El liderazgo del candidato presidencial demócrata Joe Biden en Georgia ha aumentado a 14,148 votos, con más del 99 por ciento de los votos contados, según Decision Desk HQ.
Hasta la madrugada del miércoles, se informó que Biden tenía 2,471,882 votos, en comparación con los 2,457,734 del presidente Donald Trump, lo que representa una ventaja de 0,28 puntos porcentuales. La ley del estado de Georgia permite que los candidatos soliciten un recuento si el margen es de 0,5 puntos porcentuales o menos. El secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, un republicano, dijo la semana pasada que, dada la apretada carrera, el estado llevaría a cabo un recuento.
El martes, la campaña de Trump pidió a Raffensperger que tomara medidas relacionadas con el recuento de votos esperado para garantizar la «confianza en nuestro proceso electoral», incluida la verificación de la elegibilidad de los votantes y un conteo manual completo de todos los votos.
El representante Doug Collins (R-Ga.), quien lidera el equipo de recuento de la campaña de Trump en Georgia, hizo la solicitud a Raffensperger, pidiendo una serie de medidas relacionadas con la integridad electoral en medio de acusaciones de irregularidades con los votantes.
Collins pidió una comparación completa de los votos en ausencia emitidos y los votos en persona y provisionales, y que se llevara a cabo una verificación de elegibilidad de los votantes para asegurarse de que ningún delincuente u otras personas no elegibles emitieron un voto en el estado. También instó a Raffensperger a anunciar un «recuento manual completo de todas las boletas emitidas en todos y cada uno de los condados debido a las acusaciones generalizadas de irregularidades en los votantes, problemas con las máquinas de votación y acceso de los observadores de urnas».
En los recuentos, los votos suelen volver a escanearse con máquinas, pero algunos informes de irregularidades electorales en Georgia incluyen cuestiones en el condado de Fulton que dieron lugar a que se volvieran a escanear varias boletas. Otros informes se refieren a las afirmaciones de David Shafer, presidente del Partido Republicano de Georgia, de que los trabajadores del condado dijeron a los observadores electorales republicanos que se fueran a casa el día de las elecciones «porque estaban cerrando y luego continuaron contando las boletas en secreto». Un funcionario del condado de Fulton impugnó la afirmación y dijo a The Epoch Times en una declaración que cuando un funcionario electoral se enteró de que el personal había sido despedido por la noche, aconsejó a algunos trabajadores que siguieran trabajando durante la noche y que la zona de procesamiento permaneciera abierta a los observadores.
“Es posible que los observadores se fueran en el momento en que la mayoría del personal se fue, pero según la información que tenemos, el área de procesamiento nunca estuvo cerrada a los observadores”, dijo Jessica Corbitt, portavoz del condado de Fulton.
El gerente de implementación del sistema de votación de Georgia, Gabriel Sterling, dijo el lunes que las elecciones son «imperfectas» y que los funcionarios seguramente encontrarán que algunas personas votaron ilegalmente. Sin embargo, agregó que no cree que la escala de irregularidades en las votaciones sea lo suficientemente significativa como para cambiar el resultado.
«Vamos a encontrar que la gente votó ilegalmente», dijo Sterling, según The Associated Press. “Eso va a suceder. Van a ser votantes dobles. Habrá personas que… no tenían las calificaciones de un votante registrado para votar en el estado. Eso se encontrará. ¿Serán 10,353? No es probable».
La investigación electoral realizada por The Associated Press encontró que ha habido, al menos, 31 recuentos en todo el estado desde el 2000, y tres de ellos cambiaron el resultado de las elecciones.
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