Los venezolanos aprobaron el domingo un referendo convocado por el gobierno de Nicolás Maduro para reclamar la soberanía sobre una franja de territorio de la vecina Guyana, rico en petróleo y minerales, anunció la autoridad electoral del país.
Se vieron pocos sufragantes en los centros de votación durante todo el período de votación, pero el Consejo Nacional Electoral afirmó que más de 10.5 millones de ciudadanos votaron.
Los leales a Maduro calificaron la votación como un éxito, incluso antes de que se conocieran los resultados.
«Nosotros estamos resolviendo por la vía constitucional, pacífica y democrática un despojo imperial de 150 años», dijo el Sr. Maduro después de votar en un complejo militar en Caracas, la capital. Ni él ni otros funcionarios del gobierno han explicado las medidas exactas que tomarán para hacer cumplir los resultados del referéndum.
Venezuela sostiene desde hace tiempo que el territorio les fue robado cuando se trazó la frontera hace más de un siglo. Por su parte, Guyana considera el referéndum un paso hacia la anexión, y la votación tiene en vilo a sus residentes.
A los votantes venezolanos se les preguntó si apoyaban el establecimiento de un Estado en el territorio en disputa, conocido como el Esequibo, concediéndoles la ciudadanía a los residentes actuales y futuros de la zona y rechazando la jurisdicción del máximo tribunal de las Naciones Unidas para resolver el desacuerdo entre los países sudamericanos.
La Corte Internacional de Justicia ordenó el viernes a Venezuela que no tomara ninguna medida que pudiera alterar el control de Guyana sobre el territorio del Esequibo, pero los jueces no prohibieron específicamente a los funcionarios que llevaran a cabo el referéndum de cinco preguntas del domingo. Guyana había pedido al tribunal que ordenara a Venezuela detener partes de la votación que los representantes de Guyana calificaron de «amenaza existencial» para una gran parte del país.
«No es una exageración describir la amenaza actual para Guyana como existencial y la necesidad de medidas provisionales como urgente», dijo a los jueces de la corte el líder del equipo de Guyana, Carl Greenidge.
El referéndum «pretende crear un nuevo Estado venezolano que pretende anexionar e incorporar a su propio territorio todo el Esequibo de Guyana —más de dos tercios de su territorio nacional— y conceder la ciudadanía venezolana a la población», añadió el Sr. Greenidge.
A lo largo del domingo no se formaron largas filas propias de eventos electorales afuera de los centros de votación en Caracas. Aun así, antes de que finalizara la sesión de votación de 12 horas, la máxima autoridad electoral del país, Elvis Amoroso, anunció que las urnas permanecerían abiertas durante dos horas más y afirmó, sin dar cifras, una “participación masiva” en el referéndum.
Aunque las implicaciones prácticas y legales del referéndum siguen sin estar claras, en comentarios que explican el veredicto del viernes, la presidenta de la corte internacional, Joan E. Donoghue, dijo que las declaraciones del gobierno de Venezuela sugieren que «está tomando medidas con miras a adquirir control y administración del territorio en disputa».
“Además, funcionarios militares venezolanos anunciaron que Venezuela está tomando medidas concretas para construir una pista de aterrizaje que sirva como ‘punto de apoyo logístico para el desarrollo integral del Esequibo’”, añadió la presidenta de la corte.
El territorio, de 61,600 millas cuadradas (159,500 km2), representa dos tercios de Guyana, y también limita con Brasil, cuyo ministerio de Defensa dijo en una declaración a principios de esta semana que ha «intensificado sus acciones de defensa» y ha aumentado su presencia militar en la región como resultado de la disputa.
Esequibo es más grande que Grecia y es un territorio rico en minerales. También da acceso a una zona del Atlántico donde en 2005 el gigante energético ExxonMobil descubrió petróleo en cantidades comerciales, lo que llamó la atención del gobierno socialista de Maduro.
El gobierno de Venezuela promovió el referéndum durante semanas, enmarcando la participación como un acto de patriotismo y a menudo combinándolo con una muestra de apoyo a Maduro.
