El ministro de Comercio de Australia, Simon Birmingham, dijo que estaba «profundamente preocupado» después de que el Ministerio de Comercio de China hiciera reclamos de dumping y amenazara con imponer un arancel a las importaciones de cebada australiana.
En una declaración del 10 de mayo, Birmingham dijo que el gobierno trabajaría con la industria australiana de granos para elaborar el caso con solidez y responder en contra de la investigación antidumping de China.
«Nuestros productores de cebada operan en un mercado global competitivo, sin subsidios, que distorsionen el comercio y fijan el precio de sus productos de una manera completamente comercial», dijo el ministro.
El funcionario continuó diciendo que, aunque «respeta el derecho de China» de iniciar una investigación antidumping, rechaza que haya evidencia sustancial, «y mucho menos un caso concluyente, para encontrar el dumping o el subsidio a los productores australianos».
«[Somos] bastante claros y firmes en nuestra opinión de que no hay justificación para encontrar que los granjeros y productores de cebada de Australia están subsidiados o están subvencionando sus productos de esa manera», dijo a los periodistas en Canberra.
La Ministra de Desarrollo Regional, Agricultura y Alimentos de Australia Occidental, Alannah MacTiernan, también rechazó las afirmaciones de China de que «la cebada australiana está siendo objeto de dumping o subsidiada [para entrar] en el mercado chino«.
Se cree que los subsidios a los que China se refiere están relacionados con las medidas de apoyo a la sequía y con los reembolsos de combustible que hace el gobierno.
Los agricultores de Australia Occidental (WA) recibirán un «golpe importante» si se aplica este arancel, dijo.
El estado depende en gran medida de las exportaciones de cebada a China: el 88 por ciento de las exportaciones de cebada de Australia a China provienen de WA, valoradas en 805 millones de dólares canadienses (USD 526 millones) entre 2018 y 2019.
“Este es un mercado importante para los productores de WA, y no tienen más opciones [para la venta de la cebada]. Sabemos que la cebada de malta WA es muy valorada por los cerveceros en China, que sin duda se sentirán decepcionados si esta propuesta continúa”, dijo MacTiernan en un comunicado de prensa.
«La siembra está comenzando a través del cinturón de granos de WA: el momento no podría ser peor para nuestros productores, que tienen poco o ningún tiempo para reevaluar sus opciones para la temporada».
Una declaración conjunta de un grupo de cinco organizaciones de la industria de granos de Australia reveló que el arancel propuesto por China puede incluir un margen de dumping de hasta un 73,6 por ciento y un margen de subsidio de hasta un 6,9 por ciento para la cebada importada de Australia.
El gobierno de Australia Occidental dijo el domingo que establecerá contacto directo con el Cónsul General de China, para hablar sobre el asunto, e instó al Gobierno de Australia a trabajar estrechamente con el Ministerio de Comercio de China para encontrar un resultado justo para los productores del estado.
Birmingham dijo que el gobierno federal se reserva todos los derechos para continuar defendiendo los intereses de los agricultores australianos.
China ha dado a los exportadores australianos de cebada y al gobierno australiano 10 días para responder.
Fuentes del gobierno dijeron a la cadena nacional de televisión de Australia, ABC, que la amenaza de aranceles del Partido Comunista Chino (PCCh) probablemente sea una represalia por el impulso que ha dado Australia a una investigación independiente sobre los orígenes del virus del PCCh, comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
La amenaza arancelaria se produjo horas después de que el ministro de salud, Greg Hunt, confirmara el apoyo de Australia a una moción de la UE para investigar los orígenes del brote.
Esta es la segunda vez, en menos de un mes, que los funcionarios del PCCh amenazan públicamente sobre afectar sus relaciones comerciales con Australia, después de que un ministro australiano expresó su apoyo a una investigación independiente sobre los orígenes del brote de COVID-19.
El mes pasado, la canciller Marise Payne pidió a todos los miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que respalden una revisión independiente de los orígenes y la propagación del virus del PCCh.
Tras los comentarios de Payne, el embajador de China en Australia, Cheng Jingye, amenazó con que habría pérdidas económicas para los sectores de turismo, productos y educación superior de Australia.
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