En Rusia nació un bebé sin ojos, siendo este uno de los casos más extraños del mundo. Sin embargo, aunque su salud general es buena, su mamá decidió darlo en adopción al no estar segura de poder cuidar del niño adecuadamente.
En abril de este año nació en un hospital de Tomsk, en Rusia, el pequeño Alexander K, apodado cariñosamente como Sasha. Antes de que naciera, su joven madre se enteró que su hijo padecía de un síndrome conocido como anoftalmia SOX2, el cual es una anomalía congénita que provoca que los bebés nazcan sin globos oculares o con globos oculares muy pequeños, tal como indica The Siberian Times.
Su madre, quien prefirió permanecer anónima, habría pasado ella misma por un orfanato y no se sintió en capacidad de brindarle a su hijo toda la atención necesaria, así que firmó los documentos para entregarlo en adopción en un hospital de maternidad. Del padre no se tiene conocimiento alguno.
A pesar que el pequeño Sasha no tiene ojos, se encuentra en muy buenas condiciones de salud. Él ha crecido al cuidado de las enfermeras con las que adora jugar y sonreír, además es muy tranquilo y se hace querer fácilmente con todos.
La médica rusa encargada de cuidarlo es Tatiana Rudnikovich, quien asegura no ver deficiencias en su desarrollo, y además indica que actúa como cualquier bebé de su edad. «No es diferente a otros bebés, juega y sonríe como cualquier bebé sano. Le encanta jugar y le encanta nadar, es un bebé muy alegre», dijo al portal The Siberian Times.
A parte de no tener ojos, le encontraron dos tumores benignos en la frente, los cuales le extraerán prontamente. «Sasha está pasando por todos los controles y pruebas regulares como cualquier otro bebé de su edad. Lo está haciendo bien», explica la doctora quien posa con el bebé en las fotos que aparecen en ese portal.
Recientemente fue llevado a a San Petersburgo donde le fueron implantados exitosamente un par de prótesis de ojos con el objetivo que el rostro no se le deforme mientras crece. Estas prótesis deben cambiarse cada 6 meses por otras que sean cada vez más grandes. Sin embargo, los médicos descartan la posibilidad de que el pequeño Sasha pueda ver algún día.
Por ahora siguen buscando un caluroso hogar para Sasha, donde puedan darle afecto y de todos los cuidados que él necesita. Por el momento quieren encontrarle unos padres rusos, pero de no ser posible están abiertos a las posibilidades de que puedan adoptarlo en el extranjero ya que la legislación lo permite.
En su página de adopción indican que es un bebé tranquilo, sonriente y pacífico, además que devuelve la sonrisa cuando escucha voces conocidas. Según la doctora Rudnikovich, «Su sonrisa lastima el corazón».
El síndrome que padece Sasha se presenta en una de cada 25 millones de personas mundialmente y según indican los médicos, este es tan solo el tercer caso registrado en todo el mundo.
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