Estados Unidos ha detectado hasta este viernes al menos 15 casos confirmados de coágulos, entre los que hay trombosis cerebrales, en mujeres a las que se les ha administrado la vacuna contra la covid-19 de Janssen, filial belga de Johnson&Johnson (J&J).
Así se dio a conocer en una reunión del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, en inglés), un órgano compuesto por 15 científicos independientes que está evaluando los datos de ese suero antes de emitir una recomendación que servirá de guía para las autoridades estadounidenses sobre qué hacer con esa vacuna de ahora en adelante.
EE.UU. aconsejó el pasado 13 de abril suspender la administración de la vacuna de J&J después de que se detectaran en un principio seis casos de trombosis cerebral en mujeres menores de 48 años, de las que una falleció.
Durante la sesión de ACIP, el médico Tom Shimabukuro, responsable de seguridad de vacunas de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, en inglés), actualizó esos datos y señaló que hasta ahora hay tres fallecidas, y que siete todavía están hospitalizadas, de las que cuatro se encuentran en unidades de cuidados intensivos.
De las 15 pacientes, 13 tienen entre 18 y 49 años, y 12 de ellas desarrollaron trombosis cerebral, aunque muchas presentaron coágulos en otras partes del cuerpo.
El síntoma inicial fue dolor de cabeza, que normalmente comenzó a los seis días de haber sido vacunadas, aunque, conforme pasó el tiempo, las pacientes presentaron náuseas, vómitos, dolor abdominal, debilidad en un lado del cuerpo, dificultades para hablar, pérdida de la consciencia y espasmos, detalló el médico.
Shimabukuro destacó que siete de las mujeres eran obesas, dos tenían hipotiroidismo, dos presentaban tensión alta y otras dos estaban tomando anticonceptivos.
No está claro por el momento si alguno de esos factores podría contribuir a aumentar el riesgo de desarrollar trombos.
Por ahora se han inyectado 8 millones de dosis de J&J en EE.UU., cuya administración prácticamente se ha pausado en el país tras la recomendación del pasado día 13.
Shimabukuro dijo que podría haber casos potenciales en hombres y que actualmente se están estudiando.
En concreto, el científico mencionó a un paciente de 25 años que desarrolló un coágulo cuando participó en los ensayos clínicos de la vacuna.
En la reunión de hoy participan representantes de J&J que aseguraron que se están tomando esos casos «muy seriamente». La compañía respalda que se ponga una etiqueta en la vacuna advirtiendo de posibles riesgos.
ACIP está compuesto por 15 expertos independientes y tiene previsto revisar los datos de la vacuna hasta las 17.00 hora local de la costa este de EE.UU. (21.00 hora GMT) de este viernes.
Al final de la sesión se espera que se vote una recomendación sobre qué hacer de ahora en adelante con el suero de J&J.
Si ACIP aconsejara algún cambio en la etiqueta de la vacuna, como un aviso sobre posibles riesgos o una recomendación para que se administre solo a determinadas franjas de población, la directora de los CDC, Rochelle Walensky debería firmarlo más tarde, antes de que la FDA se encargara de efectuar cualquier modificación en el etiquetado.
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