La ola de violencia que aflige a la ciudad de Nueva York no muestra signos de disminución, los tiroteos se elevaron más del 50 % la semana que terminó el 16 de agosto, según muestran los datos del Departamento de Policía de Nueva York.
Durante la semana, 78 personas recibieron disparos en 63 incidentes. Catorce fueron asesinados. Eso es mayor a los 41 incidentes, 57 tiroteos y seis homicidios la semana anterior.
En comparación con el mismo período del año pasado, los disparos ascendieron a más del 140 % la semana pasada y más del 150 % en las últimas cuatro semanas.
La ciudad no ha visto tales niveles de violencia desde mediados de la década de 1990. Desde junio hasta el 16 de agosto, 729 personas recibieron disparos, en comparación con 272 en el mismo período el año pasado. Los homicidios aumentaron más del 30 % en lo que va del año.
El Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) culpa del crimen a una serie de políticas que han complicado su trabajo.
La reforma de las fianzas del año pasado prohibió a los jueces exigir una fianza en efectivo para la mayoría de los delitos no violentos y algunos delitos violentos de menor nivel, lo que hace que los delincuentes vuelvan a la calle rápidamente después de los arrestos.
A partir de mayo, las protestas provocadas por la muerte de George Floyd durante su arresto en Minneapolis se tornaron violentas y avivaron el resentimiento hacia la policía.
En julio, las restricciones policiales sobre el uso de la fuerza entraron en vigor y prohibieron, entre otras cosas, que los agentes de policía presionaran involuntariamente su rodilla contra la espalda o el pecho de un sospechoso durante el arresto.
Los agentes de policía y otros expertos critican la ley por criminalizar las técnicas de artes marciales utilizadas habitualmente por la policía para someter con seguridad a los sujetos que se resisten. Advirtieron que esto conduciría a la policía a utilizar métodos más severos, como armas Taser, o evitar arrestos.
Algunos oficiales de la policía de Nueva York le dijeron a The Epoch Times, bajo condición de anonimato, que los oficiales incluso dudan en arrestar a los sospechosos que se resisten, a menos que representen un peligro inminente para los oficiales o el público.
Solo una pequeña parte de las personas liberadas por la reforma de la fianza ha estado involucrada en tiroteos, informó The New York Post. Pero los oficiales mencionaron la reforma como un factor desmoralizador importante, ya que hace que sus esfuerzos parezcan inútiles.
Los policías también se retiran a un ritmo más acelerado, dijo la sargento Jessica McRorie, portavoz del NYPD.
Hubo 789 jubilaciones y 1130 oficiales solicitaron la jubilación del 25 de mayo al 11 de agosto. Durante el mismo período del año pasado, hubo 545 jubilaciones y 424 solicitudes de jubilación.
«Si bien la decisión de jubilarse es personal y puede atribuirse a una variedad de factores, es una tendencia preocupante que estamos monitoreando de cerca», dijo McRorie a The Epoch Times en un comunicado enviado por correo electrónico.
El alcalde Bill de Blasio culpó de la violencia al impacto económico de los cierres por la pandemia así como a la ralentización del sistema judicial. La Oficina de Administración de las Cortes rechazó la culpa, diciendo que muchos de los procedimientos judiciales han continuado virtualmente, informó The New York Daily News.
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