El presidente Joe Biden anunció el jueves una serie de medidas que espera ayuden a combatir el COVID-19 mientras su administración lucha por controlar la enfermedad, pero prometió no intentar forzar el confinamiento en zonas, después de que se detectaran dos casos de la variante ómicron del virus en Estados Unidos.
Biden y su administración están ampliando la orden de las mascarillas en los aviones, trenes y transporte público hasta marzo de 2022, ayudando a poner en marcha cientos de nuevas clínicas de vacunación, y obligando a todos los viajeros internacionales que llegan a dar negativo en las pruebas de COVID-19 un día después de la salida, independientemente del estado de vacunación o la nacionalidad.
El presidente y sus asesores también están intensificando el marketing para tratar de convencer a todos los estadounidenses que reúnen los requisitos de aplicarse un refuerzo, ya que cada vez más estudios muestran que la eficacia de la vacuna contra el COVID-19 disminuye con el tiempo.
Todo forma parte de lo que el presidente describió como un «plan de batalla para combatir el COVID-19 este invierno». El plan, dijo Biden, «no se anda con rodeos en la lucha contra el COVID-19», con la esperanza de que el esfuerzo «nos una».
El plan «no incluye cierres ni confinamientos», dijo Biden. También dijo que no incluye órdenes adicionales. Las tres órdenes principales que él y su administración han propuesto están actualmente bloqueadas por los tribunales porque los jueces dicen que probablemente son ilegales.
Biden habló en los Institutos Nacionales de la Salud en Bethesda, Maryland, tras una reunión con los principales asesores médicos, entre ellos los doctores Anthony Fauci y Francis Collins.
Esta semana se identificaron casos de COVID-19 causados por la variante ómicron del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) en dos estados diferentes, y los científicos y funcionarios creen que la variante aparecerá en otros lugares.
«Prevemos que habrá más casos», dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, a los periodistas en la Casa Blanca.
Ómicron fue identificada por primera vez por científicos de Sudáfrica el mes pasado, aunque se remonta al menos a octubre, según la secuenciación genómica realizada por expertos nigerianos.
Los científicos sudafricanos señalaron en una edición preliminar de un artículo publicado el jueves que un análisis de los datos de vigilancia indicaba que la variante evade mejor la inmunidad por una infección previa, conocida como inmunidad natural, en comparación con las variantes anteriores.
Todavía no se sabe si la variante también puede evadir mejor la protección que dan las vacunas, dijeron los científicos.
Mientras tanto, las autoridades sanitarias estadounidenses instan a las personas que no se han vacunado a que lo hagan, y a las que sí lo han hecho a que reciban un refuerzo. También están advirtiendo a la gente que no reaccione de forma exagerada, haciendo hincapié en que se sabe poco sobre ómicron.
Biden dijo que Estados Unidos entra en el invierno en «una posición fuerte», ya que casi tres de cada cuatro adultos están completamente vacunados, en comparación con solo el 1% en esta época del año pasado.
Muchos niños también pueden vacunarse ahora, añadió. Los organismos reguladores han autorizado la vacuna contra COVID-19 de Pfizer para niños desde los 5 años, y uno de los aspectos del nuevo plan es garantizar que la Administración de Alimentos y Medicamentos disponga de todos los recursos necesarios para autorizar la inyección si los datos de los ensayos clínicos sugieren que es segura y eficaz para los niños más pequeños.
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