Al menos 85 personas han muerto y 20 permanecen desaparecidas por las inundaciones, deslizamientos de tierra y otras catástrofes causadas por la tormenta Usman a su paso por Filipinas, informaron hoy fuentes oficiales.
El Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Desastres (NDRRMC, sigla en inglés), el organismo filipino que coordina la información durante las catástrofes, situó la cifra de desplazados en 191.597 personas y en 40 los heridos.
Del total de afectados, solo 24.894 filipinos se encuentran atendidos en centros de acogida instalados en las regiones central y septentrional del país, las más afectadas.
El número de víctimas «está pendiente de verificación», advirtió el NDRRMC en su último comunicado.
Las autoridades locales declararon el estado de calamidad en Camarines del Sur, una provincia de la región de Bicol situada en el sureste de Luzón, cuya capital es Pili y cuenta con una población de casi dos millones de habitantes.
La medida agilizará el desembolso de fondos para atender a los afectados y reparar el daño en la red de infraestructuras.
Visayas Oriental junto a Bicol, es la otra región filipina más castigadas por Usman, una depresión tropical que tocó tierra el sábado pasado y que ya se encuentra fuera del país.
Filipinas recibe entre 15 y 20 tifones todos los años durante la estación lluviosa, o del monzón que comienza por lo general en mayo-junio y concluye en noviembre-diciembre.
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