Los australianos del estado de Victoria salieron a las calles durante el fin de semana para protestar contra las órdenes de vacunación en curso en el estado, así como contra una nueva ley que otorgaría al gobierno de Victoria poderes sin precedentes en materia de pandemias.
Miles de personas salieron a las calles de Melbourne por quinto sábado consecutivo para expresar su oposición a la polémica legislación, el proyecto de Ley de Enmienda de la Salud Pública y el Bienestar (Gestión de la Pandemia) de 2021, que fue aprobado oficialmente por la Cámara Alta del Parlamento estatal el 2 de diciembre tras un largo debate y múltiples enmiendas.
Victoria es ahora el primer estado del país que cuenta con una legislación específica para la pandemia, que entrará en vigor a partir del 16 de diciembre, un día después de que expire el actual estado de emergencia. La legislación ha sido objeto de un intenso debate público y de una serie de protestas en el distrito central de negocios de Melbourne durante el último mes.
Una de las muchas disposiciones controvertidas de la ley otorga al gobierno de Victoria el poder definitivo para declarar pandemias y emitir órdenes de salud pública. La ley también amenaza con imponer fuertes multas por el incumplimiento de las órdenes de pandemia.
Las pancartas que portaban los manifestantes cambiaron de «Pongan fin a la propuesta» en manifestaciones anteriores a «Revoquen la propuesta» el sábado, porque la legislación ha sido aprobada y ahora está a la espera de la sanción real.
Los videos que circularon por múltiples plataformas de redes sociales mostraban a miles de personas reunidas en Treasury Gardens, y posteriormente marchando por la ciudad de forma pacífica hasta ocupar el cruce de la estación de Flinders Street. Los manifestantes ondeaban banderas australianas, algunas de las cuales ondeaban al revés para señalar un momento de preocupación.
La policía de Victoria estimó que había entre 8000 y 10,000 manifestantes en la ciudad en el momento más álgido de la concentración, al menos la mitad del tamaño de la manifestación de la semana pasada.
Por otra parte, en la cercana ciudad de Carlton se celebró una contramanifestación con centenares de asistentes, que portaban pancartas a favor de las vacunas y denunciaban el fascismo, reportó la agencia australiana Associated Press.
Ese mismo día, unas 200 personas se reunieron también en la sede de ABC News en Melbourne, en Southbank. La multitud coreó «mentirosos» y «digan la verdad» en la entrada del edificio, mientras los policías les impedían entrar en el edificio, reportó The Age.
El ex miembro del Parlamento liberal convertido en candidato del Partido de Australia Unida, Craig Kelly, fue uno de los oradores en la protesta del sábado. El parlamentario de Nueva Gales del Sur criticó la orden de vacunas del gobierno de Victoria para los «trabajadores autorizados».
«No se puede trabajar en muchas ocupaciones sin [una] licencia emitida por el gobierno», dijo Kelly, refiriéndose a las órdenes de vacunación para muchos trabajadores en el estado. «Eso es antidemocrático, no es ético, es una violación de nuestros derechos humanos, y no deberíamos tolerarlo».
Kelly también estuvo en una protesta el domingo en Ballarat, la ciudad que albergó la Eureka Stockade de 1854, cuando los mineros protestaron contra la necesidad de una licencia para poder trabajar, entre otras estrictas medidas gubernamentales.
La bandera de Eureka ha sido utilizada por los australianos en las recientes protestas relacionadas con el COVID-19 para simbolizar el desafío contra el gobierno. Cientos de manifestantes se reunieron el domingo en la ciudad de la fiebre del oro, ondeando banderas de Australia y de Eureka, reportó el Herald Sun.
Los manifestantes se reunieron frente al Centro Cívico de Ballarat y gritaron consignas como «¡Victoria libre!» y «¡Cárcel para Dan Andrews!», mientras sostenían pancartas que se oponían a las órdenes de vacunación. Al menos 70 policías rodearon el patio del lugar y los negocios cercanos, reportó el periódico.
Se pronunciaron discursos a medida que la multitud aumentaba de tamaño, antes de avanzar por el distrito comercial central de Ballarat y llegar al parque de patinaje de Ballarat, donde hubo más discursos, reportó la Australian Broadcasting Corporation, financiada por el gobierno.
La policía dijo que unas 1000 personas se reunieron en el distrito comercial central de Ballarat , pero no hubo detenciones, reportó el medio. El alcalde de Ballarat, Daniel Moloney, dijo a la ABC que alrededor de la mitad de los negocios del distrio habían cerrado al menos parte del día en previsión de la manifestación.
Decenas de miles de personas sintonizaron las transmisiones en directo publicadas por el periodista independiente Rukshan Fernando, que estuvo presente en los actos de Melbourne y Ballarat. También se difundieron videos en múltiples canales de Telegram, una app de mensajería encriptada, durante todo el fin de semana.
Por otra parte, el gobierno australiano concedió el domingo la aprobación provisional de la vacuna Comirnaty COVID-19 de Pfizer para niños de 5 a 11 años.
Los habitantes de Victoria se han enfrentado a algunos de los confinamientos más largos relacionados con el COVID-19 y a las restricciones más estrictas de Australia y del mundo.
Además de la obligación de vacunarse para muchos trabajadores, los mayores de 12 años de Victoria deben presentar una prueba de vacunación o una exención para acceder a la mayoría de los servicios y lugares no esenciales.
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