Autor de masacre en escuela de Florida acepta donar su cerebro a la ciencia

Por Estela Hernandez
25 de julio de 2024 7:32 PM Actualizado: 25 de julio de 2024 7:32 PM

Anthony Borges, sobreviviente de la masacre en la escuela preparatoria de Florida, llegó a un acuerdo con el tirador Nikolas Cruz quien aceptó donar su cerebro una vez que muera, para que pueda servir de estudio para la ciencia, además de aceptar que Borges tenga los derechos sobre el nombre del tirador.

Fue a través de sesiones en línea que Alex Areraza, —abogado de Anthony Borges y sobreviviente de la masacre que recibió 5 disparos de Cruz—, y el padre de la joven víctima, Rory Borges, que se alcanzaron dichos acuerdos con Cruz. Anthony no se presentó en las discusiones ya que actualmente sufre de trastorno de estrés postraumático y no se sentía cómodo uniéndose a las reuniones, informó Fox News.

En 2022, Nikolas Cruz fue sentenciado a prisión de por vida sin derecho a libertad condicional, debido a la masacre que perpetró en 2018 en la escuela preparatoria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, en la cual asesinó a 17 personas e hirió a más de una docena, entre las que se encontraba Anthony Borges.

El joven Nikolas Cruz, responsable de la masacre de Parkland, participa en una audiencia en una corte del condado de Broward en Fort Lauderdale, Florida, EE.UU., el 20 de octubre de 2021. (EFE/Amy Beth Bennett/Pool)

Sobre la donación de su cerebro, el abogado de Borges explicó que mientras estudiaba la carrera profesional, gran parte de esta fue enfocada en criminología y fue donde aprendió sobre este tipo de estudios.

Relató cómo cerebros de jugadores de la NFL fueron estudiados para conocer más sobre la Encefalopatía Traumática Crónica (CTE) y cómo al parecer la misma NFL pedía a sus jugadores que donaran sus cerebros al morir para contribuir con estos estudios. Fue entonces que lo planteó con sus clientes dando pie a la demanda contra Cruz, reportó Law & Crime Network.

«Pensé que si los científicos estudiaran su cerebro podrían ser capaces de averiguar qué creó a este monstruo», dijo Arreaza, a Fox News Digital.

«Tal vez hubo algún tipo de desequilibrio que causó esto y que podamos evitar en el futuro», agregó.

El abogado dijo que después de seis años pudieron entender que el perpetrador “estaba lleno de medicamentos antidepresivos”. Detalló que Cruz estaba siendo recetado con “todo tipo de medicamentos”, entonces cree que estudiando su cerebro se podría encontrar algo que explique por qué cometió la masacre, de acuerdo a Law & Crime.

Dijo que esto mismo le explicó a Cruz y él estuvo de acuerdo. El abogado detalló que Cruz no se opuso para nada a los dos acuerdos, tanto de donar su cerebro como de entregar los derechos de su nombre a la víctima.

“No estaba haciendo un argumento a su favor. Como dije, fue algo así como una especie de reconciliación con Borges, a quien iba a darle lo que quisiera”.

El abogado cree que ya que ellos han sido los únicos que se han acercado a él, al aceptar los acuerdos es como si Cruz quisiera mostrar su arrepentimiento.

Otro de los acuerdos fue cederle los derechos de su nombre a Anthony Borges. El abogado asegura que la intención de sus clientes es que Cruz no pueda hablar sobre lo que hizo sin tener antes que pedir autorización de Borges, pero que su intención más que nada es que Cruz deje causar más dolor.

“Ver la cantidad de tortura y dolor que Nikolas Cruz causó; no va a tener la oportunidad de traer de vuelta esos recuerdos, y ese era nuestro objetivo”, dijo el abogado a Law & Crime.

Borges sobrevivió al ataque de Cruz en su escuela preparatoria cuando tenía 15 años. Recibió cinco disparos y logró sobrevivir junto con 16 personas más que también resultaron heridas. El joven se escondió en un salón con otros estudiantes aterrorizados por el ataque.

Además de los dos acuerdos ya mencionados, Borges también recibirá USD 430,000 de parte de Cruz, después de que este reciba dinero de una póliza de un seguro de vida de un familiar, reportó el mismo medio.

Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) informan que si bien, los tiroteos masivos ocurren en todo el mundo, son un problema “particular en Estados Unidos” albergando el 31% de todos los tiroteos masivos en el mundo.

Datos de la agencia revelan que, a partir del 2015, se han producido tiroteos masivos que resultaron en la muerte de cuatro o más personas cada 12.5 días.

“Estas cifras incluyen tiroteos masivos relacionados con la actividad de las pandillas o los asesinatos familiares. Aunque hay muchas variables responsables de un tiroteo masivo, y cada caso es precedido inmediatamente por diferentes eventos, lo común es que un número significativo de personas mueren durante el evento”, detalló la agencia.

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