Una ballena fue hallada junto a su cría no nata en una playa de Escocia, abriendo de nuevo el debate sobre la problemática de los desperdicios en el océano que afectan al mundo marino, especialmente las redes de pesca que son desechadas de manera irresponsable al mar.
El 8 de octubre, el grupo de Scottish Marine Animal Strandings Scheme publicó en su página de Facebook lo que sería uno de los encuentros más desgarradores de los ecologistas, quienes trabajan en pro de cetáceos (ballenas, delfines y marsopas), pinnípedos (focas), tiburones peregrinos y tortugas marinas varadas en la costa escocesa desde 1992, tal como indican en su página de Facebook.
En la publicación informaron que se encontraron a una ballena minke o rorcual aliblanco (Balaenoptera acutorostrata) muerta, con una red de pesca atorada en su boca, en la isla Sanday, en el archipiélago de Orkney en Escocia. La red de nylon estaba atorada en sus barbas, lo que seguramente le impidió alimentarse y moverse libremente, ocasionándole así su muerte.
«El enredo en redes y líneas de pesca es una preocupación mundial cada vez mayor y este caso destaca que el riesgo de enredo en estas especies no se debe solo a la cuerda: las redes perdidas, abandonadas o descartadas también representan un peligro significativo para la vida marina», escribieron en la publicación en un intento de concientizar sobre el peligro de tirar desperdicios al mar, especialmente estas redes de pesca o «redes fantasma», que abandonan descuidadamente y que representan un ataque mortal para la vida silvestre.
Según revelaron los resultados de la autopsia, la ballena se encontraba en perfectas condiciones de salud, y más aún, estaba preñada. «Estaba en excelente condición física y embarazada. Recientemente se enredó en una red de pesca descartada o perdida, que se enganchó en la boca del animal y supuso el fin de su vida, debido a la dificultad de moverse y alimentarse», describieron en la publicación.
«En este caso, el enredo le costó la vida a dos animales: la madre y su cría no nacida. Esto demuestra aún más por qué tales interacciones pueden ser trágicas a nivel individual y potencialmente un riesgo para la población. Por supuesto, hay situaciones en las que se pierde el equipo por accidente, pero, donde no es así, simplemente no hay excusa para arrojar deliberadamente estas cosas por la borda. Seguramente no es mucho pedir que lo traigan a tierra y lo eliminen de manera responsable?», añadieron.
Estas «redes fantasma», que son aquellas que quedan a la deriva en el mar por practicas irresponsables de pesca, representan un peligro para la fauna marina. Según un estudio de 2018 publicado en Scientific Reports, las redes fantasma representan al menos el 46% de la Gran Mancha de Basura del Pacífico.
Por otro lado, la organización conservacionista World Wildlife Fund (WWF) explica que las redes fantasma, aparte de capturar peces, también quedan atrapadas tortugas marinas, delfines, marsopas, aves, tiburones, focas y muchas especies más. Además, estás redes de nylon, que pueden tardar en degradarse hasta 600 años, también dañan a los arrecifes de coral, rompiéndolos, exponiéndolos a enfermedades e incluso bloqueando la luz solar que necesitan para vivir, según cuenta La Vanguardia.
Según estimaciones de la Comisión Europea, un 27% de toda la basura que aparece en las playas europeas son por actividades derivadas de la pesca (redes, líneas o trampas), siendo las ‘redes fantasma’ aproximadamente un tercio de la basura marina que se encuentra en los mares europeos, o más de 11.000 toneladas por año.
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