Un avión militar estadounidense arribó al aeropuerto Songshan de Taipei y partió tras una breve escala, según un legislador taiwanés. La visita provocó duras críticas de Beijing.
En la mañana del 15 de julio, un avión militar estadounidense C-146A aterrizó en el aeropuerto de Taipei Songshan y permaneció unos 10 minutos antes de su despegue, según Wang Ting-yu, parlamentario de la República de China (ROC), Taiwán, y miembro del Partido Democrático Progresista (DPP). Wang publicó en su cuenta personal de Facebook un vídeo de 66 segundos sobre el acontecimiento.
En respuesta a lo ocurrido, Wu Qian, portavoz del ministerio de Defensa Nacional de la República Popular China (RPC) declaró que «el Ejército Popular de Liberación chino se mantiene un alto grado de alerta y tomará todas las medidas necesarias», según una página web oficial.
Wu advirtió que «Taiwán es una parte sagrada e inseparable del territorio chino. Cualquier aeronave extranjera que aterrice en nuestro territorio debe ser autorizada por el gobierno de la República Popular China y cualquier aeronave extranjera que invada nuestro espacio aéreo tendrá graves consecuencias».
Beijing considera a Taiwán como parte de su territorio y amenazó con declarar una guerra para atraer a la isla a su redil. La isla autogobernada es un país independiente de facto con su propio gobierno elegido democráticamente, su ejército, su constitución, su diplomacia y su moneda.
Hasta ahora, el ministerio de Defensa Nacional, el ministerio de Asuntos Exteriores y el Instituto Estadounidense de Taiwán (AIT) no han hecho ningún comentario al respecto.
Esta es la segunda respuesta que emite el ministerio de Defensa chino a las visitas de aviones militares estadounidenses a Taiwán. La anterior fue a principios de junio, cuando los senadores estadounidenses Ladda Tammy Duckworth (D-Ill), Daniel Scott Sullivan (R-Alaska) y Christopher Andrew Coons (D-Del.) visitaron la isla a bordo de un avión de transporte estadounidense C-17.
El legislador Wang Ting-yu opinó que habría muchas interpretaciones posibles de esta visita sorpresa de la aeronave militar estadounidense, incluyendo el reabastecimiento de combustible, la revisión mecánica, el personal o la entrega de equipos. También argumentó que la visita subraya las interacciones entre Taiwán y Estados Unidos y que el Partido Comunista Chino (PCCh) no debía hacer comentarios irreflexivos ni trazar líneas rojas ilusorias.
Corresponde a Taiwán decidir a quién acoger o no en su suelo, dijo Wang.
«Los arrogantes comentarios del PCCh no han demostrado más que su grosería y su intimidación», añadió el parlamentario.
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