Los propietarios de armas primerizos aumentaron en todo Estados Unidos en los últimos meses a medida que las comprobaciones de antecedentes de armas alcanzaron cifras récord.
Según la Fundación Nacional de Deportes de Tiro (NSSF), hasta 8.5 millones de personas compraron su primera arma en 2020. Además, los datos del FBI muestran que el Sistema Nacional de Verificación Instantánea de Antecedentes Penales (NICS) procesó más de 4,317,000 solicitudes de verificación de antecedentes para la compra de armas en enero de este año, la cifra más alta para un solo mes desde noviembre de 1998.
En febrero, el NICS procesó más de 3,442,000 verificaciones de antecedentes en todo el país, entre las cuales siete estados tuvieron más de 100,000 solicitudes. El total de enero y febrero de 2021 se acerca al número de comprobaciones de antecedentes completadas en todo el año 2000.
En 2020, el NICS procesó casi 40 millones de verificaciones de antecedentes para la compra de armas, un aumento de aproximadamente el 40 por ciento en comparación con 2019, alcanzando un máximo anual histórico. La Asociación de Portación Oculta de EE.UU. (UCCA) señaló que los disturbios de Black Lives Matter (BLM) y la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) en 2020 provocaron que un gran número de estadounidenses compraran armas para protegerse a sí mismos y a sus seres queridos.
Desde 1998, el NICS ha procesado más de 300 millones de comprobaciones de antecedentes en la compra de armas, y solo alrededor de 1.5 millones han sido rechazadas. Por lo tanto, esta base de datos se considera una referencia fiable de la tendencia actual de las ventas de armas en Estados Unidos.
Cada mes, el FBI publica una lista de datos que muestra el número de comprobaciones de antecedentes para la compra de armas procesadas por el NICS en el mes anterior. La mayoría de los solicitantes que entran en el sistema y se someten a una comprobación de antecedentes son elegibles para comprar un arma de fuego, excepto por algunas razones especiales como los antecedentes penales.
Los datos del FBI muestran que, tras las elecciones presidenciales de EE.UU. del pasado mes de noviembre, repuntó la tendencia ligeramente lenta de las comprobaciones de antecedentes en las compras de armas. En diciembre, la cifra se acercó a los 4 millones, con más de 135,000 solo en California.
Las políticas izquierdistas y el aumento de la delincuencia influyeron
La Segunda Enmienda de la Constitución de EE.UU. otorga a los estadounidenses el derecho a poseer armas de fuego. Para comprar legalmente un arma, todos los candidatos elegibles deben proporcionar su información personal, rellenar documentos federales con veracidad y someterse a una rigurosa comprobación de antecedentes del NICS. Solo cuando se supera la comprobación de antecedentes, un vendedor de armas puede vender un arma de fuego a un comprador.
The Epoch Times habló con algunos residentes de California que consiguieron comprar su primera arma el año pasado o a principios de este. Dijeron que la gente cree que la izquierda está intentando controlar o incluso prohibir la posesión de armas. Durante su campaña, el presidente Joe Biden dijo que pondría en práctica el control de las armas, y después de asumir el cargo, propuso restricciones a las armas, lo que hizo que más gente comprara armas más rápidamente.
Un hombre de 60 años apellidado Xiao, que vivió en un país comunista, dijo a The Epoch Times: «Fui a comprar un arma en junio del año pasado, pero no pude conseguirla y esperé mucho tiempo antes de conseguir por fin mi primera pistola. Cuando estaba en un país comunista, no teníamos libertad, ni libertad de expresión, y mucho menos la posibilidad de comprar un arma. Si la gente tuviera armas, el gobierno estaría muerto de miedo. Ahora, ¿qué queda del derecho a la libertad del pueblo estadounidense? Si hasta el derecho a comprar un arma desaparece, no parece diferente de un país comunista».
Otra propietaria de un arma por primera vez en el sur de California que solo proporcionó su nombre de pila, Susan, dijo a The Epoch Times que acaba de comprar legalmente su primera arma en febrero.
«A nadie le gusta la violencia», dijo. «Pero ahora es la izquierda la que utiliza la política para tratarnos con violencia. Necesitamos poder defendernos. Compramos armas legalmente. Compramos armas para protegernos a nosotros mismos y a nuestras familias. No vamos a hacer daño a los demás. Este es nuestro derecho constitucional. Podemos elegir comprar armas legalmente o no comprarlas, pero la elección debería estar en nuestras manos, no para que la izquierda nos la quite o manipule».
Susan añadió que muchos de sus amigos nunca pensaron en comprar armas antes de la epidemia del año pasado, pero después, cuando las políticas de la izquierda se volvieron «cada vez más escandalosas» y empezaron a proteger a los prisioneros, todos se sintieron incómodos y empezaron a comprar armas para protegerse.
El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, liberó el año pasado a más de 8000 presos, incluidos delincuentes, por la pandemia del virus del PCCh, informó el San Francisco Chronicle.
Mientras tanto, California ha experimentado un aumento de la delincuencia debido a las políticas penitenciarias cada vez más indulgentes, a las leyes que reducen las condenas penales y a los recortes en la financiación de la policía. En menos de dos semanas después de la Navidad, 47 personas fueron asesinadas a tiros en Los Ángeles, informó Los Angeles Daily News.
Donald Wagner, comisario del condado de Orange, California, dijo que no hay nada malo en que la gente lleve armas legalmente para protegerse a sí misma y a sus familias.
El control o la prohibición de armas no resolverá el problema de la violencia con armas, porque los delincuentes que disparan a la gente no obedecerán ninguna ley, mientras que las personas respetuosas de la ley guardarán y utilizarán sus armas de forma responsable, dijo.
Con información de Linda Jiang.
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