Opinión
Las autoridades sanitarias del estado australiano de Nueva Gales del Sur anunciaron el 12 de marzo que esperaban que el 20 por ciento de los ocho millones de residentes del estado estuvieran infectados por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Extrapolando a partir de este modelo de datos, hasta 5.1 millones de personas en toda Australia podrían haber sido afectadas por la primera ola de un brote nacional que presumiblemente duraría entre 12 y 22 semanas.
Sin embargo, más de dos meses después, el total de casos confirmados de infección por el virus del PCCh en Australia fue de 7079, y hubo 100 muertes, hasta el 20 de mayo.
La diferencia entre el número estimado y el número real es marcada.
Una forma efectiva de contener el virus del PCCh
En un seminario web sobre COVID-19 organizado por la Academia Australiana de Ciencias Médicas y de la Salud el 29 de abril, la experta en enfermedades infecciosas Sharon Lewin atribuyó este bajo índice de mortalidad a la decisión del primer ministro Scott Morrison de prohibir o poner en cuarentena a los viajeros procedentes de China a partir del 1 de febrero. El profesor Shitij Kapur, de la Universidad de Melbourne, quien dirigió el panel, estuvo de acuerdo con el punto de vista de Lewin. Él comparó el resultado de Australia con el de Canadá. «Durante los primeros 16 días de esta pandemia estuvimos dentro de los 10 casos uno tras otro, y luego algo cambió a finales de marzo», dijo.
«Actualmente Canadá tiene 45,000 casos, y nosotros tenemos 6000. Hace solo un mes ambos teníamos 4000, lo cual nos indica lo rápido que todo esto podría haber cambiado», expresó Kapur.
Las conclusiones de los expertos mencionados anteriormente se basaron sobre la base de fenómenos visibles, sabiendo que el ocultamiento del brote por parte del PCCh ha causado la propagación del virus en todo el mundo.
Yo sugeriría otro factor en el número inesperadamente más bajo de Australia, que puede ser igual de importante, si no más: desvincularse del PCCh y revelar la verdad sobre la fuente del virus.
El gobierno australiano y los medios de comunicación que exponen la infiltración y las amenazas del PCCh han impedido que el régimen chino se entrometa aún más en los asuntos del país. Recientemente, la determinación del gobierno australiano de investigar la fuente del virus es esencial para contener la pandemia. Esta es una decisión crítica para exponer el hecho de que la pandemia fue causada por el encubrimiento inicial del brote por parte del PCCh.
Un impulso para la investigación independiente
Morrison está decidido a seguir adelante con los pedidos de una investigación global sobre los orígenes del virus mortal para dos propósitos. Él insiste en que Australia está comprometida con una investigación sobre la propagación y los orígenes del virus del PCCh. Con la investigación, el papel de la Organización Mundial de la Salud (OMS) está bajo escrutinio por su lenta respuesta durante el primer brote.
Morrison no perdió tiempo en buscar apoyo para una investigación internacional sobre la pandemia; realizó llamadas telefónicas durante la noche al presidente de los Estados Unidos Donald Trump, a la Canciller alemana Angela Merkel y al presidente francés Emmanuel Macron.
Morrison cree que una investigación independiente es una sugerencia bastante obvia y de sentido común. Después de todo, desde que el brote fue reportado a la OMS el 31 de diciembre, el virus ha causado más de 3,9 millones de infecciones y más de 270,000 muertes en todo el mundo.
Según el South China Morning Post, los registros del gobierno del 17 de noviembre de 2019, sugieren que el primer caso confirmado pudo haber sido un residente de Hubei de 55 años.
Cuando el mundo está ansioso por saber la verdad sobre el virus del PCCh, el régimen responde con paranoia. El embajador chino Cheng Jingye advirtió que la búsqueda de una investigación global de COVID-19 por parte de Australia podría provocar un boicot chino al turismo y agricultura australiana.
En respuesta a la amenaza explícita del embajador chino Cheng, el ministro de Comercio Simon Birmingham sostuvo que los comentarios eran «decepcionantes» y que la posición del gobierno no cambiaría.
«Australia ya no va a cambiar nuestra posición política en un problema importante de salud pública debido a la coerción económica o a las amenazas de coerción, de la misma manera que no cambiaríamos nuestra posición política en asuntos de seguridad nacional», afirmó Birmingham.
El Ministro de Comercio también confirmó que la jefa del Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio, Frances Adamson, había llamado al embajador para hablar sobre sus comentarios.
El 27 de abril, la Ministra de Relaciones Exteriores Marise Payne también rechazó «cualquier sugerencia de que la coerción económica es una respuesta apropiada a un pedido de tal evaluación, cuando lo que se necesita es la cooperación mundial».
El ministro de salud, Greg Hunt, señaló que una investigación independiente era beneficiosa para Australia y el mundo.
La portavoz de asuntos exteriores Penny Wong también expuso que el Partido Laborista de la oposición apoya los pedidos del gobierno. «El mundo quiere entender el origen de COVID-19, y el mundo tiene derecho a entenderlo», dijo Wong, añadiendo que la investigación era «lo correcto» para la humanidad.
El líder sindical Anthony Albanese también apoyó los llamados del gobierno para revisar los orígenes del virus. Él fue citado en PerthNow diciendo: «Es importante que un elemento de esa relación sea la transparencia. Australia quiere una relación positiva con China, pero tiene que ser construida en un nivel de confianza y transparencia».
