Varios bancos han contribuido a sacar miles de millones de dólares de Venezuela que llegaron a bolsillos de empresarios simpatizantes del régimen y que procedían supuestamente de la corrupción, según desveló este lunes el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
Los datos proceden de los archivos FinCEN, obtenidos originalmente por BuzzFeed News, que muestran cómo los «boligarcas», nombre con el que se conoce a empresarios cercanos a la revolución bolivariana, movieron «vastas sumas de dólares de dinero público fuera de Venezuela».
Dinero procedente de entidades oficiales
Esas cantidades incluyen dinero que debía de ser destinado a programas públicos de vivienda para las clases más humildes del país y otros servicios básicos, según desvela ICIJ.
Los archivos FinCEN incluyen más de 2100 actividades sospechosas que fueron reportadas por los bancos a una agencia del Departamento del Tesoro de los EE.UU. conocida como «Financial Crimes Enforcement Network» (Red de Control de Delitos Financieros).
Entre los casos desvelados está Alejandro Ceballos Jiménez, un magnate de la construcción con buenas conexiones con el régimen que secretamente sacó del país, al menos, 116 millones de dólares que debían ir destinados a programas públicos de construcción de vivienda.
Ese dinero, en cambio, fue desviado a distintos destinatarios, incluidos compañías «offshore» y cuentas bancarias de sus parientes, según desvela el ICIJ.
Los contratos estaban destinados a la construcción de un complejo de viviendas que forma parte de un gran plan para la construcción de millones de hogares de bajo costo denominado Plan Vivienda.
Ceballos es uno de los siete «boligarcas», cuyos acuerdos financieros con los regímenes de Hugo Chávez y Nicolás Maduro quedan revelados gracias a los documentos.
Dichos documentos también permiten apreciar el rol fundamental de bancos de Europa y EE.UU. para facilitar la salida del dinero, pese a las notables alertas que pesaban sobre ellos.
Bancos europeos y de EE.UU.
Entre los bancos que ayudaron a sacar el dinero están los suizos CBH Compagnie Bancaire Helvétique y Julius Baer Group, Banco Espirito Santo de Portugal, pero también JPMorgan Chase, con sede en Nueva York, o Standard Chartered, cuya base central está en Londres.
Estos últimos procesaron «cuestionables transacciones» como «bancos corresponsales», un rol intermedio en el que los multinacionales conectan a los prestamistas más pequeños al sistema financiero global, siempre según el informe de la ICIJ.
En total, los bancos reportaron más de 4800 millones de dólares entre 2009 y 2017 de transacciones sospechosas que tenían vínculos con Venezuela, según el análisis del consorcio.
El 70 % de ellos involucraban dinero público que partía de una entidad venezolana como el Ministerio de Economía o la petrolera estatal PDVSA.
El dinero con un origen presuntamente ilícito no salpica solo a bancos suizos y centros financieros «offshore», sino que buena parte involucra a dos capitales económicas mundiales como Nueva York y Londres.
En particular, el ICIJ destaca que Wall Street «juega un rol vital».
Eso es debido a que la Reserva Federal garantiza a los bancos más grandes un poder especial, el de cambiar dinero de distintas monedas a dólares y mandarlo a otros bancos o empresas. Este servicio permite a bancos pequeños y regionales, a cambio de una pequeña tasa, mantener los engranajes de la economía mundial en marcha, según la corporación.
Además, el reporte del ICIJ concluye que se están sumando nuevos destinos elegidos por los «boligarcas» para mandar su dinero, entre los que se encuentran Hong Kong, Chipre y Turquía.
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