El ministro argentino de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, considera que el siglo XXI debería ver «un crecimiento y protagonismo de la ciencia latinoamericana» porque los jóvenes de la región tienen una perspectiva menos abstracta de la disciplina.
«Tenemos jóvenes brillantes y con esta visión distinta de la ciencia, una ciencia más inserta en las necesidades de la gente», asegura en una entrevista a Efe con motivo de su visita a Bruselas, donde hoy firmó el acuerdo administrativo de cooperación entre Argentina y la Unión Europea (UE) en ciencias marinas en el Atlántico.
Este documento pretende impulsar la colaboración entre la UE y Buenos Aires en la investigación e innovación en ese océano y abordar cuestiones como la seguridad alimentaria, la investigación en los polos o el cambio climático.
«Para Argentina es de importancia fundamental. Argentina, a pesar de tener un extenso litoral marítimo, no ha mirado en toda su historia hacia el mar y se ha concentrado en la Pampa verde», señala Barañao.
En ese sentido, hace referencia al programa «Pampa azul», dirigido a promover el conocimiento científico en el Atlántico Sur, y precisa que se han ido agregando cooperaciones internacionales en el marco de esa iniciativa.
«Hay mucho por aprender, mucho por conocer del mar, en términos de su biodiversidad, de sus recursos, pero también en términos de información en el Atlántico Sur que es relevante para entender, por ejemplo, el cambio climático», comenta.
Convencido de la «excelente relación en términos de ciencia y tecnología» entre la Unión Europea y su país, «ya de larga data», se muestra dispuesto a «ahondar» en esa cooperación.
En el caso concreto de las ciencias marinas, resalta acuerdos con Francia e Italia y avanza que se está contemplando un nuevo pacto con Portugal «para hacer estudios comparativos del Atlántico Norte y el Atlántico Sur».
Con respecto a España, manifiesta que existen programas de colaboración a los que desearían dar continuidad, sobre todo, en relación con la tecnología vegetal.
Barañao considera que el Gobierno del presidente Mauricio Macri «ha mantenido la prioridad en ciencia y tecnología», pero reconoce que Argentina atraviesa un periodo de austeridad al hacer frente a las secuelas de la crisis económica de 2001.
En ese contexto, el ministro subraya los «muy buenos resultados» derivados de la colaboración entre los sectores privado y público, pero asume que tres cuartas partes de la inversión argentina en ciencia proceden aún del Estado, escenario inverso al de los países desarrollados.
«Cuando hay objetivos claros, cuando el sector privado está comprometido, uno puede mostrar que lo que se invierte en ciencia y tecnología realmente se recupera como bienes y servicios que benefician al ciudadano común», declara.
Sobre la negociación del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la UE, afirma que está seguro de que se llegará a «un punto de entendimiento», pero prefiere no hacer estimaciones temporales, pues su departamento no participa de forma directa en las conversaciones.
En cualquier caso, es comprensivo con las dificultades del proceso, dadas las diferentes posiciones y problemáticas de los países de uno y otro bloque, aunque insiste en que es «imprescindible» cerrar pactos de este tipo para tener una economía «más predecible».
Y un agravante, del que Lino Barañao debe saber mejor que nadie aunque insista con que «son cosas que pasaban antes»:
4to año de caída de fondos para ANPCYT, ~37% menos dinero que en 2015🌱 y suspendió líneas de financiamiento para fomentar la incorporación de I+D en empresas. pic.twitter.com/rvYPTUQdu9— DefendamosLaCiencia (@DefLaCienArg) 15 de abril de 2018
Barañao, quien ya formaba parte del anterior Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, opina que con Macri en el poder ha cambiado «mucho» la visión sobre el papel de Argentina en la economía global, si bien señala que la postura más introspectiva de la anterior ocupante de la Casa Rosada se debió también a las consecuencias de la crisis económica.
Preguntado por la negativa de Macri a reconocer los resultados de las elecciones venezolanas del 20 de mayo, indica que es un proceso «complejo» y que resulta «muy difícil juzgar la política de un país desde fuera».
«Lo que se espera es que finalmente haya elecciones democráticas y sean reconocibles, que haya libertad de expresión», comenta, no obstante.
En cuanto a la salida del Reino Unido de la Unión Europea, reconoce que está teniendo «curiosamente» consecuencias positivas para Argentina, en particular, por el interés en la cooperación científica con Buenos Aires.
«Claramente, estamos asistiendo a un reordenamiento de las relaciones internacionales. El mundo es cada vez más multipolar y lo que sí creo es que la ciencia tiene el deber de ser el lenguaje común que permita aunar criterios y armonizar posiciones», explica Barañao, partidario, asimismo, de una mayor integración «económica y política» en América Latina.
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