El comisario de policía de Nueva Gales del Sur (NSW), Mick Fuller, ha calificado de «anarquistas» a los manifestantes que asistieron a la masiva concentración del 24 de julio en Sídney contra las restricciones por el COVID-19.
Fuller reveló que la policía había recibido más de 10,000 pistas sobre personas involucradas en las protestas y que 57 personas habían sido acusadas, mientras que 250 fueron multadas. Las autoridades y la policía de Nueva Gales del Sur y Victoria han adoptado una postura dura contra el evento.
El comisario habló de los reportes en internet sobre una posible concentración posterior y emitió una advertencia contundente: «¿Puedo hacer esta advertencia a todo el mundo? Vamos a vigilar mucho ese evento».
«La comunidad ha hablado de ese comportamiento. El primer ministro ha hablado de ese comportamiento, y no se tolerará de nuevo», dijo a los periodistas.
«No hay organizadores a los que podamos llevar al Tribunal Supremo para impedir que se produzcan las protestas, lo que significa que son un grupo de anarquistas», dijo. «En cuanto a la respuesta policial, será considerable, el sábado si se planea seguir adelante».
«Vamos a ocupar el lugar muy temprano. Serán detenidos y enjuiciados».
El 24 de julio, miles de manifestantes tomaron las calles de Sídney y Melbourne en el marco de la manifestación «World Wide Rally for Freedom».
En Sídney, los australianos se reunieron en el Parque Victoria, en el centro de la ciudad, antes de marchar hacia el Ayuntamiento, en el corazón del distrito comercial, escoltados por una fuerte presencia policial que incluía a la policía montada y a agentes antidisturbios.
Los manifestantes llevaban pancartas y, en un video publicado en Twitter por el periodista Zac Crellin del Pedestrian Daily, se les puede oír corear: «¿Qué queremos? Libertad. ¿Cuándo la queremos? Ahora».
Las protestas anteriores solo habían reunido a varios centenares de asistentes, pero en la del sábado la asistencia se elevó a varios miles de personas.
El área metropolitana de Sídney está sometida a un confinamiento de cinco semanas debido a un brote de la variante Delta del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), conocido comúnmente como nuevo coronavirus.
En la actualidad, cinco millones de residentes están bajo órdenes de permanecer en casa y no pueden salir salvo por cuatro razones. La semana pasada se cerraron las obras de construcción como parte del endurecimiento de las restricciones por parte del gobierno, lo que afectó a los obreros.
La primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, se mostró disgustada y afligida por los manifestantes, diciendo que mostraban «un absoluto desprecio por sus conciudadanos». El primer ministro de Victoria, Dan Andrews, los calificó de «egoístas».
La policía de Nueva Gales del Sur y Victoria está revisando actualmente las imágenes de las redes sociales, de los circuitos cerrados de televisión y de las cámaras policiales para identificar a los asistentes. Se está investigando una denuncia de un oficial a caballo que fue golpeado por una baliza que salió volando.
Sin embargo, también se ha criticado la representación del evento en los medios de comunicación, ya que una foto difundida muestra a un hombre con una camiseta amarilla presuntamente atacando a un caballo de la policía.
La policía ha acusado al hombre.
Sin embargo, el miembro del Parlamento federal, George Christensen, posteó imágenes en Facebook, en las que se ve al hombre apartando al caballo mientras éste daba vueltas entre los manifestantes.
Con información de Caden Pearson.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
