El autor de una matanza dentro de un club LGBT en Colorado Springs ocurrida en noviembre pasado se presentó este lunes ante un juez local y se declaró culpable de cinco cargos de asesinato, por lo que fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Anderson Lee Aldrich ingresó al Club Q el 19 de noviembre de 2022 y, usando un rifle semiautomático, abrió fuego indiscriminadamente, matando a cinco personas e hiriendo a otras 17. Eventualmente fue sometido por clientes del establecimiento y luego arrestado por la policía local.
Los fallecidos fueron Daniel Davis Aston, Kelly Loving, Derrick Rump, Ashley Paugh y Raymond Green Vance.
Luego de siete meses en la cárcel del condado de El Paso (Colorado), Aldrich (quien se considera no binario y usa “ellos” como su pronombre) decidió declararse culpable de los asesinatos y de 46 intentos de asesinato para evitar la pena de muerte. Aldrich enfrentaba un total de 323 cargos.
Además, al asumir su responsabilidad, Aldrich evitaría que el Departamento de Justicia de Estados Unidos presente cargos en su contra por crímenes de odio.
Aldrich fue inmediatamente condenado por el juez Michael McHenry a cinco cadenas perpetuas consecutivas más 46 sentencias consecutivas de 48 años cada una por los intentos de asesinato.
La audiencia comenzó con media hora de retraso debido a un estricto operativo de seguridad para permitir que solo las personas autorizadas a entrar al juzgado lo hiciesen.
Mientras tanto, decenas de manifestantes se agruparon en la plaza frente al juzgado para expresar su respaldo a las familias de las víctimas y recordar a los fallecidos.
Antes de la audiencia de este lunes, los fiscales habían indicado que aceptaron la decisión de Aldrich de declararse culpable “para evitarles a los familiares de las víctimas y a los sobrevivientes un juicio potencialmente doloroso que podría forzarlos a revivir el ataque”.
A la vez, como parte del acuerdo, varios familiares de las víctimas hablaron esta mañana ante el juez, presentando “declaraciones de impacto” en las que explicaron cómo sus vidas cambiaron irreversiblemente para peor a raíz del ataque al Club Q.
Por su parte, Joseph Archambault, abogado defensor de Aldrich, dijo este lunes en la corte que “el comportamiento de Aldrich después de este incidente dice que están arrepentidos, molestos y emocionados por lo que hicieron”, utilizando intencionalmente el plural para referirse a su representado.
En junio de 2021 los abuelos de Aldrich llamaron a la policía local luego de que su nieto les informase que estaba comprando numerosas armas de fuego para convertirse “en el próximo asesino en serie”. Aldrich fue arrestado, pero un año después los cargos en su contra quedaron sin efecto cuando su familia decidió no cooperar con las autoridades.
En aquel momento, se confiscaron las armas de Aldrich, aunque se le permitió quedarse con dos (un rifle y una pistola) y no se le impusieron restricciones para la compra de nuevas armas debido a que, según el alguacil del condado de El Paso, no se pudo probar que “Aldrich fuese una amenaza en el futuro cercano”.
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