Agentes de la Patrulla Fronteriza en el estado de Arizona detuvieron a un mexicano con un extenso historial criminal, que fue acusado de abusos sexuales a un niño de California y asalto a mano armada en Carolina del Norte. Previamente detuvieron a otro individuo, también definido como un «depredador sexual». Ambos habían sido expulsados pero querían volver a Estados Unidos.
Estos dos casos son algunos de los numerosos incidentes denunciados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
El sujeto, Gustavo González-Rodríguez, de 38 años de edad, fue atrapado en el Sector Tucson por la Patrulla Fronteriza asignada al puesto de control migratorio de la Ruta Estatal 83, cerca de Sonoita, informó este lunes la Oficina del CBP.
El ciudadano mexicano «fue encontrado el domingo por la tarde ilegalmente en los Estados Unidos».
Después del arresto, las verificaciones de antecedentes revelaron que González-Rodríguez, de 38 años de edad, «fue condenado por un tribunal de California en 2001 por actos obscenos y lascivos con un niño menor de 14 años. Posteriormente se le exigió que se registrara como delincuente sexual», indicó el personal de CBP.
Además González «tiene un extenso historial criminal que incluye una condena por un delito grave en Carolina del Sur en 2016 por asalto y agresión».
«Fue sentenciado a 10 años de prisión por ese crimen», añadió.
El mexicano fue detenido en calidad de delincuente agravado previamente deportado, por lo que enfrentará una acusación federal por violaciones de inmigración.
Días antes, el miércoles por la tarde, la Patrulla Fronteriza arrestó cerca de Nogales a otro abusador sexual de menores, que también había sido previamente deportado.
El hombre, Curicaberi Aguirre Gómez de 49 años de edad, fue detenido alrededor de las 4:20 p.m. por gentes del Sector Tucson que patrullaban el desierto cerca de la frontera.
«Las verificaciones de registros revelaron que Gómez, es ciudadano mexicano presente ilegalmente en Estados Unidos como también que fue condenado y sentenciado a tres años de prisión por acto lascivo con un niño menor de 14 años en el Condado de Orange, California, en el 2006».
Gómez también enfrenta un enjuiciamiento federal por violaciones de inmigración.
«Todas las personas detenidas por la Patrulla Fronteriza se someten a controles de sus antecedentes penales utilizando la biometría para garantizar que los extranjeros ilegales con antecedentes penales sean identificados positivamente», destacó la Oficina de Aduanas.
El porcentaje de expulsados del territorio de Estados Unidos que son detenidos intentando entrar nuevamente fue de un siete por ciento en el año fiscal de 2019, que terminó el 30 de septiembre. Ha disminuido en relación a años anteriores en que la cifra ascendía a un 14 por ciento en 2015 y a un 11 por ciento en 2018.
Repatriaciones
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) con el apoyo de la Secretaría de Gobernación de México reanudó el 19 de diciembre la Iniciativa de Repatriación Interna (IRI), un acuerdo conjunto entre los gobiernos de Estados Unidos y México para proporcionar «una repatriación humana, segura y ordenada de los nacionales mexicanos» que continuamente intentan entrar al país.
Un primer vuelo de alrededor de 150 ciudadanos mexicanos salió del Aeropuerto Internacional de Tucson el 19 de diciembre. De retorno a su país, comunicó el ICE.
Cuando una persona que no es ciudadana de Estados Unidos se le niega la entrada a Estados Unidos se la expulsa físicamente, generalmente desde un puerto de entrada a Estados Unidos. Estas expulsiones expeditas tienen las mismas consecuencias legales que una expulsión o deportación, señala el ICE.
El Director de ICE, Matt Albence, expresó que la iniciativa está “asegurando que las personas repatriadas a México sean devueltas de manera segura y expedita, y más cerca de sus hogares, para desalentar futuros intentos de cruzar la frontera”. Dejarlos en la frontera pueden además enfrentarse a la violencia.
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