Los representantes republicanos del subcomité de Seguridad Nacional de la Cámara de Estados Unidos expresaron su preocupación por el aumento de inmigrantes ilegales chinos, que alcanzó un máximo histórico en abril después de que el gobierno de Biden flexibilizara las normas de investigación el año pasado.
El presidente de la Subcomisión de Supervisión, Investigaciones y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes, Dan Bishop (R-N.C.), celebró una audiencia el 16 de mayo para abordar el «flujo sin precedentes de ciudadanos chinos» que cruzan ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos, los que han superado los 27,000 desde el 1 de octubre.
Las últimas cifras de la CBP muestran que 3324 ciudadanos chinos cruzaron la frontera suroeste solo en abril, más que el total de cruces de todo el año fiscal 2022.
El total de este año supera los 27,000 encuentros, superando los 24,000 cruces ilegales de la frontera suroeste durante todo el año fiscal 2023.
Se trata de un salto enorme con respecto a los últimos años. En 2022, el número de encuentros con migrantes chinos fue ligeramente superior a 2000 en la frontera sur de Estados Unidos. En 2021, esa cifra fue de 450.
Los encuentros a nivel nacional de migrantes chinos que entran ilegalmente son aún mayores.
Al mirar a los encuentros en todo el país durante el presente año fiscal, los datos de CBP muestran hasta la fecha más de 48,000 encuentros con migrantes ilegales chinos, incluyendo a los migrantes que llegaron a través de los puertos de entrada.
El Sr. Bishop dijo durante la audiencia que le preocupa que el proceso de investigación, que se ha reducido de 40 a cinco preguntas para los migrantes chinos, hace poco para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos.
«A medida que el Partido Comunista Chino (PCCh) continúa su búsqueda de dominio geopolítico y amenaza nuestra soberanía, debemos examinar los riesgos que presenta la liberación de un número cada vez mayor de ciudadanos chinos mínimamente investigados en nuestras comunidades», dijo el Sr. Bishop en una declaración.
El sitio web de Seguridad Nacional de los demócratas desestimó esas preocupaciones, caracterizándolas como «otra “audiencia” republicana sobre la frontera con retórica de invasión y alarmismo».
El representante Bishop dijo que los migrantes chinos que cruzan ilegalmente a EE. UU. podrían tener «motivos nefastos», señalando que las acusaciones federales en Carolina del Norte el mes pasado mostraron asociaciones entre los cárteles mexicanos de la droga y las organizaciones criminales transnacionales chinas que participan en operaciones de lavado de dinero en todo Estados Unidos.
Los expertos invitados a testificar indicaron que era improbable que el proceso de investigación encontrara información sobre antecedentes penales de ciudadanos chinos que nunca hubieran estado en Estados Unidos porque China no comparte fácilmente esa información con las autoridades estadounidenses. Los agentes de la Patrulla Fronteriza deben confiar en que los ciudadanos extranjeros respondan a las preguntas con sinceridad.
Simon Hankinson, investigador principal del Centro de Seguridad Fronteriza e Inmigración de la Fundación Heritage, declaró a la comisión que el proceso de investigación era insuficiente.
«En el mejor de los casos, esto es una burla a la ley de inmigración y a la soberanía de Estados Unidos, y en el peor, es un enorme riesgo para la seguridad nacional y la seguridad de la comunidad. Además de muchos chinos con conexiones con el Partido Comunista, el Ejército Popular de Liberación y otras entidades estatales, es estadísticamente probable que [el Departamento de Seguridad Nacional] DHS esté liberando a personas con antecedentes penales», afirmó el Sr. Hankinson.
Todd Bensman, becario de seguridad nacional del Centro de Estudios de Inmigración, trajo consigo pasaportes y tarjetas de identificación que encontró cerca de la frontera. Según Bensman, los sellos de los pasaportes demuestran que sus titulares han pasado por países seguros que les habrían concedido protección, por lo que no pueden solicitar asilo en Estados Unidos.
Aunque es probable que la mayoría de los ciudadanos chinos vinieran a trabajar, el Sr. Bensman dijo que no cabía duda de que los «jefes de espionaje de Beijing» también vieron una nueva oportunidad en la amplia frontera sur de Estados Unidos.
