Las fuerzas ucranianas comenzaron a evacuar el 16 de mayo a los soldados de su último bastión en la ciudad portuaria de Mariupol, lo que probablemente signifique el fin del conflicto entre Rusia y Ucrania, que duró 82 días, y marque una importante derrota para Ucrania.
Se estimó que aproximadamente 600 miembros del batallón Azov estuvieron durante semanas dentro de la planta siderúrgica Azovstal, de la era soviética, en la parte oriental del país. Las batallas dejaron docenas de heridos, muchos de ellos sin suficientes suministros de alimentos y agua.
El este de Ucrania alberga dos estados separatistas prorrusos, la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, reconocidos por Rusia como independientes de Ucrania, pero considerados por el batallón Azov como estados terroristas ocupantes.
En una publicación de Facebook del 16 de mayo, el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania dijo en un comunicado que 53 soldados «gravemente heridos» fueron evacuados y llevados a la ciudad de Novoazovsk, que está en manos de los rebeldes respaldados por Rusia. Otros 211 fueron transportados a través de un corredor humanitario a Olenivka para ser canjeados por prisioneros rusos.
Las medidas para rescatar a los soldados restantes están en curso, dijo el Estado Mayor.
El comunicado no describió la retirada como una rendición, pero dijo que se ordenó a los comandantes de las unidades con base en la planta de Azovstal que “salvaran la vida del personal”.
“Los defensores de Mariupol son héroes de nuestro tiempo”, afirmó el Estado Mayor. “Están para siempre en la historia. Este es un escuadrón separado del propósito especial ‘Azov’, [sic] 12° Brigada de la Guardia Nacional de Ucrania, 36° brigada marina separada, guardias fronterizos, policías, voluntarios y fuerzas de defensa territorial de Mariupol”.
El batallón Azov comenzó en el este de Ucrania en 2014 como una organización paramilitar voluntaria durante la Guerra de Donbas, entre separatistas prorrusos y fuerzas proucranianas, luego del derrocamiento del gobierno ucraniano prorruso en la revolución de 2014.
Posteriormente, el batallón se incorporó formalmente como regimiento en la Guardia Nacional de Ucrania. No obstante, generó controversia por sus lazos neonazis y el uso del símbolo wolfsangel, que también fue utilizado por las fuerzas nazis en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
El presidente ruso, Vladimir Putin, citó a los elementos neonazis del batallón Azov en su justificación para invadir Ucrania, pidiendo la “desnazificación” de la región.
Al mantener su posición en la acería, los soldados de Azov impidieron que las fuerzas rusas capturaran rápidamente la ciudad sureña de Zaporizhzhia, dijo el comunicado del Estado Mayor de Ucrania.
Aproximadamente una docena de autobuses que parecían transportar combatientes ucranianos fueron vistos saliendo de la planta en Mariupol el 16 de mayo por Reuters. Uno de los autobuses estaba marcado con la letra latina “Z”, una abreviatura de la frase “por la victoria”, y transportaba heridos acostados en camillas.
Cientos de civiles también se habían refugiado en la planta, pero la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, anunció a principios de este mes que habían sido evacuados.
Horas antes de que comenzara la evacuación, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que había llegado a un acuerdo para retirar a los soldados heridos.
“Se ha abierto un corredor humanitario a través del cual los militares ucranianos heridos están siendo trasladados a un centro médico en Novoazovsk”, dijo el ministerio.
El Kremlin dijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, había garantizado personalmente que los prisioneros serían tratados de acuerdo con los estándares internacionales.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, calificó el 16 de mayo como un día «difícil».
“Pero este día, como todos los demás, tiene como objetivo precisamente salvar a nuestro país y a nuestra gente”, dijo en un comunicado.
“Gracias a las acciones de los militares ucranianos, las Fuerzas Armadas de Ucrania, la inteligencia, el equipo negociador, el Comité Internacional de la Cruz Roja y las Naciones Unidas, esperamos poder salvar las vidas de nuestros muchachos. Entre ellos están los heridos graves, a los que se les está proporcionando ayuda médica”.
“Quiero enfatizar: Ucrania necesita héroes ucranianos vivos. Este es nuestro principio. Creo que toda persona en sus cabales entenderá estas palabras”, agregó.
Zelensky también enfatizó que la operación y las negociaciones para “traer a los niños a casa” están en curso y necesitan “delicadeza y tiempo”.
La planta siderúrgica era el último bastión en poder de los ucranianos en la ciudad portuaria de Mariupol, que llegó a tener una población de más de 400,000 habitantes.
La ciudad ahora está en ruinas después de meses de bombardeos de las fuerzas rusas. Según las autoridades ucranianas dichos bombardeos han dejado decenas de miles de muertos, aunque se ha informado que quedan aproximadamente 100,000 civiles con suministros cada vez más escasos de alimentos, agua, electricidad y calefacción.
Mientras se llevaban a cabo las evacuaciones de Azov, los combates continuaban en los frentes de toda Ucrania.
Mientras tanto, los funcionarios estadounidenses prometieron acelerar la solicitud de Suecia para unirse a la OTAN después de que el país anunciara que solicitaría su ingreso a la alianza, siguiendo los pasos de Finlandia, en un esfuerzo por impulsar la seguridad tras el conflicto en curso entre Rusia y Ucrania.
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