La nominada a la Corte Suprema, Amy Coney Barrett, dijo que le ofrecieron la nominación a la Corte Suprema solo tres días después de la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg, y casi una semana antes de que el presidente Donald Trump anunciara su elección para ocupar el puesto vacante.
Los funcionarios de la Casa Blanca llamaron a la juez Barrett el 19 de septiembre, el día después de que Ginsburg muriera a los 87 años, dijo Barrett en un cuestionario del Senado publicado por el Comité Judicial del Senado.
Al día siguiente, Barrett volvió a hablar con el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, y con Pat Cipollone, abogado del presidente. La invitaron a Washington y luego Trump la llamó para confirmar la invitación.
El 21 de septiembre, Barrett se reunió con Trump, Cipollone, Meadows y el vicepresidente Pence.
«El presidente me ofreció la nominación ese día, y acepté, pendiente de que finalizara el proceso de averiguaciones», dijo Barrett.
Trump dijo a los periodistas el 21 de septiembre fuera de la Casa Blanca que no había tomado una decisión sobre a quién elegir como su próximo candidato a la Corte Suprema.
“Cinco mujeres están siendo examinadas e investigadas con mucho cuidado. Cinco. Y tomaremos una decisión probablemente el sábado, sino el viernes», dijo Trump.
“Me estoy acercando mucho a que se tome una decisión final. Muy cerca”, agregó el presidente al día siguiente.
La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios.
Trump anunció a Barrett como su nominada el 26 de septiembre y envió oficialmente su nominación al Senado el martes.
«Ella es una mujer de logros incomparables, intelecto imponente, credenciales excelentes y lealtad inquebrantable a la Constitución», dijo.
Barrett dijo que su filosofía judicial es la misma que la del difunto juez Antonin Scalia, para quien trabajó como secretaria.
“Su filosofía judicial también es mía: un juez debe aplicar la ley tal como está escrita. Los jueces no son responsables de la formulación de políticas y deben tener la determinación de dejar de lado las opiniones políticas que puedan tener”, dijo.
La juez también se tomó el tiempo para honrar a Ginsburg. Dijo que «se ganó la admiración de las mujeres en todo el país y, de hecho, en todo el mundo».
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