El Daily Telegraph de Australia publicó un artículo en el que se hace referencia a un expediente de 15 páginas compilado por la alianza de inteligencia «Cinco ojos», diciendo que el documento muestra que «China encubrió deliberadamente la evidencia del virus [COVID-19] desde el principio, en un caso puro de negligencia». El documento afirma que el secreto de China equivale a un «asalto a la transparencia internacional».
Hablando con la CNBC, Ursula von der Leyen, la jefa del brazo ejecutivo de la UE, manifestó que le gustaría ver a China trabajar junto con su organización, y con otras, para llegar al fondo de cómo surgió exactamente.
La propagación del virus e incluso el desarrollo de una pandemia fue causado precisamente por el ocultamiento del brote por parte del PCCh desde el principio. La solicitud global de una investigación de la fuente del virus es por buenas razones. La firme solicitud del gobierno australiano de que se investigue está claramente explorando los crímenes del PCCh, y el PCCh lo sabe bien.
Reconocer la maldad del PCCh
El 28 de abril, Peter Hartcher, de The Sydney Morning Herald, escribió un artículo de opinión: «El embajador Cheng Jingye ha hecho un gran servicio a Australia» y «nos ha mostrado la verdadera cara del sentimiento del gobierno chino por Australia».
«El Partido Comunista Chino ha trabajado sistemáticamente durante años para socavar la soberanía de Australia. Para «tomar el control» de nuestro sistema político, en palabras del exasesor de seguridad nacional de Australia y jefe de la ASIO, Duncan Lewis.
«Pero el régimen chino siempre mantuvo la sonriente máscara de la amistad en su lugar».
«El presidente Xi Jinping enfatizó al Parlamento de Australia en 2014 que los dos países deben ser vecinos armoniosos que se mantengan unidos tanto en los buenos como en los malos momentos».
«Bueno, los malos momentos están ahora sobre nosotros, cortesía de la pandemia hecha en China. ¿Y qué ha hecho el representante oficial de China en Canberra? El embajador Cheng ha amenazado abiertamente a Australia con boicots comerciales».
«Dijo que la idea de una investigación era ‘peligrosa’.
«En cuanto a la tontería de la posición de Cheng, es triple».
«Primero, ha sido tan tonto como para exponer la realidad de las intenciones de Beijing hacia Australia. El PCCh busca el dominio, por cualquier medio posible.
«Pero, hasta ahora, los funcionarios del partido han entregado sus amenazas y tácticas de presión en privado y la coacción nunca ha sido declarada abiertamente. Ahora todos vemos la verdad: no hay buena voluntad, solo pandillismo.
«En segundo lugar, ‘es una parte bastante inepta de la diplomacia del Guerrero Lobo porque está resoplando y resoplando después de que la casa ya se ha derribado—China ya ha hecho más daño a nuestra economía que cualquier boicot podría haberlo hecho», dijo Rory Medcalf, jefe de la Escuela de Seguridad Nacional de la ANU.
«Y tercero, los comentarios de Cheng son tontos porque un intento abierto de intimidar a Morrison solo puede servir para unir a Australia, en relación con el primer ministro».
El tesorero Josh Frydenberg describió las últimas críticas de China a Australia como ridículas.
«No nos doblegaremos ante la coerción económica, seguiremos hablando en favor del interés nacional de Australia y no cambiaremos los resultados de salud por los económicos», dijo a Sky News.
Anteriormente, los informes del gigante inmobiliario global Greenland Group, respaldado por el gobierno chino, y de Risland Australia, de propiedad china, enviaron toneladas de suministros médicos esenciales a China durante enero y febrero.
¿Cuál ha sido la causa del punto de inflexión en el brote de Australia?
Yuanhua Li, un académico residente en Australia, comentó que los brotes globales han hecho que el público en general y el gobierno de Australia se despierten a las mentiras del PCCh y a su comportamiento pandillero.
De hecho, el desastre causado por las mentiras del PCCh tiene un efecto corrosivo en Australia. Ha demostrado claramente el rápido despertar de toda la nación.
Desvincularse del PCCh es desvincularse del virus del PCCh
Se puede ver que los países y regiones que están cerca del PCCh han tenido mayores problemas con el virus del PCCh, que aquellos que no están cerca. Esto no es una coincidencia.
Muchos países están considerando la posibilidad de desvincularse del PCCh. La separación del PCCh tiene sentido en muchos niveles desde el punto de vista económico, estratégico y moral.
Para el pueblo chino, la desvinculación del PCCh toma la forma de renunciar a sus organizaciones partidarias, es decir, al Partido Comunista Chino, la Liga Juvenil Comunista y a los Jóvenes Pioneros. Consideran que la renuncia y la desvinculación son las mejores formas de protegerse de las consecuencias de los diversos males engendrados por el PCCh, incluido el virus del PCCh.
Más de 356 millones de chinos se han retirado de las organizaciones del PCCh mencionadas.
Para cualquier persona en cualquier país, negar y denunciar el PCCh, ya sea en voz alta o simplemente en el corazón, es dar un gran paso hacia un futuro positivo, especialmente en esta coyuntura crítica.
Las opiniones expresadas en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente las opiniones de The Epoch Times.
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