El régimen chino optó en su propio detrimento por reafirmar —en vez de disculparse— por un «repugnante» tuit de un alto funcionario que deterioró sus relaciones con Australia.
El tuit puede haber «debilitado visiblemente» a Beijing ante los ojos del mundo, según Simon Benson, editor de asuntos nacionales del grupo de medios News Corp Australia.
«[Beijing] claramente no tiene un manual de cómo tratar con un país que se niega a aceptar el poder usado de manera irresponsable», escribió Benson el martes.
La respuesta del primer ministro Scott Morrison al ofensivo tuit fue «fría», dijo Benson, a pesar de su enojo personal.
«Le ha dado una autoridad moral significativa frente al comportamiento cada vez más histérico [del régimen chino]», escribió.
El lunes, Zhao Lijian, portavoz del régimen chino, publicó en Twitter una imagen adulterada de un soldado australiano degollando a una niña afgana.
Su publicación fue una respuesta a un informe oficial del gobierno australiano sobre algunos soldados de las fuerzas especiales australianas que mataron ilegalmente a civiles en Afganistán durante una misión que se desarrolló allí. Zhao escribió que el régimen chino condena los supuestos actos.
Ambos sectores de la política australiana se unieron en una postura unida contra el «deplorable» comportamiento del régimen chino, que hace poco fue denunciado varias veces por políticos australianos y estadounidenses.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, convocó una conferencia de prensa poco después para denunciar la imagen propagandística y la calificó de «terrible difamación» de los hombres y mujeres que sirven a Australia en uniforme. También dijo que el gobierno había pedido a Twitter que la eliminara.
«Es totalmente indignante y no puede ser justificado sobre ninguna base en absoluto», dijo Morrison. «El gobierno chino debería estar totalmente avergonzado de este posteo. Los rebaja a los ojos del mundo».
Morrison dijo que Australia lo manejaría a través de los canales normales y no se involucraría en lo que él llamó un «comportamiento deplorable».
Horas más tarde, el líder de la oposición, Anthony Albanese, se unió al primer ministro para condenar el tuit, diciendo al Parlamento que la imagen era «innecesaria, provocadora y profundamente ofensiva».
«La condena de esta imagen por parte de Australia está por encima de la política y todos nosotros estamos de pie como nación en la condena de la misma», dijo Albanese.
El martes, su colega del partido, la ministra de Asuntos Exteriores, Penny Wong, también condenó la imagen. En una entrevista con ABC News Breakfast, dijo que «la fotografía adulterada no fue el comportamiento de un actor internacional responsable y maduro».
Wong dijo que creía que era una provocación deliberada del régimen chino, la que fue condenada con razón por todos los partidos y por la comunidad australiana.
«Sin embargo, yo diría esto: ante una provocación deliberada, lo que tenemos que hacer, y lo que debemos hacer, es responder con calma y estratégicamente y no ser emotivos en relación con lo que fue una provocación deliberada», añadió.
La senadora Marise Payne, ministra de Relaciones Exteriores, dijo al Parlamento el lunes que el gobierno había «llamado» al embajador chino y «buscado una disculpa» por el tuit.
«Es una espantosa, repugnante y escandalosa obra en las redes sociales. Es un tuit que ilustra el azote absoluto de la desinformación y la desinformación en las redes sociales, lo que no puede ser justificado sobre ninguna base», dijo Payne.
«Es el ejemplo más atroz de este tipo de conducta perjudicial que he visto en mi tiempo en el parlamento, en mi tiempo en una cartera ministerial y, de hecho, en la visión de cualquiera de las redes sociales en cualquier contexto», añadió.
Una portavoz del régimen chino, Hua Chunwing, afirmó que no había tenido noticias de la embajada china en Canberra y dijo que sería «injustificado» que el gobierno australiano interviniera allí.
Hua negó que el tuit del régimen chino estuviera relacionado con las relaciones entre Australia y China, las que se han roto debido a las protestas comerciales y la coacción económica de Beijing.
El ministerio de Comercio de Beijing impuso aranceles de hasta 212 por ciento a las exportaciones de vino australiano el fin de semana pasado.
El primer ministro Scott Morrison descartó de inmediato las acusaciones de prácticas de dumping, cuando Beijing las anunció por primera vez en agosto, diciendo a los periodistas: «No aceptamos en absoluto la sugerencia de que haya habido ningún tipo de dumping del vino australiano en China».
La embajada china en Canberra también filtró recientemente una lista de quejas contra Australia, entre las que se encuentran las normas de inversión extranjera de Australia, la prohibición de Huawei de la red 5G de Australia y el llamado de Australia a una investigación sobre los orígenes de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), conocido como el nuevo coronavirus.
Mientras tanto, Twitter dijo a News Corp Australia que marcará la imagen publicada por el oficial del régimen chino como «noticia sensible». También etiquetó la cuenta de Zhao Lijian como una «cuenta oficial del gobierno».
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