Alrededor de la mitad de los 500 millones de pruebas gratuitas de COVID-19 que el presidente Joe Biden puso a disposición recientemente no han sido solicitadas, según la Casa Blanca.
Funcionarios de la Administración Biden dijeron a The Associated Press que los estadounidenses han solicitado 68 millones de paquetes de pruebas, que contienen cuatro pruebas de COVID-19 cada uno. Eso deja alrededor del 68 por ciento de las existencias aún disponibles para ser solicitadas.
«Tenemos toda la intención de mantener este mercado», dijo a Associated Pres el Dr. Tom Inglesby, asesor de pruebas del equipo de respuesta al COVID-19 de la Casa Blanca, sobre las pruebas no reclamadas. «Sabemos que el mercado es volátil y que subirá y bajará con la aparición de variantes».
La disminución del número de pruebas que se solicitan probablemente se deba a un descenso significativo de los casos de COVID-19 en todo Estados Unidos, así como a una flexibilización de las restricciones, como la obligación de vacunarse o de usar mascarillas, en estados principalmente demócratas en las últimas semanas.
«No cabe duda de que algunas personas se enteraron de sus resultados positivos al someterse a una de estas pruebas y pudieron evitar que otras personas se infectaran», declaró Tim Manning, coordinador de suministros del equipo de respuesta al COVID-19.
El primer día que las pruebas de COVID-19 estuvieron disponibles en enero, el sitio web COVIDtests.gov recibió más de 45 millones de solicitudes, según dijeron los funcionarios a Associated Press. Ahora llegan menos de 100,000 solicitudes al día.
Hace aproximadamente un mes, el gobierno federal dijo que adquiriría otros 100 millones de pruebas de COVID-19 a través de iHealth Lab Inc.
«Este esfuerzo apoya el plan del presidente de entregar 500 millones de pruebas caseras de COVID-19 gratuitas a la nación en respuesta a la variante ómicron», dijo el Departamento de Defensa de EE. UU. en un comunicado el 29 de enero. «La adquisición fue financiada a través de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense para suministrar recursos médicos críticos a la nación», añadió.
Biden había anunciado la nueva medida sobre los test tras enfrentarse a las críticas de que su administración se ha centrado principalmente en vacunar a la gente, pero no han hecho lo suficiente para fomentar las pruebas en medio de la propagación de la variante ómicron.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la Casa Blanca para obtener más comentarios.
Mientras tanto, el Centro Nacional de Control de Intoxicaciones y otros centros de control de intoxicaciones han emitido advertencias sobre las pruebas rápidas que tienen un producto químico tóxico, la azida de sodio, que es un polvo incoloro e inodoro en el que los encargados de las pruebas sumergen los hisopos de algodón.
«Es importante saber que el frasco de extracción de muchos kits rápidos de antígenos incluye el producto químico azida sódica como agente conservador», dijo el Centro. «Los kits rápidos de antígenos BinaxNow, BD Veritor, Flowflex y Celltrion DiaTrust de COVID-19 contienen esta sustancia química».
Con información de The Associated Press.
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