Venezuela ha siempre considerado a Esequibo como propio porque la región estaba dentro de sus fronteras durante el período colonial español, y durante mucho tiempo ha disputado la frontera decidida por unos árbitros internacionales en 1899, cuando Guyana todavía era una colonia británica.
Ese límite fue decidido por árbitros de Gran Bretaña, Rusia y Estados Unidos. Estados Unidos representó a Venezuela en el panel, en parte porque el gobierno venezolano había roto relaciones diplomáticas con Gran Bretaña.
Los funcionarios venezolanos sostienen que estadounidenses y europeos conspiraron para engañar a su país y arrebatarles la Tierra. También argumentan que un acuerdo de 1966 para resolver la disputa anuló efectivamente el arbitraje original.
Guyana, el único país de habla inglesa en América del Sur, sostiene que el acuerdo inicial es legal y vinculante y pidió a la Corte Internacional de Justicia en 2018 que lo dictamine como tal, pero es probable que falten años para tomar una decisión, aunque una decisión del 14 de noviembre sobre la solicitud, que ha sido declarada admisible, y que tiene jurisdicción, probablemente se emita dentro de unas semanas.
Los votantes tuvieron que responder el domingo si «acuerdan rechazar por todos los medios, de conformidad con la ley», la frontera de 1899 y si apoyan el acuerdo de 1966 «como único instrumento legal válido» para alcanzar una solución.
“Yo vine a votar porque el Esequibo es nuestro, y espero que lo que vayan a hacer lo piensen bien y recuerden nunca poner en riesgo la paz”, dijo el comerciante Juan Carlos Rodríguez, de 37 años, tras votar en un centro de Caracas donde solo un puñado de personas hacía cola.
Maduro puso todo el peso de su gobierno en la iniciativa, convirtiendo el referéndum en el tema dominante en todos los medios estatales.
La música con temática del Esequibo, las lecciones de historia televisadas a nivel nacional, los murales, los mítines y el contenido de las redes sociales le han ayudado a desviar la atención de la población en los asuntos urgentes, incluida la creciente presión del gobierno de Estados Unidos sobre Maduro para que libere a los presos políticos y también a los estadounidenses detenidos injustamente, así como garantizar condiciones libres y justas en las elecciones presidenciales del próximo año.
En un recorrido por los centros de votación de Caracas realizado por The Associated Press, en algunos de ellos se pudieron ver filas de unas 30 personas, mientras que en otros los electores no tuvieron que esperar nada para emitir su voto. Eso contrasta con otros procesos electorales en los que cientos de personas se reunieron afuera de los centros de votación desde el principio.
Muchos venezolanos consideran una verdad evidente que el extremo oriental de su país incluye la región del Esequibo. Fueron educados para pensar así desde una edad temprana, con libros de texto sobre la disputa territorial que describían la visión de Venezuela sobre los antecedentes históricos.
El asistente administrativo Henghel Niño, de 45 años, recuerda esas lecciones. Afuera de un centro de votación en Caracas, dijo que participó en el referéndum porque los venezolanos “debemos defender nuestro Esequibo”. Pero como muchos otros votantes, no tenía claras las acciones que podrían derivarse de los resultados del referéndum.
«Me imagino que el uso de armas sería la última alternativa», afirmó el Sr. Niño.
El presidente de Guyana, Mohamed Irfaan Ali, trató el domingo de tranquilizar a los guyaneses preocupados por el referéndum, diciéndoles que «no tienen nada que temer durante las próximas horas, días y meses venideros». También dijo que Guyana está utilizando la diplomacia como su “primera línea de defensa” y está trabajando continuamente para garantizar que sus fronteras “permanezcan intactas”.
“Quiero advertir a Venezuela que esta es una oportunidad para que demuestren madurez, una oportunidad para que demuestren responsabilidad, y los llamamos una vez más a unirse a nosotros para (…) permitir que el Estado de derecho funcione y determine el resultado de esta controversia”, dijo el presidente Ali.
Con información de The Associated Press.
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