Varios fabricantes de automóviles estadounidenses, incluyendo Ford y Toyota, detuvieron parte de la producción en sus plantas de Canadá debido a las protestas en curso contra las órdenes de vacunación contra COVID-19 del país.
Toyota, Chrysler Pacifica, Ford y General Motors dijeron que han tenido que interrumpir temporalmente la producción en algunas de sus plantas debido a las manifestaciones que bloquearon el puente Ambassador entre Detroit y Windsor, Ontario, creando problemas en la cadena de suministro.
Ford dijo que suspendió la producción de motores en Windsor, mientras que su fábrica de Oakville, cerca de Toronto, está operando con un horario reducido, según una declaración obtenida por The Associated Press.
«Esperamos que esta situación se resuelva rápidamente porque podría tener un impacto generalizado en todos los fabricantes de automóviles de Estados Unidos y Canadá», indicó la compañía.
El fabricante de Chrysler, Stellantis, también se enfrentó a la escasez de piezas en su planta de montaje de Windsor, Ontario, donde tuvo que reducir los turnos el martes, pero pudo reanudar la producción el miércoles.
General Motors, el mayor fabricante de automóviles de Detroit, también se vio obligado a cancelar el segundo turno del día el miércoles en una planta en Lansing, Michigan, que fabrica SUVs para las marcas Buick, Chevrolet y GMC, debido a la escasez por el bloqueo.
El portavoz Dan Flores dijo a The Associated Press que la compañía esperaba reiniciar el jueves y que no habría ningún impacto adicional por ahora.
El principal vendedor de vehículos de EE.UU., Toyota, que opera tres instalaciones de fabricación en Ontario, espera tener sus plantas canadienses fuera de servicio durante el resto de la semana, dijo la compañía a Newsweek en un correo electrónico.
«Debido a una serie de retos relacionados con la cadena de suministro, el mal tiempo y COVID, Toyota sigue enfrentándose a la escasez que afecta a la producción en nuestras plantas de América del Norte, incluyendo Toyota Motor Manufacturing Canadá», dijo la compañía en una declaración. «Nuestros equipos están trabajando diligentemente para minimizar el impacto en la producción. Aunque la situación es fluida y cambia con frecuencia, no anticipamos ningún impacto en el empleo en este momento».
La paralización temporal de la producción de los fabricantes de automóviles se produce en un momento en que las protestas en Ottawa han obligado a cerrar el puente Ambassador, uno de los pasos más transitados entre Canadá y Estados Unidos, que supone aproximadamente el 20 por ciento de todo el comercio entre ambos países.
La Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá definió la situación del puente que conecta Detroit con Windsor (Ontario), como «cerrado temporalmente» a partir del 10 de febrero.
Las protestas en Canadá comenzaron como una manifestación de los camioneros en respuesta a una orden federal de vacunación para los conductores de camiones que entró en vigor el 15 de enero, pese a una firme oposición.
En virtud de este mandato, los conductores canadienses que regresan a Canadá están obligados a vacunarse contra COVID-19 para evitar entrar en cuarentena.
Los organizadores de la protesta «Freedom Convoy» (Convoy de la Libertad) dicen que su manifestación es pacífica. El movimiento ha ido ganando adeptos, uniéndose personas de todo Canadá que se oponen a las diversas órdenes y restricciones de COVID-19.
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, dijo en Twitter que habló con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sobre las manifestaciones en curso en Ottawa y Windsor.
«Seguiremos trabajando juntos para apoyar a nuestras fuerzas policiales mientras gestionan estas situaciones. Ambos estamos de acuerdo en que esto debe llegar a su fin», dijo Ford.
La policía canadiense también advirtió el 9 de febrero que los carriles en dirección norte y sur hacia otro paso fronterizo, Coutts, están cerrados debido al bloqueo de los manifestantes.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, también instó a los manifestantes a «entender cuál es el impacto de este bloqueo» y el posible impacto que podría tener en la cadena de suministro.
«También estamos buscando rastrear las posibles interrupciones de las exportaciones agrícolas de Estados Unidos desde Michigan a Canadá», dijo Psaki en una rueda de prensa.
Trudeau condenó las manifestaciones de esta semana, insistiendo en que si bien «los canadienses tienen derecho a protestar, a estar en desacuerdo con su gobierno y a hacer oír su voz», lo que no tienen es el derecho «a bloquear nuestra economía, o nuestra democracia, o la vida cotidiana de nuestros conciudadanos».
«Esto tiene que parar», dijo el primer ministro.
Por su parte, los organizadores del Freedom Convoy 2022 sostienen que las órdenes y restricciones de COVID-19 en Canadá, mucho más estrictas que las impuestas en Estados Unidos, están «destruyendo los cimientos de nuestros negocios, industrias y medios de vida».
La orden de vacunación podría dejar fuera de la carretera a entre el 10 y el 15 por ciento, es decir, entre 12,000 y 16,000 camioneros, estimó la Alianza Canadiense de Camioneros (CTA), añadiendo que no apoya y desaprueba enérgicamente la manifestación.
«Se están destruyendo pequeñas empresas, se están destruyendo hogares y se está maltratando a la gente y negándole las necesidades fundamentales para sobrevivir. Es nuestro deber como canadienses poner fin a esta orden», afirmaron los organizadores.
Una encuesta reciente del Instituto Angus Reid reveló que la mayoría de los canadienses, el 54 por ciento, está a favor de levantar las restricciones en el país.
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