Las cancelaciones de vuelos siguen aumentando a medida que las interrupciones en los viajes debido a la escasez de personal relacionada con la variante ómicron y los episodios de mal tiempo arruinan los planes de los pasajeros e intentan descarrilar una recuperación constante de la pandemia.
El viernes, se cancelaron más de 3300 vuelos y más de 11,600 se retrasaron, de los cuales 1625 volaban hacia o desde Estados Unidos, según datos del sitio web de seguimiento FlightAware. Mientras que el sábado, se superaron las 4100 cancelaciones, con casi 2400 vuelos con base en los EE. UU.: Southwest registró 471 cancelaciones, American 196, Delta 186, United 150 y JetBlue 118.
Las compañías aéreas esperaban recuperar algunas de las pérdidas sufridas durante los cierres debido al COVID-19 y se habían preparado para la temporada alta con incentivos adicionales para retener al personal. Pero la variante altamente transmisible desvió los planes y ahora se ha convertido en la cepa dominante del virus en el país.
Sin embargo, se ha documentado que ómicron es menos sintomático y ha provocado menos hospitalizaciones. Esta podría ser una de las razones por las que las compañías aéreas presionaron para reducir la cantidad de días necesarios para pasar en cuarentena de 10 a cinco, lo que autorizaron los CDC.
«Esperamos que la cantidad de casos de COVID en el noreste, donde se encuentran la mayoría de los miembros de nuestra tripulación, continúe aumentando durante las próximas una o dos semanas», dijo el portavoz de JetBlue en un comunicado enviado por correo electrónico a Reuters. «Esto significa que existe una alta probabilidad de cancelaciones adicionales hasta que el recuento de casos comience a disminuir».
Además de la escasez de personal, las inclemencias del clima, con vientos en chorro inusualmente fuertes y nevadas son una de las principales razones detrás de las interrupciones de los vuelos nacionales e internacionales. Los Ángeles, Atlanta y Denver se encuentran entre los aeropuertos más afectados por las cancelaciones de vuelos relacionadas con el clima.
«Es bastante difícil viajar en invierno solo por el mal tiempo, pero el COVID y la variante ómicron están introduciendo nuevas dificultades que ninguno de nosotros había anticipado», dijo el analista de la industria de viajes Henry Harteveldt, citado por USA Today.
Los viajes en países europeos también se han visto muy afectados con una serie de cancelaciones. Casi el 15 por ciento de todos los vuelos hasta enero se han cancelado debido a que los países imponen restricciones para frenar la propagación de ómicron. Según los datos de BloomergNEF, a las aerolíneas de Estados Unidos les está yendo mejor con solo un 3.9 por ciento de cancelaciones planificadas para enero.
Según la ley federal, los pasajeros tienen derecho a reembolsos completos si su vuelo es cancelado y optan por no tomar un vuelo alternativo. Las compañías aéreas pueden ofrecer crédito de viaje, que el pasajero puede rechazar. Los reembolsos por cancelaciones pueden ser por cualquier motivo, desde mal tiempo hasta escasez de personal.
Muchas aerolíneas avisan a los pasajeros antes de cancelar vuelos para que puedan hacer arreglos alternativos. JetBlue Airways había recortado casi el 10 por ciento de sus vuelos hasta el 13 de enero. Según la compañía, la decisión se tomó para ayudar a los pasajeros a evitar problemas de reprogramación de último momento.
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