Los incendios forestales en Florida y el este de Estados Unidos son cada vez más grandes y fuertes y cambian estacionalmente, según un análisis de 36 años de datos federales de incendios realizado por investigadores de la Universidad de Florida (UF). El estudio utilizó datos de la Base de Datos Federal de Seguimiento de Tendencias de Gravedad de Incendios entre 1984 y 2020.
Los investigadores encontraron un aumento significativo en los incendios forestales en todo el este de Estados Unidos en un área conocida como Bosque Templado Oriental, que se extiende desde Michigan hacia el sur hasta el este de Texas, todo el camino hasta la costa atlántica, incluida Florida.
Otra investigación muestra que en los últimos años se han quemado más casas dentro de los perímetros de la fauna salvaje, según Victoria M. Donovan, autora principal del estudio de la UF y profesora adjunta de gestión forestal en el Centro de Investigación y Educación de Florida Occidental de la UF/IFAS.
La Sra. Donovan aisló tres factores principales de los incendios forestales: los patrones de ignición, los cambios en el combustible y el clima general.
Los patrones de ignición no sólo incluyen fenómenos naturales como los rayos, sino también actividades humanas como los incendios provocados, los fuegos artificiales, la quema de restos de jardinería, el fumar y conducir vehículos sobre vegetación seca.
Los residuos inflamables, las hojas y la maleza son fuentes naturales de combustible, que pueden mitigarse con «incendios planeados», o cuando las agencias estatales utilizan incendios controlados para quemar sistemáticamente franjas de maleza, explicó la Sra. Donovan. Estos incendios prescritos pueden eliminar las fuentes naturales de combustible que hacen que los incendios forestales sean más fuertes, más grandes y más difíciles de contener.
Un clima más cálido y seco también crea una atmósfera propicia para los incendios forestales, añadió.
La Sra. Donovan subrayó la importancia de los incendios planeados para reponer el ecosistema natural y gestionar las fuentes naturales de combustible que hacen de los incendios forestales una amenaza para la vida humana.
«Si no provocamos estos incendios frecuentes, se acumula combustible y especies que no toleran el fuego empiezan a invadir estos ecosistemas y a dominar el sotobosque. Y cuando esos sistemas se encienden, de repente, los incendios son mucho más intensos, pueden ser mucho más destructivos y, por tanto, mucho más difíciles de extinguir», explica.
Aunque la legislación de los distintos estados en materia de incendios planeados varía, el enfoque de Florida es único.
«Florida es sin duda un líder en el país en términos de apoyo a los incendios planeados y líder en la legislación de incendios planeados o la legislación que ayuda a apoyar la aplicación de los incendios planeados», explicó la Sra. Donovan.
Aunque históricamente los incendios de Florida se producen en los meses de primavera y verano, los investigadores también observan más incendios hacia el final de la temporada estival, señaló la Sra. Donovan.
Sin embargo, la Florida actual sigue prácticas que se remontan a generaciones anteriores.
Según la Sra. Donovan, las comunidades indígenas llevan siglos utilizando los incendios planeados antes de la colonización americana.
Pero los incendios planeados no sólo son beneficiosos cuando se declaran incendios forestales; también mejoran el suelo y facilitan el ecosistema natural.
Tanto los incendios planeados como los naturales dejan cenizas en el suelo, que a menudo contienen magnesio, calcio, potasio y fósforo, según un informe de la Asociación de Jefes de Bomberos del Oeste (WFCA).
«Los pequeños incendios que eliminan la maleza dejan espacio para que crezcan nuevas plantas. El surtido de nuevas plantas proporciona un valioso alimento y hábitat para muchas especies silvestres, fomentando una mayor biodiversidad».
«En los bosques, los incendios de baja severidad pueden ayudar a reducir el dosel, permitiendo que la luz del sol llegue al suelo. Para el suelo, la combinación de nueva luz, espacio abierto y cenizas ricas en nutrientes crea las condiciones perfectas para nuevas plántulas», según el informe de la WFCA.
La WFCA también señala que los incendios pueden ayudar a eliminar enfermedades e insectos dañinos. Pero los grandes incendios que se prolongan demasiado pueden afectar negativamente a la calidad del aire, dañar viviendas y empresas y reducir las fuentes de agua potable.
La Sra. Donovan señala que muchas especies vegetales de zonas propensas a los incendios forestales se han adaptado al fuego a lo largo de miles de años.
«Y la mayoría de las especies que viven en estos sistemas frecuentemente quemados están adaptadas para evitar los daños del fuego», dijo. «Así que los incendios no dañan los ecosistemas, sino que los benefician».
Responder a la amenaza de incendios forestales puede ser tan sencillo como utilizar materiales de construcción resistentes al fuego, como tejados metálicos en las casas, pero también mediante la puesta en marcha de planes de evacuación antes de que se produzca el desastre, dijo la Sra. Donovan.
El factor crítico es convencer al público de la importancia de los incendios planeados.
«Cuanta más gente aprenda y entienda los incendios planeados y su importancia, tanto para los ecosistemas en su conjunto como para reducir el riesgo de incendios forestales, más fácil nos resultará seguir quemando y ayudando a reducir el riesgo de incendios forestales», afirmó.
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