de los terroristas en la zona de responsabilidad del CENTCOM que amenazan a Estados Unidos, sus aliados y socios, y la estabilidad regional», declaró en un comunicado el comandante general Michael Erik Kurilla.
Durante las últimas semanas, las fuerzas estadounidenses también han participado en múltiples operaciones contra las fuerzas Houthi respaldadas por Irán en Yemen. Los días 22 y 23 de agosto, las fuerzas del CENTCOM destruyeron con éxito varios sistemas de misiles y vehículos aéreos no tripulados (UAV) controlados por los Houthi que suponían una amenaza directa para las fuerzas estadounidenses y de la coalición, así como para las rutas de navegación comercial en el Mar Rojo.
Estas acciones ponen de relieve el elevado estado de alerta en la región, especialmente ante la creciente preocupación por posibles ataques iraníes.
El Pentágono reforzó recientemente su presencia militar en Oriente Próximo, desplegando fuerzas adicionales en respuesta a la información de inteligencia que sugiere que Irán y sus aliados podrían lanzar ataques significativos contra Israel y los intereses de Estados Unidos. El grupo de ataque del portaaviones USS Abraham Lincoln y el submarino de misiles guiados USS Georgia se encuentran entre los refuerzos enviados a la región.
«Tenemos que estar preparados para lo que podría ser un conjunto significativo de ataques, que es por lo que, nuevamente, hemos aumentado nuestra postura de fuerza y capacidades en la región, incluso sólo en los últimos días», dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, a principios de este mes.
El despliegue de medios militares estadounidenses adicionales tiene por objeto disuadir las agresiones y reforzar las capacidades de defensa de Israel en medio de la escalada de las tensiones regionales. La posibilidad de un conflicto más amplio ha aumentado tras los asesinatos de figuras destacadas de los grupos terroristas libanés Hezbolá y palestino Hamás, respaldados por Irán, lo que ha alimentado el temor a un enfrentamiento cada vez más amplio en el que participe Irán.
El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, conversó el 22 de agosto con el Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, sobre los continuos intercambios de disparos en la frontera entre Israel y Líbano y la creciente amenaza de Irán y sus aliados.
Austin resaltó que Estados Unidos está vigilando de cerca los planes de ataque de Irán y sus grupos aliados, asegurándose de que las fuerzas estadounidenses estén bien posicionadas para defender a Israel y proteger a su personal e instalaciones estadounidenses en toda la región.
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