El régimen chino está construyendo una base para diseñar, probar y fabricar naves de efecto suelo (GEV) con el fin de defender sus reclamos territoriales en el Mar del Sur de China, según documentos internos que The Epoch Times obtuvo de una fuente confiable.
Una nave GEV es un tipo de avión-barco híbrido que puede deslizarse sobre la superficie del agua (océano o lago), hielo o tierra plana.
Beijing reclama la mayor parte del Mar del Sur de China como propio, incluso después de que un tribunal internacional en 2016 dictaminó que tales reclamos eran ilegales, no obstante, actualmente Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán también tienen reclamos en competencia que buscan implantar soberanía sobre las ricas zonas de pesca y recursos naturales, potencialmente valiosos, del Mar del Sur de China, una de las rutas marítimas más importantes del mundo.
En los últimos años, el régimen ha tratado de reforzar sus reclamos sobre la vía fluvial estratégica mediante la construcción de puestos militares en islas y arrecifes artificiales.
La construcción de la base para naves GEV, ubicada en una provincia sureña de la isla de Hainan, comenzó en diciembre de 2017 y estaba planeado que se terminaría en diciembre de 2020, según reportes enviados a las autoridades gubernamentales por Yingge, la empresa privada contratada para construirla.
“Junto con los cambios en la situación internacional, la cuestión del Mar del Sur de China se está volviendo cada vez más importante. El proyecto [de naves GEV] puede desempeñar un papel importante para garantizar la seguridad de las fronteras fluviales entre China y otros países”, informó Yingge, el 27 de octubre de 2017, a la Administración Estatal de Asuntos de Expertos Extranjeros de China (SAFEA).
Base
Yingge (con sede en la ciudad de Haikou, en la isla de Hainan) diseña y fabrica el nuevo tipo de vehículo que se usará en el Mar del Sur de China. La empresa fabrica naves GEV, como el CYG-11, que se ha vendido a departamentos de policía en ciudades y países socios de China para patrullar zonas costeras.
En documentos enviados a SAFEA y al gobierno de la ciudad de Haikou por Yingge, la compañía dijo que la base albergaría la investigación, el diseño y la fabricación de los vehículos, el diseño y las pruebas de aplicaciones y la capacitación de pilotos e ingenieros de mantenimiento.
Los documentos internos no ofrecen detalles sobre el plan básico para la construcción de las naves GEV. Pero la oficina de comercio de la ciudad de Haikou informó en su sitio web, en mayo de 2015, que Yingge tenía planes para producir naves GEV en masa, cerca de 50 por año.
Los medios estatales chinos han afirmado que las naves GEV son indetectables por radar y sonar, lo que les da a los vehículos la capacidad de eliminar sigilosamente portaaviones y otros poderosos buques de guerra.
No obstante, el experto militar Rick Fisher duda de la afirmación.
“Una nave GEV pequeña y plana, que lleve un arma antibuque, podría escapar a la detección de radares distantes, pero los sistemas de armas Close In (CIWS), utilizados por la Marina de EE.UU. y diseñados para encontrar y destruir misiles antibuque más rápidos y maniobrables, probablemente también detectarían naves GEV”, dijo Fisher, investigador principal del Centro Internacional de Evaluación y Estrategia.
En 2013, un artículo del periódico estatal, Global Times, citó al vicepresidente de Yingge, Liu Guoguang, diciendo que la compañía tenía planes para desarrollar naves GEV más grandes como el CYG-40 (con capacidad para 40 pasajeros), y el CYG-100 (para 100 personas), el CYG-150 y el CYG-200.
Fisher sospecha que grandes naves GEV podrían transportar tropas a altas velocidades, lo que permitiría al Ejército de Liberación Popular de China «sorprender o abrumar las defensas costeras de Taiwán» en caso de un conflicto con la isla autónoma, la cual es considerada por Beijing como parte de su territorio.
Si Estados Unidos o Japón acudieran en defensa de Taiwán, las tropas chinas también podrían ser transportadas a las islas Sakashima de Japón u Okinawa, o Filipinas, donde hay una base naval estadounidense, dijo.
En el Mar del Sur de China, “una nave GEV de gran tamaño con tropas también sería ideal para montar incursiones sorpresa contra las islas más pequeñas que están ocupadas por Vietnam, Filipinas y Malasia”, agregó Fisher.
Desarrollo de naves GEV en China
Oficialmente, China desarrolló su primer nave GEV, llamada DF-100, en noviembre de 1998. Fue diseñada y desarrollada por dos compañías estatales, China Technology Kaifayuan y China Aerospace Science and Technology Corp., siendo esta última compañía la principal contratista de China para su programa espacial.
El DXF-100 fue planeado para uso militar, según un informe en el sitio web de la fuerza aérea de China, que desde entonces ha sido eliminado.
Durante las últimas dos décadas, China ha desarrollado varios tipos de naves GEV, incluido un dron GEV, desarrollado por una división de China Aerospace, el cual puede volar durante una hora y media y llevar un torpedo de una tonelada.
Yingge se estableció a principios de 2013 en Haikou. Ese año presentó el CYG-11, que puede transportar más de una tonelada de carga y volar de tres a 13 pies sobre la superficie del agua a una velocidad máxima de 130 mph.
Si bien es una empresa privada, Yingge ha recibido importantes cantidades de apoyo financiero y logístico del régimen chino.
La rama de la Administración de Asuntos de Expertos Extranjeros, de la isla de Hainan, escribió un artículo, publicado en enero de 2018, en el que decía que el gobierno envió un equipo a Yingge, apoyó y orientó a la empresa para que solicitara fondos del gobierno central, y ayudó a tramitar visas y permisos de residencia para Investigadores rusos que iban a ayudar en el desarrollo de naves GEV.
Antecedentes con los rusos
En los documentos internos, Yingge informó al gobierno central que un equipo de investigadores rusos se puso a disposición de la firma china. Los investigadores tenían experiencia en naves GEV rusas.
En un informe de la empresa publicado en 2016, Yingge enumeró a 17 expertos rusos, junto con su información personal y los subsidios que se les otorgaron. El gobierno central les otorgó 2,67 millones de yuanes (USD 400,000) en subsidios y prestaciones. La empresa no detalló cuánto se les pagó en salario.
En 2017, 19 expertos rusos recibieron 1254 millones de yuanes (USD 190,000) en subsidios y asignaciones.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Descubre
Más de 60 legisladores cuestionan origen de órganos usados para trasplantes en China
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.