Mientras todos los estadounidenses a lo largo del país se encuentran en aislamiento por las órdenes de permanecer en casa, se observó un aumento en los casos de violencia doméstica, según expertos e informes de los departamentos de policía.
«Los sobrevivientes están atrapados con sus abusadores en este momento y debido al aislamiento social, no tienen muchos medios para escapar o para recibir apoyo», dijo Stephanie Brown, directora ejecutiva de Casa Myrna, un grupo que apoya a los sobrevivientes de violencia doméstica en el área de Boston, en comentarios a WBUR.
Las repercusiones económicas de los cierres en las empresas y los despidos de los empleados han empeorado aún más las cosas, añadió.
«El abuso emocional y financiero de los sobrevivientes aumentará y se intensificará y también esperamos ver un aumento en la violencia física», dijo Brown.
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El Departamento de Policía de San Antonio informó de un aumento del 21 por ciento en las llamadas por violencia familiar entre el 1 de enero y el 7 de abril, en comparación con el mismo período del año pasado, según la agencia de noticias local KSAT.
Un portavoz del departamento explicó que el cierre de las escuelas, los requisitos de quedarse en casa y la tensión financiera, han sido todos factores agravantes.
«No hay más escuela. Hay un cuidado de niños limitado porque los empleados están siendo despedidos y esto seguirá aumentando la inmensa cantidad de estrés financiero que ya existía. Por encima de eso, la comunicación puede no ser óptima», dijo Alisia Pruneda, oficial de información pública del Departamento de Policía de San Antonio.
Aileen Robinson, coordinadora de operaciones sobre la violencia doméstica del Departamento de Policía de Chicago, dijo a The Hill que Chicago vio un aumento del 14.6 por ciento en el número de denuncias de violencia doméstica en la primera semana de abril en comparación con el mismo período en 2019.
«Ya sabemos que los abusadores están usando esto como una herramienta para manipular no solo a las víctimas, sino también a la policía», indicó Robinson al referirse a los abusadores que usan el coronavirus como arma, quienes amenazan con echar a las víctimas si dan positivo.
El virus del Partido Comunista Chino (PCC), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus que causa la enfermedad del COVID-19, se ha propagado agresivamente por todo Estados Unidos. El recuento publicado por la Universidad Johns Hopkins indica que hasta el 13 de abril se registraron más de 558,000 infecciones en todo el país, mientras que el número de muertes supera los 22,000.
Un total de 18 de los 22 organismos encargados de hacer cumplir la ley en todo el país, que respondieron a las solicitudes de información sobre casos de violencia en el hogar, declararon a la NBC que habían visto un aumento de este tipo de denuncias en marzo.
«El estrés financiero por sí solo crea una bomba de tiempo para algunas familias con un historial de violencia doméstica», señaló Steve Mueller, sheriff del Condado de Cherokee, Carolina del Sur, según el informe.
Mueller reveló que el condado vio un aumento del 35 por ciento mensual en las denuncias de violencia doméstica de marzo.
«Desafortunadamente, muchos de estos casos de violencia doméstica ocurren frente a los niños y a menudo los niños se convierten en víctimas de abuso y asalto también», dijo Mueller.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calificó el fenómeno del aumento de la violencia doméstica contra las mujeres y las niñas en medio de la pandemia de COVID-19 como una «pandemia en la sombra».
«A nivel mundial, 243 millones de mujeres y niñas de 15 a 49 años fueron objeto de violencia sexual y/o física perpetrada por una pareja íntima en los últimos 12 meses», escribió la ONU en su informe (pdf).
«Es probable que el número aumente a medida que las preocupaciones por la seguridad, la salud y el dinero agudicen las tensiones y que las tensiones se acentúen por las condiciones de vida estrechas y confinadas», destacó.
La oficial Pruneda dijo a KSAT que a menudo hay ayuda para las víctimas de abuso doméstico, pero primero ellos tienen que reunir el coraje necesario para acercarse.
«Pero nosotros no podemos hacer nada al respecto, a menos que ellos llamen, que alguien llame», dijo Pruneda. «A veces también eso requiere un gran acto de valentía».
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