Después de decir que una maestra de la Escuela Primaria Robb “abrió” una puerta que usó el pistolero Salvador Ramos durante el tiroteo masivo de la semana pasada, las autoridades de Texas dijeron que la maestra en realidad había cerrado la puerta.
La educadora no identificada cerró la puerta detrás de ella, pero la puerta “no se cerró como debería”, dijo Travis Considine, jefe de comunicaciones del Departamento de Seguridad Pública de Texas, al Washington Post el martes. “Y ahora los investigadores están indagando por qué ocurrió eso”.
Considine también le dijo a The Associated Press que la puerta fue diseñada para bloquearse al cerrarse, pero no lo hizo.
«Verificamos que ella cerró la puerta. La puerta no se cerró. Eso lo sabemos y ahora los investigadores están investigando por qué no se cerró», añadió Considine.
Hace varios días, el director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, dijo en una conferencia de prensa que la puerta estaba “abierta” y finalmente Ramos la utilizó para ingresar al edificio. Ramos, de 18 años, mató a 19 niños y dos maestras.
“Esa puerta trasera estaba abierta”, dijo McCraw el 28 de mayo. “No se suponía que debía estar abierta; se suponía que estaba cerrada.
Pero McCraw agregó que la maestra vio a Ramos chocar su vehículo y lo vio emerger con un arma, lo que provocó una llamada al 911.
Después de llamar al 911, la maestra “pateó la piedra cuando volvió a entrar”, dijo su abogado Don Flanary en una entrevista con el San Antonio Express-News. Aparentemente, la puerta estaba siendo sostenida por una roca, dijo. “Ella recuerda haber cerrado la puerta mientras le decía al 911 que estaba disparando. Ella pensó que la puerta se cerraría porque se supone que esa puerta siempre debe estar cerrada”, explicó.
Considine le confirmó al Post que la maestra efectivamente quitó la piedra antes de regresar a la Escuela Primaria Robb.
Desde el tiroteo, los funcionarios de Uvalde han recibido importantes críticas por la respuesta de la policía después de que se revelara durante una conferencia de prensa que las fuerzas del orden tardaron más de una hora en ingresar a las dos aulas contiguas donde se escondía Ramos. Mientras tanto, los funcionarios han revisado con frecuencia los detalles que habían dado a conocer al público sobre el incidente.
La decisión de retrasar la respuesta de la policía, dijo McCraw, “fue una decisión equivocada”.
El martes, la Asociación de Aplicación de la Ley Combinada de Texas, que representa a los agentes de policía, instó a sus miembros a cooperar con “todas las investigaciones gubernamentales” sobre el tiroteo y la respuesta policial y respaldó una investigación federal ya anunciada por el Departamento de Justicia.
La organización también fue muy crítica con la narrativa en constante cambio de los eventos.
“Ha habido una gran cantidad de información falsa y engañosa después de esta tragedia. Parte de la información provino de los niveles más altos del gobierno y de las fuerzas del orden”, dijo la asociación. “Las fuentes que los tejanos alguna vez vieron como férreas y completamente confiables ahora han resultado ser falsas”.
Con información de Associated Press.
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