Sin embargo, Meredith Owen, profesora asociada de Historia en la Universidad de Maryland, declaró que la mayoría de los chinos vienen a Estados Unidos huyendo de la opresión y en busca de trabajo.
Ella destacó las medidas adoptadas en el pasado por el gobierno estadounidense contra los inmigrantes chinos, que tuvieron consecuencias nefastas. Los chinos se convirtieron en la primera y única nación en ser señalada por la ley de inmigración estadounidense con la Ley de Exclusión China de 1882, dijo la Sra. Owen.
El movimiento antichino que impulsó la creación de la ley citó la inmigración china como una amenaza única para Estados Unidos, explicó la profesora.
«Estos temores condujeron a una violencia extrema contra los inmigrantes chinos, incluida la violencia colectiva y el incendio de barrios chinos».
Yvette Clarke (D-N.Y.), miembro del Comité, dijo durante la audiencia que le preocupa cómo arreglar el sistema de inmigración «destrozado» de Estados Unidos y dio a entender que el racismo era la razón de la oposición a la migración.
«Estamos aquí hoy porque los republicanos están haciendo demagogia y explotando las ideologías xenófobas y de supremacía blanca que alimentan el debate sobre la inmigración en esta nación», dijo la Sra. Clarke.
Desde que el Presidente Joe Biden asumió el cargo, se han producido más de 9 millones de encuentros en todo el país y unos 7.6 millones sólo en la frontera suroeste.
Los republicanos de la Cámara de Representantes culpan de la crisis fronteriza a las políticas del secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorka, bajo la administración de Biden.
La Cámara votó el 13 de febrero la destitución del secretario por «negativa deliberada y sistémica a cumplir la ley» y por «quebrantamiento de la confianza pública».
Sin embargo, el Senado, controlado por los demócratas, desestimó los cargos de destitución contra él antes de celebrar un juicio, dejando al Sr. Mayorkas en el cargo.
Los demócratas han señalado que Estados Unidos se construyó gracias a los inmigrantes y se beneficia de su trabajo.
El senador Jerry Nadler (D-N.Y.) dijo durante una audiencia del subcomité de inmigración en enero que «muchos inmigrantes ilegales» eran necesarios para la producción agrícola o «nuestras verduras se pudrirían en el suelo.»
Los republicanos, sin embargo, cuestionan el aumento de ciudadanos chinos que cruzan la frontera sur de Estados Unidos.
En abril de 2023, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dio instrucciones a los agentes de la Patrulla Fronteriza para que redujeran el número de preguntas que hacían a los migrantes chinos.
En ese momento, los agentes se enfrentaban a un número récord de cruces ilegales de todas las nacionalidades.
La audiencia se volvió polémica en algunos momentos, con la miembro del comité Delia Ramírez (D-Ill.) diciendo que la organización del Sr. Bensman había sido etiquetada como un grupo de odio por el Southern Poverty Law Center.
Este grupo de izquierdas ha catalogado a muchas organizaciones conservadoras como grupos de «odio», como los grupos de derechos de los padres encabezados por madres.
La Sra. Ramírez acusó al Sr. Bensman de «enarbolar la misma retórica de invasión central de la teoría de la conspiración nacionalista blanca y antisemita del Gran Reemplazo» en las redes sociales.
«No hay ningún discurso de odio antisemita en mi Twitter [ahora X]», respondió el Sr. Bensman. «Soy judío, y realmente no nos relacionamos con los nacionalistas blancos. Eso no es lo nuestro, así que infórmese bien».
El Sr. Bensman también le sugirió que leyera un libro titulado «Making Hate Pay: The Corruption of the Southern Poverty Law Center».
En 2023, senadores republicanos encabezados por Roger Marshall (R-Kansas) escribieron al secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorka, sugiriendo que algunos migrantes chinos que entran ilegalmente en Estados Unidos pueden estar vinculados al PCCh.
«Ha habido numerosos casos documentados de ciudadanos chinos que, bajo la dirección del PCCh, se dedican al espionaje y al robo de secretos militares y económicos», según la carta.
La carta también señala que China es una fuente importante de drogas como el fentanilo que se trafica a través de la frontera sur de Estados Unidos.
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