La construcción de viviendas en Estados Unidos cayó bruscamente en el mes de julio, con la evidencia de que los elevados costes de construcción y el aumento de los precios de venta siguen siendo un viento en contra para el mercado inmobiliario.
La construcción de viviendas cayó un siete por ciento, hasta una cifra anual desestacionalizada de 1534 millones de unidades en el mes pasado, según un informe del Departamento de Comercio (pdf). Aunque se trata del ritmo más lento desde abril, se mantuvo un 2.5 por ciento por encima de la cifra de julio de 2020.
Los permisos de construcción —un indicador adelantado de construcciones futuras— subieron un 2.6 por ciento en julio, invirtiendo una tendencia a la baja de tres meses. Sin embargo, las ganancias se limitaron al segmento de las viviendas multifamiliares, ya que los permisos de construcción de viviendas unifamiliares cayeron un 1.7 por ciento durante el mes. Este hecho sugiere que el escaso alivio de la falta de viviendas está haciendo subir los precios y empujando cada vez más a los posibles compradores a quedarse al margen de sus posibilidades.
Los constructores de viviendas se han visto afectados por el aumento de los costes de materiales y la mano de obra especializada que, combinados con la escasez de viviendas, dispararon los precios. El precio medio de una vivienda unifamiliar existente en Estados Unidos aumentó un 22.9 por ciento en el segundo trimestre de 2021 en comparación con el periodo anterior, alcanzando un máximo histórico de 357,900 dólares, informó la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios en un reporte del 12 de agosto.
El aumento de los precios de la vivienda dejó cada vez más de lado a los posibles compradores y un reciente informe de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas (NAHB) muestra que la principal razón que dieron las personas que buscan activamente comprar una casa, para no adquirir alguna, fue la incapacidad de encontrar una dentro de su rango de precios. Dos tercios de los compradores activos en el segundo trimestre de 2021 pasaron tres meses o más buscando una vivienda y se quedaron con las manos vacías.
El informe sobre nuevas construcciones residenciales del Departamento de Comercio también mostró que el número de casas autorizadas para la construcción, pero aún no iniciadas en julio, aumentó un 2.6 por ciento en el mes hasta la tercera cifra más alta registrada, lo que refuerza la opinión de que los constructores siguen dudando en lanzar los nuevos proyectos.
«Si bien la demografía y el interés por la compra de viviendas siguen siendo sólidos, el aumento de los costes y los problemas de acceso a los materiales provocaron un descenso de los niveles de construcción de viviendas e incluso han frenado algunas ventas de viviendas nuevas», dijo el economista jefe de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas (NAHB), Robert Dietz, en una declaración.
El informe del Departamento de Comercio del miércoles siguió a una encuesta realizada el martes por la NAHB, que demuestra que la confianza de los constructores se desplomó en agosto a su nivel más bajo en 13 meses, debido al aumento de los costes de materiales y de los precios de las viviendas, con un efecto de disminución de la demanda.
«El tráfico de compradores cayó a su cifra más baja desde julio de 2020, ya que algunos posibles compradores están experimentando un shock de precios debido a los mayores costes de construcción», dijo el presidente de la NAHB, Chuck Fowke, en una declaración.
Aunque el coste de la madera bajó desde su máximo histórico de 1711 dólares por cada mil pies tablares en mayo, los costes de los materiales siguen siendo un problema que se encuentra agravado por la escasez de tierra y mano de obra.
Si bien el informe del Departamento de Comercio mostró que las viviendas unifamiliares terminadas aumentaron un 3.6 por ciento hasta una cifra de 954,000 unidades en julio, los agentes inmobiliarios estiman que los valores de inicio y terminación de viviendas unifamiliares deben estar en un rango entre 1.5 y 1.6 millones de unidades por mes para cerrar la brecha de inventario.
Con información de Reuters.
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