En su primer discurso sobre el Estado de la Unión este martes el presidente Joe Biden abordó la actual invasión rusa de Ucrania, dijo que Estados Unidos ha «llegado a un nuevo momento» en la pandemia de COVID-19 y pidió al Congreso que apruebe elementos parciales de su estancada agenda para hacer frente a los crecientes costos de los estadounidenses.
Biden habló sobre la crisis Rusia-Ucrania y se refirió al presidente ruso Vladimir Putin como un dictador condenando el ataque contra Ucrania como «premeditado y no provocado». También dijo varias veces que Estados Unidos estará con el pueblo de Ucrania y prometió seguir enviando ayuda al país, además de los 1000 millones de dólares que Estados Unidos ya ha enviado en ayuda directa.
Durante su discurso, Biden también anunció que Estados Unidos cortará su espacio aéreo a todos los vuelos rusos.
Esto se suma a las sanciones ya impuestas por Estados Unidos y sus aliados contra los sistemas financieros rusos, así como contra los oligarcas rusos a título individual y a las medidas adoptadas para cortar las exportaciones al país.
«Cuando se escriba la historia de esta época, la guerra de Putin en Ucrania habrá dejado a Rusia más débil y al resto del mundo más fuerte», dijo Biden.
Biden también mostró una retórica más suave en lo que respecta a la propagación de COVID-19. En diciembre, su administración prometió que quienes no se hubieran vacunado contra el virus pasarían un invierno de «graves enfermedades y muerte», pero el martes dijo que el país está «volviendo con seguridad a una rutina más normal».
«Hemos alcanzado un nuevo momento en la lucha contra COVID-19 en el que los casos graves han descendido a un nivel que no se veía desde julio del año pasado», dijo el presidente.
Esta declaración se produjo unos días después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicaran una nueva guía que relaja su recomendación sobre el uso de mascarillas. El Congreso también decidió suprimir el requisito de uso de mascarilla pocos días antes del discurso del Estado de la Unión.
Al tiempo que promocionaba la aprobación del Plan de Rescate de Estados Unidos, de 1.9 billones de dólares, destinado a hacer frente a las dificultades derivadas de la pandemia, Biden también anunció la creación de un nuevo Fiscal Jefe para el Fraude de la Pandemia, dependiente del Departamento de Justicia, destinado a perseguir a quienes robaron los miles de millones de esos fondos de ayuda mediante el fraude.
Biden además se refirió a la creciente tasa de inflación del país, que ha alcanzado el nivel más alto en 40 años, el 7,5%.
«Lo entiendo», dijo Biden. «Por eso mi máxima prioridad es controlar los precios».
El presidente pasó a atribuir el aumento de los costos a las perturbaciones relacionadas con la pandemia, señalando los problemas de la cadena de suministro relacionados con los semiconductores que hicieron subir el costo de los automóviles.
A continuación, pidió al Congreso que aprobara las medidas incluidas en su programa «Reconstruir mejor», un enorme paquete de gasto social que finalmente no fue aprobado por el Congreso. Aunque el paquete en su conjunto fracasó, Biden sigue impulsando su plan para reducir los precios de los medicamentos, reducir el costo de las guarderías y ofrecer incentivos fiscales a los hogares que sean más eficientes energéticamente.
El presidente también hizo un llamado para aumentar la fabricación nacional, destacando las recientes inversiones del sector privado en la fabricación de tecnología e hizo un llamado al Congreso para que apruebe el proyecto de ley de innovación bipartidista de 250,000 millones de dólares.
«Bajen sus costos, no sus salarios. Fabriquen más coches y semiconductores en América. Más infraestructuras e innovación en Estados Unidos. Más bienes que se mueven más rápido y más barato en América. Más puestos de trabajo en los que se pueda ganar una buena vida en Estados Unidos. Y, en lugar de depender de las cadenas de suministro extranjeras, hagámoslo en Estados Unidos», dijo Biden.
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