Un hombre que perpetró un tiroteo masivo este año dijo en su diario que quería que los políticos promulgaran un control de las armas.
Connor Sturgeon, que en abril mató a tiros a cinco personas en el banco en el que trabajaba y dejó heridas a otras, dijo en su diario que consideraba que su vida no tenía sentido y que sentía la necesidad de dejar huella, señalando que entre los temas importantes para él figuraban el cambio climático, la inflación y el acceso a las armas.
El Sr. Sturgeon escribió que sus objetivos incluían contar su historia y «detener la violencia con armas», según las páginas publicadas por el Departamento de Policía de Louisville. Su historia incluía poder comprar un arma, pero quería que los políticos «dejaran de permitir que las personas compraran armas o esto seguiría ocurriendo».
«He decidido dejar huella. Estas personas no merecían morir, pero porque yo estaba deprimido y era capaz de comprar … se han ido», escribió el Sr. Sturgeon. «Tal vez este es el impacto para el cambio de la clase alta la gente blanca morir. Yo ciertamente no habría sido capaz de hacer esto si fuera más difícil conseguir un arma «.
El Sr. Sturgeon dijo que fue a una armería local y pudo comprar un arma de fuego en 45 minutos.
«ESTO ES TAN FÁCIL», escribió. «Sabía que sería factible, pero esto es ridículo».
Las autoridades han dicho que obtuvo legalmente el rifle que utilizó en el tiroteo del 4 de abril en el Old National Bank de Louisville, seis días antes del tiroteo.
«Sé que nuestros políticos sólo piensan en llenarse los bolsillos, pero quizá esto les haga entrar en razón. Si no, buena suerte», escribió Sturgeon.
En otra sección, escribió: «Algo se rompió el lunes. Esto no es un accidente. Siento haber tenido que mentir toda la semana, pero esto es algo [sic] que tengo que hacer. Todo ha sido planeado, y tiene fallos, pero creo que funcionará. Sé que no estaré para verlo, y sé que eso me convierte en un cobarde. Pero rezo para que esto sirva de mensaje a quienes tienen el poder de que no son invencibles».
El Sr. Sturgeon dijo que «si alguien envía ‘pensamientos y oraciones’, que reciba la ira de Dios».
También escribió que «si queremos un cambio, hará falta una acción enorme», «puede que sea un psico [sic]» y «definitivamente estoy muy enfermo». Las últimas páginas decían: «LO SIENTO» y «YA NO PUEDO MÁS».
Los escritos fueron encontrados en la residencia del Sr. Sturgeon durante la investigación del tiroteo.
Un detective que trabaja en el caso dijo que las entradas del diario «son información directa a la planificación y su mentalidad en los días previos al tiroteo, con sus posibles motivos para sus acciones, incluyendo cuestiones políticas en torno a los políticos corruptos y la falta de control de armas».
El Sr. Sturgeon el día del tiroteo también posteó en Instagram un clip de película que decía: «Sé lo que tengo que hacer, pero no sé si tengo la fuerza para hacerlo»
Otro post decía: «No escucharán palabras ni protestas, a ver si escuchan esto».
Los padres del Sr. Sturgeon han afirmado que desconocían la oposición de su hijo a las leyes sobre armas.
Como se ha declarado públicamente, la familia del tirador dijo a los agentes que tenía problemas de salud mental, según el informe de la investigación publicado por el departamento de policía. Sus padres dijeron que estaba recibiendo terapia y varios medicamentos.
La autopsia detectó alprazolam, un ansiolítico, en la sangre del Sr. Sturgeon.
El Sr. Sturgeon dijo a su madre una semana antes del tiroteo que quería irse de baja del banco a causa de un ataque de pánico que sufrió y esbozó su descontento con su trabajo allí, expresando su incertidumbre acerca de permanecer en la industria bancaria.
El Sr. Sturgeon sólo consiguió un empleo en el banco gracias a que su padre era el mejor amigo de un ejecutivo y sólo lo conservó, a pesar de su escasa ética laboral, debido a los lazos existentes, dijeron las víctimas supervivientes.
Un agente de policía mató a tiros al Sr. Sturgeon. Una investigación determinó que el agente actuó correctamente.
Se dice que el Sr. Sturgeon tenía una novia
Las víctimas fueron identificadas como Joshua Barrick, de 40 años; Deana Eckert, de 57; Thomas Elliott, de 63; Juliana Farmer, de 45; y Jim Tutt Jr., de 64, todos ellos empleados del banco.
Cuatro de las cinco víctimas eran blancas.
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