El marine que murió después de un accidente en un vehículo de asalto anfibio (AAV) fue identificado el domingo como subcabo Guillermo Perez.
Las autoridades también identificaron a siete marines y un marinero que se presumen muertos.
Después de rastrear más de 1000 millas náuticas cuadradas (3430 kilómetros cuadrados), los esfuerzos de búsqueda terminaron antes del 2 de agosto.
Los presuntos muertos son:
Soldado de primera clase Bryan J. Baltierra de Corona, California.
Subcabo Marco A. Barranco de Montebello, California.
Soldado de primera clase Evan A. Bath de Oak Creek, Wisconsin.
Médico de hospitales de la Armada de EE. UU. Christopher Gnem de Stockton, California.
Soldado de primera clase Jack Ryan Ostrovsky de Bend, Oregon.
Cabo Wesley A. Rodd de Harris, Texas.
Subcabo Chase D. Sweetwood de Portland, Oregon.
Cabo Cesar A. Villanueva de Riverside, California.
Todos formaban parte de la Compañía Bravo.
El teniente general Karsten Heckl, que comanda la Fuerza Expedicionaria I de la Marina, en una declaración expresó sus condolencias a los amigos y familiares de los fallecidos.
«No tener todas las respuestas en este momento es desgarrador», dijo. «Nuestros corazones se quiebran por sus amigos y familias. Rezamos para que encuentren consuelo durante este difícil momento».
Dos marines resultaron heridos en el accidente, que tuvo lugar a finales del jueves frente a la costa del sur de California. Un tirador de la compañía fue trasladado al Hospital Scripps Memorial y está en estado crítico. Un miembro de la tripulación del AAV de la compañía mecánica fue llevado al hospital en condición crítica pero desde entonces ha mejorado a condición estable.
Los 16 miembros del servicio estaban en el vehículo para un ejercicio de entrenamiento de rutina cuando comenzó a llenarse de agua antes de hundirse.
Mientras se investiga la causa del accidente, se suspendieron todas las operaciones acuáticas de los vehículos de asalto anfibio, dijo a la prensa la semana pasada el general David Berger, comandante del Cuerpo de Marines.
«Una vez que determinemos cuál fue la causa, tomaremos una segunda decisión sobre si continuamos», dijo.
El teniente general Joseph Osterman, el comandante general de la Fuerza Expedicionaria I de la Marina, calificó el accidente como una «situación muy trágica».
«Cuando el AAV comenzó a llenarse de agua, le indicaron al resto de la unidad que, de hecho, estaban llenándose de agua», dijo. Los barcos cercanos respondieron para ayudar al barco que se hundía, rescatando a ocho de los marines.
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