El martes se confirmó un caso de peste bubónica en una persona del condado de Pueblo, en Colorado, según informaron las autoridades.
El Departamento de Salud Pública del condado de Pueblo dijo el martes que «confirmó un caso humano» en un residente del condado, y añadió que seguirá «investigando una posible fuente y pide al público que tome las precauciones» para limitar la propagación de la infección bacteriana.
La semana pasada, la agencia del condado informó de un caso sospechoso de peste tras recibir los resultados preliminares de las pruebas. Se sigue investigando la fuente de la infección, dijeron en el anterior comunicado de prensa.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., la peste circula a través de las pulgas, se da en roedores salvajes y rara vez se propaga a las personas. Las pulgas infectadas que pican a las personas son los principales vectores de la peste, mientras que la bacteria también puede transmitirse al tocar animales infectados o inhalar gotitas de la tos de un individuo o un animal infectado.
Los casos humanos de peste, causada por la bacteria Yersinia pestis, no son desconocidos en Estados Unidos. En marzo, un hombre de Nuevo México murió a causa de la enfermedad, mientras que las autoridades de Oregón confirmaron un caso en febrero, que, según dijeron, podría haber estado relacionado con un gato infectado.
Se aconseja a cualquier persona que presente síntomas de peste que busque atención médica inmediata, según las autoridades.
Los síntomas de la peste pueden incluir fiebre alta repentina y escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, fatiga, llagas en la piel en casos raros, y malestar general, o una sensación de enfermedad general, dicen los funcionarios de salud. Entre los síntomas específicos y comunes de la peste figuran la inflamación de los ganglios linfáticos y el dolor.
«La peste se puede tratar de forma satisfactoria con antibióticos, pero una persona infectada debe ser tratada con prontitud para evitar complicaciones graves o la muerte», declaró Alicia Solís, directora de programas del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de Pueblo, en el comunicado de prensa de la semana pasada.
La agencia aconsejó a los habitantes que intentaran «protegerse a sí mismos y a sus mascotas de la peste», lo que incluye eliminar los lugares donde los roedores pueden vivir cerca de las personas, como montones de rocas, basura, montones de madera y maleza. Además, aconsejó a los habitantes de Pueblo que no permitieran que sus mascotas durmieran en la cama con ellos, que trataran regularmente a perros y gatos contra las pulgas y que no permitieran que sus mascotas cazaran o vagaran por zonas infestadas de roedores.
«Evite el contacto con animales muertos. Si debe manipular animales enfermos o muertos, siga estas directrices», añade la agencia del condado. «Primero, póngase un repelente de insectos para protegerse de las pulgas. A continuación, utilice una pala de mango largo para colocarlo en una bolsa de basura. Por último, coloque la bolsa en un cubo de basura exterior».
Según los datos de los CDC, cada año se registran en Estados Unidos una media de siete casos de peste, que se dan sobre todo en los estados occidentales. La mayoría de los casos se dan en Nuevo México y Arizona, según la agencia.
En todo el mundo, se notificaron más de 3200 infecciones humanas por peste entre 2010 y 2015, la mayoría en Perú, Madagascar y la República Democrática del Congo, según la Organización Mundial de la Salud. De esa cifra, 584 personas murieron.
Los CDC afirman por separado que «ya no se dispone» de una vacuna contra la peste en Estados Unidos, mientras que las nuevas vacunas «están en desarrollo, pero no se espera que estén disponibles comercialmente en un futuro inmediato.»
Los roedores que suelen propagar la peste en Estados Unidos son las ratas, ratones, topillos, ardillas, conejos, perritos de las praderas, ardillas listadas y ardillas de tierra, según los CDC.
Durante la Edad Media, una pandemia de peste denominada a menudo «peste negra» mató a millones de personas en Europa y Oriente Próximo. En 2013, los investigadores confirmaron que la «peste de Justiniano», una pandemia que afectó a Oriente Medio y Europa, también estaba causada por la bacteria de la peste.
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